Con casi 50 participantes de las distintas diócesis del país, con ese ingrediente de ser iglesia catolica universal, con presencia misionera de Guatemala, Argentina, El Salvador, Europa, y aportes desde Brasil y Argentina, nos encontramos en el seminario interdiocesano de Montevideo en este fin de semana de Formación.
Hemos valorado el camino "como comisión nacional "que venimos recorriendo, de compartir la realidad de los jóvenes en nuestras diócesis, en la iglesia y la sociedad de hoy.
Desde esa realidad a la luz de la palabra y del magisterio, surgen fortalezas y gérmenes a cuidar y multiplicar. También necesidades que esperan una respuesta.
Este espacio de formación fue trabajado por la mesa para ser respuesta a esa necesidad de hacer la experiencia y dar herramientas: "para acompañar a los que acompañan, para que todos seamos acompañados".
Nos encontramos el sábado a la mañana, comenzando con un momento de oración. Las propuestas de oración, quieren ser herramientas que pueden ayudar a la oración en cada grupo de pertenencia. Pero por sobre todo la oración es para encontrarnos con el Dios de Jesús, encontrándonos con nosotros mismo y nuestra realidad. Unidos a la iglesia, fuimos rezando durante el día, con las lecturas y el salmo correspondiente a la misa del domingo.
Como parte de un proceso en la vida de caminar con Jesús, hacia la eucaristía, para transformar la vida. El p. Fabio brasileño, diocesano, elegido para servir desde CELAM, en Colombia, nos acompaño en la formación desde "su experiencia pastoral", iluminada por los "cambios" que se están produciendo en la vida de la Iglesia, gracias a el soplo del Espíritu santo desde el sur,atraves del Papa Francisco, para todos...
Se trabajó muy intensamente, era un encuentro de formación. Quizás porque la mayoría participaban por primera ves, la mayoría se mantuvo dentro de su grupo diocesano. Si bien las herramientas son importantes, como pueden ser las dinámicas de integración, el madurar en la fe nos va impulsando a ensanchar nuestro corazón e ir al encuentro con el que aún no conozco... Rafael como buen Jesuita, fue invitado a compartir sobre el acompañamiento, algo bien propio de su carisma.
con ejemplos bien aterrizadas a nuestra realidad, sobre modos de relacionarnos en el acompañamiento que permiten a la persona acompañada
hacerse cargo de su propio proceso, y cuales actitudes hay que cuidar porque son de manipuleo de la otra persona.
La oración de la tarde, quizás fue la propuesta mas integradora de la jornada. Manteniendo la propuesta de:
un encuentro personal con el Dios de Jesús, desde lo que somos, a el encuentro comunitario de compartir, recibir y rezar en pequeñas comunidades. Comunidades de diversos en prosedencia, procesos y vocaciones, que se mantuvieron para el trabajo del dia domingo.
La noche cultural, fue realmente un
"alimentarnos de aquello de la cultura diferente de los otros que quisieron compartir". Fuimos invitados a traer desde nuestros pueblos y familias, algún alimento y bebida característica de nuestra zona. La mesa se transformó en muchas expresiones culturales de trabajo, de gustos, de siembras, cosechas:
alfajores, embutidos, queso, refresco, vino, cerveza, pizza, dulces, ticholos, garotos, pasteles, empanadas, torta de fiambre... Y después la fiesta se hizo música y baile.
Un momento del modo del Reino de Dios, donde manteniendo la riqueza de las diferencias, podemos cantar JUNTOS el mismo canto y bailar las distintas músicas. El domingo comenzamos con la eucaristía. Para que fuera un espacio más juvenil y sinodal, se transformó el templo en un lugar de mayor hermandad, que no quita los carismas, pero nos une en rueda a la vuelta de la Palabra y del del altar, y no con unos atraz y otros adelante.
Todo esto buscando volver a como se relaciono y celebró Jesús, tan distinto a las celebraciones de los imperios...
Nuestro barro que sabemos que acepta Jesus, lo pusimos en sus manos con la intención de dejarnos moldear por el. A su modo, a su tiempo...
No hubo dos formas iguales. Tampoco hubo premiación para ponernos a competir. La propuesta fue la que nos hace Dios:
reconocernos y asumir que estamos en proceso de transformación y que él está dispuesto a darnos una mano, con respeto por las decisiones, tiempos y formas que vayamos eligiendo.
Un Dios que esta dispuesto a acompañarnos personalmente de manera comunitaria. Nadie tiene el numero exclusivo de Wassa del Dios de Jesús.
El nos da su número en comunidad, haciéndonos necesitados de relacionarnos, escucharnos, enriquecernos unos a otros, para encontrarnos verdaderamente con el. Y lo escandaloso de la Palabra de hoy es :
que tienen mayor sintonía con ÉL las prostitutas, los excluidos, explotados, los reconocidos como pecadores... Y les hes muy dificil conectarse con el a los que:
se creen por encima moralmente, religiosamente, cumplidores de leyes.
La mañana del domingo continuo con el aporte de Magdalena. Alguien que se presento como mujer, esposa, madre, fruto de la pastoral juvenil.
Su testimonio consistió, en llevarnos a bever de la fuente que a ella le enseñaron a buscar como brújula y alimento para el camino:
La Palabra, que es Jesús mismo. Todo fue encaminado hacia la oración, de manera creativa,
con la Palabra en el centro del jardín, en medio del agua viva que nos hace abrirnos a una nueva primavera. Si damos lugar al perfume de Jesús, su Espíritu y su Padre.
A Rosana nuestra secretaria, le toco la mas difícil: coordinar el aprovechamiento del tiempo, de los exponentes, de las dinámicas, de la oración, para que realmente viviéramos un fin de semana formativo, de comunión y celebración. En tiempos de la epidemia del individualismo, con la propuesta de autorreferencia: hacer lo que me gusta para yo ser feliz,
todos necesitamos que nos recuerden que estamos llamados a caminar juntos...Fabio, nos conectó con la iglesia latinoamericana, con la iglesia que en el mundo, iglesia que está viviendo una nueva primavera, con raíces en el Jesús de los evangelios y el concilio Vaticano II. Buena noticia para los empobrecidos, oprimidos y excluidos, desenmascarando a los opresores y los fariseos de hoy.
Transformación según el espíritu, animada por el Papa Francisco, con resistencia y enfrentamiento internos de parte de aquellos atornillados a algún privilegio.
Rezamos por el Papa Francisco, por todas y todos los que realmente están buscando caminar de manera sinodal, en salida a servir al mundo, llevando la buena noticia del Reino del Dios de Todos.Un gesto concreto de esta espiritualidad de Jesús, es reconocer su expresión de amor en el servicio. Por eso era necesario poner en el centro del comedor, el agradecimiento, a quienes
con delantal nos Amaron como nos ama dios: sirviendonos. Nos falto la foto de
la mesa de coordinación, que también hizo un trabajo silencioso previo y de sostén de este encuentro. Rosana se encargó de hacer ver también esta otra expresión del amor de Dios.
No es fácil dejarse amar... Hay que reconocer agradecidamente ese amor que nos han dado; dándonos la vida, la fe, enviándonos a este encuentro, reconociendo que hubo mucha gente dándonos lo mejor de sí por amor a él... Quien se descubre amado... se siente aceptado, transformado y regresa no siendo el mismo que fue... expresándolo en el amor a los de su grupo, comunidad y al del camino... en especial a los menos amados.
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