jueves, 13 de octubre de 2016

FIESTA DIOCESANA EN MELO- MARÍA VIRGEN DEL PILAR

Participo una hermosa delegación de nuestra parroquia San Juan Bautista , con sus 8 comunidades: de Sarandí de Barceló, Poblado Uruguay, Placido Rosas, Lago Merín, Mevir, San José Obrero, Inmaculada,  San Romero, se sumaron a las demás delegaciones, de las 16 parroquias de la diócesis peregrina en los departamentos de Cerro Largo y Treinta y Tres, para celebrar el Día de la Diócesis que, en este Año Santo de la Misericordia. 
 Contó con la participación del Arzobispo de Montevideo, Cardenal Daniel Sturla, quien instó a SALIR  a «anunciar a Cristo con alegría», porque la vida cristiana es «movimiento, acción, pero no modorra».
Convocados en torno al lema «Bienvenida tu misericordia, bienvenido seas Señor», en una jornada en que Dios nos bendijo con un cálido día de sol, los participantes de las distintas comunidades se congregaron a las 10 h, en el Teatro de Verano, para dar inicio a la Fiesta con un tiempo de adoración al Santísimo y de reconciliaciones a cargo de varios sacerdotes. 
Luego, los peregrinos partieron en procesión hacia la Catedral, encabezada por la imagen de la Virgen del Pilar, Patrona de la Diócesis de Melo.
Luego del pasaje por la Puerta Santa, comenzó la Misa presidida por el Cardenal Sturla, quien manifestó su gozo por participar en la Fiesta Diocesana y agradeció la invitación de Mons. Bodeant. Todos los bancos estaban repletos, no cabía ni un alfiler y varias personas debieron estar paradas. 
En su homilía, Sturla remarcó el papel de la Virgen María en la vida de la Iglesia. “Entrelazada la Virgen en nuestra vida y en nuestra historia porque siempre se mete con dulzura. María: vida, dulzura y esperanza nuestra”, afirmó. En este sentido, comentó cuántas veces María estuvo presente en su historia de vida, al tiempo que invitó a los asistentes a la Eucaristía a “ser Iglesia en salida porque la vida cristiana es movimiento, acción, pero no modorra”. “La Iglesia no es club de perfectos sino pueblo santo de Dios”, precisó. “Hay que salir y anunciar a Cristo con alegría”, invitó el Arzobispo de Montevideo. “Gracias, Señor, por el don de la fe, por el don de tu Madre. Que todos nosotros nos sintamos con coraje bajo el manto de María para anunciar al Señor”, concluyó.
El ofertorio fue un momento especial. Cada parroquia presentó una ofrenda que evocaba un gesto de misericordia realizado por la comunidad durante el año: se presentaron prendas de vestir, utensilios de cocina, carteles con mensajes de misericordia, etc.
Los jóvenes irrumpieron al final de la procesión e hicieron sonreír y aplaudir a los feligreses al cantar y bailar el himno oficial de la 38ª edición de la JNJ: «Tu abrazo» de Kerygma Santo Rock.
Nuestra parroquia San Juan Bautista presento como ofrenda «signo de la Misericordia de Dios» el regalo que nos ha hecho con la nueva presencia para caminar junto a nuestras comunidades diocesanas y junto a todo el pueblo de Dios, el regalo de la presencia  de la congregación Misionera San Ignacio de Antioquia, representada por Fray Adeíldo Santos. 
Un Dios que nunca castiga, un Dios que derrama su infinita misericordia,  a quienes reconocen sus faltas, las enmiendan cuando es posible, a ellos Dios le responde con signos concretos de su amor aportando su ayuda para levantarnos y seguir caminando. Donde abundo el pecado, abundara la gracia de Dios, después de la poda viene la nueva primavera. Lo mejor está viniendo.


                         Las oraciones de los fieles
            fueron encargadas a nuestra parroquia.
 Al final de la Misa, Mons. Bodeant destacó la obra de misericordia de la Diócesis: la Fazenda de la Esperanza, una comunidad terapéutica destinada a la rehabilitación de jóvenes con problemas de adicciones.
Ana Isabel, la responsable de la Fazenda, recordó los pilares del emprendimiento: convivencia, espiritualidad y trabajo. El Cardenal Sturla leyó los certificados que atestiguan el cierre del ciclo de recuperación de las dos primeras jóvenes que vivieron su año completo de recuperación en Uruguay, a quienes dio la bendición.
El almuerzo fue en la sencillez de compartirlo en la plaza junto al monumento de Gervacio Artigas.

La jornada culminó con la Cantata de la Misericordia, un espectáculo musical en el Teatro España que estuvo a cargo del grupo «Los Sanpepes» de la Parroquia San José Obrero de Treinta y Tres. Las canciones aludían a las parábolas de la misericordia (la moneda perdida, el hijo pródigo, el buen samaritano) y en todas ellas persistía la idea de que el Padre Dios, siempre ofrece a sus hijos la posibilidad de volver a empezar. Dios nunca nos deja de amar. Todo expresado como frutilla de la torta en un baile donde participaron la mayoría.
Al finalizar la presentación de la Cantata de la Misericordia Mons. Bodeant impartió la bendición final deseando un buen retorno a quienes se trasladaron desde lugares fuera de la ciudad de Melo. Las delegaciones se pusieron en marcha «con la experiencia de la Misericordia de Dios», para compartirla en sus comunidades, vecindarios , lugares de estudio y trabajo, en Cerro Chato, Santa Clara, Tupambae, Fraile Muerto, Aceguá, Noblia, Vergara, Treinta y tres, Charqueada, y las comunidades de nuestra parroquia. 

En base a la crónica y fotos de Sebastián Sansón NOTICEU

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