Jesús nos convocó hoy para encontrarnos a celebrar la eucaristía. El actúa por medio de personas del barrio que preparan el lugar e invitan en su nombre. La respuesta fue muy buena.
La Palabra de hoy nos presenta a Jesús transfiguración, transformado. Los niños y Ramon nos ayudaron a entender la buena noticia que Jesús nos quería dar.Nacho invitó a los niños a salir de la rueda comunitaria e ir hasta la mesa que tenía alimentos para compartir después de la celebración. Y a Ramón se le pidió recordar un ser querido fallecido que estuviera vivo en su corazón.
Volvimos a la comunidad y los niños expresaron con alegría lo que habían visto en la mesa y les gustaría comer después de misa. Esa misma alegría sentimos las personas que hemos sido elegidas para encontrarnos con Jesús muerto y resucitado que nos hace ver que después de la muerte nos espera la fiesta eterna del Reino de Dios.
Ramón nos contó lo que significó para él, cómo padre perder a su hijo.... pero dio testimonio del regalo de la fe de creer que él está resucitado junto a Dios en plena fiesta.
Realmente fue para todos los presentes una Buena Noticia recibida. Cada uno hizo presente (algunos con lágrimas) a sus seres queridos fallecidos. Es sanador poder contar nuestro dolor. Pero la esperanza en la resurrección aporta algún algo mucho más profundo: nos hace sentir que nuestros seres queridos fallecidos están Bien, que nos podemos relacionar con ellos por medio de la oración y que nos acompañan, esperan... cuando es profunda esa vivencia perdemos el miedo a la muerte.... pero tampoco nos apuramos a partir.
Culminamos con avisos de invitación a participar en el taller bíblico anotándose personalmente o participando creando un grupo de reflexión y oración semanal.
Invitamos para el festejo de los cumple de marzo el 29... y cada uno regreso a casa con la alegría de habernos encontrado con Jesús en comunidad y recibir su Buena Noticia de amor, perdón y resurrección.
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