CAMINO CUARESMAL
«Misericordia quiero y no sacrificio (Mt 9,13). Las obras de misericordia en el camino jubilar»
La Cuaresma de este Año Jubilar, pues, es para todos un tiempo favorable para salir por fin de nuestra alienación existencial gracias a la escucha de la Palabra y a las obras de misericordia. Mediante las corporales tocamos la carne de Cristo en los hermanos y hermanas que necesitan ser nutridos, vestidos, alojados, visitados, mientras que las espirituales tocan más directamente nuestra condición de pecadores: aconsejar, enseñar, perdonar, amonestar, rezar. Por tanto, nunca hay que separar las obras corporales de las espirituales. (Francisco, papa)
A) VIDA CRISTIANA
Nuestra espiritualidad cristina se fundamenta en la vida, muerte y resurrección de un hombre llamado Jesús, el hijo de Dios. Lo que parece tan claro y sencillo, no está siempre aplicado a la vida de los que nos decimos cristianos, ni es sencillo ponerlo en práctica. Lo más común es relacionarnos con Dios de manera “adolescente” haciendo lo que nos parece más conveniente en la vida cotidiana y recurriendo a Dios cuando las cosas no andan bien, “pidiéndole realice nuestra voluntad”. Nos creemos como “dioses” para decidir según nuestro parecer y lo tenemos a “Dios como sirviente”, disponible para cuando lo necesitemos.
Crecer espiritualmente, no significa que nos vaya a ir mejor. Crecer espiritualmente “es ir dejando a Dios que sea Dios”. Es ir eligiendo volverme niño buscando su voluntad. Ponerse en manos de Dios como mi Señor, como mi único Padre, fue lo que hizo Jesús. Quien quiera ser cristiano debe procurar seguir las huellas de Cristo. Es un descentrarse de nuestro EGO egoísta y liberarnos de toda dependencia humana y material. Es un camino de liberación, de entrega, de amor…
B) CAMINO HACIA LA PASCUA
Cada año la Iglesia nos propone un tiempo fuerte, comunitario, para VOLVER A LAS HUELLAS DE JESÚS. Nadie es perfectamente, ni totalmente fiel como discípulo. Por lo tanto TODOS necesitamos de conversión, liberación… Si bien todo tiempo es tiempo de seguimiento, de conversión, de entrega, la cuaresma es un tiempo excepcional porque toda la iglesia está convocada a la misma vivencia. A lo largo de la historia ha tenido tres pilares fundamentales para encaminar nuestra vida: la ORACIÓN, el AYUNO, y la LIMOSNA. En el año que acentuamos la MISERICORDIA infinita de Dios.
Lo sembrado, lo vivido, según la profundidad que le dediquemos, será fundamental para la vivencia de la PASCUA. La cuaresma es preparación a la pascua. Nuestra vida es preparación a la muerte y resurrección. A unos los sorprende, la muerte. Para otros la Pascua es un día más o una celebración litúrgica. Proponemos PONERNOS EN CAMINO, para mejorar nuestro vivir según Dios, para relacionarnos con la muerte como un paso, y para desde ya aportar y disfrutar de su Reino Eterno.
C) APORTES PARA VIVIR LA CUARESMA
1) PERSONAL Y COMUNITARIA
“Los llamó por su nombre, para estar con él, y los envió de dos en dos”. EL llamado, el seguimiento es personal, pero para tejernos en comunidad. Por lo tanto el camino cuaresmas es para MI CONVERSIÓN, pero necesitamos de otros para volver al camino de Jesús. Por lo tanto proponemos elegir una persona como TESTIGO de nuestro caminar. Aprovechar si es necesario, a los medios de comunicación, que hoy permiten el encuentro a la distancia. Elegir una comunidad, parroquia, donde participar de las celebraciones litúrgicas.
2) EN LA ORACIÓN:
Nuestro modo de vivir es nuestra verdadera oración. Orar es dialogar, es buscar relacionarnos con Dios como único padre de todos, que nos hace hermanos de todos. Mejorando nuestra oración, mejoramos nuestro modo de relacionarnos.
¿Cómo podemos mejorar nuestra oración?
* Ser consciente que soy hijo de Dios en toda acción. Ser consciente que en todo encuentro, Dios está presente en cada uno de nosotros, de manera preferencial en los más débiles. Masticar lo que realizo y cada encuentro.
* Escuchar, ver, sentir, ahondar en la realidad que nos rodea y la de toda la humanidad. Preguntándonos ¿dónde está el trigo y la cizaña?. Teniendo claro que el espíritu de Dios esta más allá de nuestra iglesia y el mal se cuela en nuestras estructuras.
* Escucha, personal y comunitaria, de la Palabra Bíblica meditada, buscando hacerla carne en nuestra vida. En comunión con toda la iglesia tomando la lectura diaria.
* Hacernos lugres y tiempo de silencio y de estar a solas. La naturaleza es muy buena compañía. Agendar un tiempo diario y semanal según nuestras posibilidades. Sabiendo que esto no es lo que me propone el mundanismo, por lo tanto puede ser que no encuentre apoyo cercano para hacerme este tiempo de estar a solas.
* Meditar pausadamente la oración del Padre Nuestro diariamente, tantas veces lo vea posible y conveniente.
* Participar de la eucaristía, más allá de todo lo que se pueda mejorar… la eucaristía es espacio de misericordia, de encuentro con Cristo y con la comunidad.
- Anotar algo de mi vivencia diaria de oración. Si es oportuno se puede compartir con otros. (Las fotos, los momentos que mas me movilizaron, de mi camino de oración.)
3) EN CUANTO AL AYUNO
Es un buen tiempo para afrontar la lucha que tengo contra alguna adicción. Si la tengo NOMBRARLA. Hacer presente el mal que me ha causado y que he causado a otros. Dar tiempo al dolor, a las lágrimas, si son necesarias. Ser bien sincero: ¿Quiero realmente salir de esta situación o no?
* ¿Qué debo hacer?... cosas bien concretas y posibles. Animarse a ser radical. Libre de querer complacer a todo el mundo. Solamente debo complacer a Dios. La tentación más grande siempre será: “creerme que soy Dios para alguien, o que alguien es como Dios para mí”.
* Anotar lo que debo ayunar. Y proponérmelo vivir: “solamente por hoy”. Si un día no puedo, volver a comenzar, una batalla perdida no es perder la vida. Dios es paciente, y fiel, y me acompaña con paciencia y fidelidad.
* Dar una mirada a mi alimentación, contenidos y horarios. ¿Hay algo a ser cambiado, para que mi vida sea más saludable?
* La palabra dicha y la escucha. Dar una mirada a mi modo de comunicarme ¿Diálogo? ¿Hay algo a mejorar? Es bueno en este tiempo reducir mis palabras verbales y por los medios. Hacer ejercicios de escucha de la realidad y de la naturaleza, por medio de los diferentes sentidos.
* Actividad y descanso. El mundo de hoy en general está muy enfermo de estrés. Estamos a comienzo del año, y es bueno no acelerarse tanto en el trabajo o el estudio. Fijarme tiempos de descanso en el día y la semana.
- Anotar algo de mi vivencia diaria de ayuno. Ofrecer a Dios el camino realizado y charlarlo solamente con la persona elegida para ser testigo de este tiempo cuaresmal.
4) EN CUANTO A LA LIMOSNA
Nuestro mayor tesoro, es la vida donada. Y la administración de algunos bienes en bien de todos.
* Es un buen tiempo para ser agradecidos por lo vivido, por estar vivos. Agradecerle a Dios en la oración. Agradecer a los demás por lo que nos han dado. Expresárselo con palabras, gestos e incluso con algún regalito.
* Todo lo que tenemos y no lo necesitamos, se lo estamos negando a otro. Por lo tanto es un muy buen tiempo para alivianar el equipaje y liberarse de cosas en desusos.
* Mirar si hay cosas materiales que “nos atan negativamente a recuerdos” desprendernos de ellas.
* Es bueno compartir algo “que necesite, algo que no sea sobra”. Estar atento al momento oportuno que se me presente. Puede ayudar a que se dé este momento el ir a Galilea…
-- Anotar algo de mi vivencia diaria de agradecimiento, desprendimiento, limosna. Ofrecer a Dios el camino realizado y charlarlo solamente con la persona elegida para ser testigo de este tiempo cuaresmal.
D) SEMANA SANTA
Agendar mi participación en las celebraciones litúrgicas comunitarias posibles de Semana Santa. El sacramento de la “reconciliación”, sigue vigente en la propuesta de la iglesia. Con la dinámica de la total libertad para elegir con que sacerdote celebrarlo. También puede ayudar la participación en una celebración comunitaria del perdón. O una peregrinación penitenciaria hacia un lugar con ese sentido.
E) TIEMPO DE PASCUA
Jesús resucitó y nos sigue regalando la resurrección de manera gratuita, porque nos ama incondicionalmente. Más allá de lo realizado en la cuaresma, más allá de lo sembrado o cosechado,” el tiempo pascual es tiempo del espíritu para todos”. Por lo tanto estar atentos a las mociones del espíritu, a lo nuevo que necesitara vasijas nuevas.
Que sepamos elegir buena compañía para el discernimiento, entre lo que es de Dios para nosotros y lo que puede ser muy bueno pero no nos corresponde hoy.
Nacho