lunes, 28 de julio de 2025

JESUS NUESTRO AMIGO

 

CERRO CHATO:

- ¿Cómo te llamas?

- Nahomi

- ¿Te gusta tener amigos?

- Si, y vengo a catequesis, quiero ser amiga de Jesús.

- Te cuento que María la mama de Jesús quedo embarazada muy jovencita, adolescente con unos 14 o 15 años.

- Pa, casi una niña como yo... Seguro como a toda mujer embarazada, se dio cuenta, porque le empezaron a venir vómitos y después a crecer la panza.

- Así fue, y ni te cuento los comentarios en el barrio.

- Si cuando alguien queda embarazado, todos hablan.

- Vamos a imaginar que Jesús era un niño pequeño, tú eras su amiga, y te enteras que Jesús no savia quien era su papa

- Wau, pobrecito Jesús, es como mi papa que tampoco conoció a mi abuelo, porque falleció cuando él era muy pequeño.

- Pero Jesús tuvo un padrastro, compañero de María.

- ¿Y era bueno con él? pregunto porque tú dices que no era su padre.

- Si, se llama José, y fue muy bueno con Jesús y con María.

- ¿Entonces no la paso tan mal Jesús a mí edad?

- Se crio bien cuidado y muy querido.

- Ah, eso no les pasa a todos los niños.

- No, pero te cuento que, a Jesús, niño adolescente, después de los 12 años se le muere José, el padre adoptivo.

- Pa, que dolor para Jesús.

- Y también para María.

- Yo soy una bendecida que tengo mi papa y mama.

- Sabes, ahí Jesús se tuvo que hacer hombre y salir a trabajar para mantener la casa, y a su madre. En ese tiempo las mujeres no podían salir a trabajar afuera, era el varón, padre, esposo o hermano quien podía traer el alimento a casa, o como en este caso un niño.

- Quedaba sin tiempo para jugar con sus amigos.

- Así es, y hoy también les pasa a muchos niños.

- ¡¡¡Pobrecito Jesús!!! Si, escuche que ahí donde nació Jesús, hay niños que hoy la están pasando muy mal.

- Si así es… y es ahí donde Jesús sigue naciendo… y lo que le hacemos a esos niños, se lo hacemos a Dios.

A los jóvenes de la Fazenda, les conté el dialogo con la niña en la misa, y agregamos otra parte a la representación de la infancia de Jesús. Nos imaginamos que como todo niño en momentos tuvo peleas con los otros niños y estos seguramente le hicieron bullying en referencia a su familia.

Fue muy fuerte la representación de los muchachos, tanto que quien hacía de Jesús lagrimeo, cuando nosotros, que hacíamos de otros niños le decíamos: 

- Tu madre se acostó y quedo embarazada de un hombre que no te quiso por eso te abandono. Y después tu madre se juntó con un hombre más viejo que ella y enviudo, Dios la castigo.  

Nos imaginamos con los jóvenes que en algún momento Jesús sintió pena, dolor, rabia, impotencia, por las carencias y perdidas que le tocó vivir, a él y a su madre María. Seguramente se preguntó 

- ¿Por qué a mí? y con razón se enojó con Dios.

Fue muy fuerte para los jóvenes, porque todos tenemos heridas de nuestra niñez, o hemos dejado heridas a nuestros hijos (unos cuantos de ellos fueron lastimados por su papa, y algunos lastimaron a su madre, compañera e hijos). Todos en algún momento nos preguntamos: ¿Por qué a mí? Y tenemos todo el derecho de preguntárselo a Dios, incluso enojarnos con Dios.

También en esta etapa que están viviendo en la Fazenda, de liberación de una adición, de descubrir cual fue el dolor que los llevo a querer evadirse consumiendo, de sanar para ser una persona nueva, brota el sentido profundo de culpa: ¿Por qué me mande esas macanas? Y nos hace sentir feos, pecadores, sucios…

Fue muy bueno recordar que también Jesús necesito su tiempo para conocerse, curarse, para descubrir a Dios como Padre, para comprender que del dolor puede nacer amor hacia otros. Esa es una de las causas de sus 30 años viviendo como un vecino en Nazaret, silenciosamente, aprendiendo, sanando, descubriéndose.

He aquí la buena noticia de Dios por medio de Jesús para nosotros hoy. En la vida hay momentos de encrucijada, con dos opciones. 

1) quedar atrapado de mi pasado o de mis errores, seguir quejándome de lo que no tuve, dolido por lo que perdí o me lo robaron. Seguir mirándome a un espejo y verme como un desgraciado o pecador, como una persona sucia. Como solo podemos dar lo que tenemos, lo que somos, si me sigo mirando como un carente o pecador, mi presente y futuro serán de queja y más errores. 

2) Si me abro a la amistad con Jesús, quien me comprende porque conoce el dolor de un niño de un adolescente, de un joven y de un adulto, conoce porque lo vivió, la amistad con él me hará sentir COMPRENDIDO y no juzgado. Y en su amistad Jesús, me ofrecerá el amor y perdón de su Padre. Si lo aceptó, si lo creo, también yo a Dios sentiré como mi Padre, y será Padre Nuestro. Este es el mejor camino, pero algunos no lo eligen porque es más fácil sentirse víctima, culpabilizando a otros, que, amado, asumiendo mi historia. El amado por el Dios de Jesús, es sanado, perdonado y está llamado a Amar, y Amar es salir de nosotros mismo y entregarnos en bien de los demás...

Al culminar la misa en la mañana, vino el papa de la niña a buscarla, ella le dio un abrazo y le dijo: 

- Papa tú te pareces a Jesús, y Jesús sufrió como tú... y está dispuesto a ser nuestro mejor amigo.

Al atardecer del domingo, después de la visita Cerro Chato, donde conocimos mejor a Jesús dialogando con los más pequeños, con esta niña y con los muchachos que están volviendo a nacer, pude comprender "el por que fui elegido para vivir esta experiencia"... Para profundizar mi relación con ese Dios que por medio de Jesús se hizo plenamente humano, asumiendo la pobreza extrema, para acercarse a nosotros diciéndonos "te comprendo" y te recomiendo hacer lo que yo hice "poner TÚ vida en manos de Dios padre... él es capaz de sanarnos, elevarnos, resucitarnos... 

Mientras viajaba por más de dos horas bendecido por una suave lluvia, agradecía haber sido invitado a ir a su encuentro a Galilea, a las periferias, donde siempre está... Agradecía poder reconocerlo en los "más pequeños" y ESCUCHARLO... Agradecía la formación que he recibido, que nos dice "la cosecha es abundante vayan a cosechar". Agradecía haber sido rescatado mil veces, por Jesús, sus servidores y servidoras con comprensión, misericordia, Amor de Dios Padre Nuestro... Agradecía y al tener claro que lo vivido es fruto del Espíritu Santo, sentía que lo tenía que compartir, (por este medio escrito) con USTEDES, los que buscan profundizar la Amistad con Jesús. 

Si alguien se encuentra con Él, ahora, seguro respirara profundo agradecidamente a la niña... a los muchachos que la están luchando... a Dios que se manifiesta desde abajo y desde dentro, y en ese respirar profundo, quizás surja alguna lagrima, con el deseo de poder ser escuchado en las carencias y errores, ser comprendido, ser curado, ser perdonado... ES POSIBLE NACER DE NUEVO.

Nacho

1 comentario: