jueves, 6 de octubre de 2016

NUESTRO PROFUNDO PATRIMONIO : LO QUE AMAMOS - Editorial Tribuna Popular Nº 1.447

SEMANA DEL PATRIMONIO
Las distintas instituciones presentaron propuestas a ser visitadas de lo que consideran «su tesoro patrimonial».
Quizás es una muy buena oportunidad para preguntarnos ¿Cuales nuestro patrimonio más apreciado? El testimonio de Dionisio Díaz nos da una pista: «lo más valioso para una persona es aquello por lo cual estoy dispuesto a dar la vida». Seria aquello que ubicamos en primer lugar en nuestro corazón y en nuestras opciones de vida. Aquello que nos descentra de nuestro ego y nos lleva a ejercer el amor.
He aquí una de las causas de mayor stress y sentido de infelicidad de los hombres, según los estudios actuales de las culturas. La causa es «no poder priorizar en la vida, aquello que se tiene como primero en el corazón». Muchas veces tiene que ver con ¿cuánto tiempo podemos estar a diario con las personas que amamos?
La mayoría de las personas pasan más horas del días en: guarderías o con cuidadoras, en centros de estudios, o lugares de trabajo, pasan mayormente tiempo ahí, con otras personas alejadas de su familiares más queridos. Es que generalmente se piensa el estudio o trabajo según los gustos personales o según la remuneración económica y no en cuanto a la libertad para elegir el tiempo para estar con los seres queridos. 
Y después, como dice una abuela de su hijo y su nuera en referencia a sus nietos: «han cambiado el te amo, por el te compro» «el aquí estoy, por el te llamo». Se quiere llenar el vacío humano de los niños sustituyéndolo por cosas materiales. Y no solo pasa esto con los pequeños…
Sabemos que no es fácil cambiar una realidad que no solo es personal sino también cultural. Si es bueno preguntarnos ¿si podemos darle más lugar en la vida cotidiana a las prioridades del corazón? Lo que sí está a nuestro alcance es «mejorar la calidad del tiempo compartido». Si bien las relaciones profundas y verdaderas deben estar abiertas a la inclusión de otros, es también fundamental que esas relaciones de pareja, de padres a hijos, relaciones de amistad, amor a algún arte,  tengan momentos de encuentro personal desde adentro.
Las preguntas y los sentimientos son caminos para relacionarnos más allá de lo que hacemos, más allá de las dificultades y los logros, más allá de las cosas materiales. El «preguntar sobre los sentimientos y compartir desde ahí», es una buena herramienta. Por supuesto que tiene que estar la verdad y el respecto muy presente. Verdad de encuentro, de dialogo y respecto por la actitud que otro quiera tomar.
Y ya que no podemos cambiar totalmente el mundo, podemos hacer lugar para él en nuestro corazón. Por eso es fundamental para vivir sin stress y más felices, la clave está en «amar lo que hacemos» especialmente buscando «relacionarnos con las personas de manera positiva». Es decir «aumentar nuestro patrimonio afectivo» amando al prójimo en cada momento. Dicen los que saben que el tiempo contado como vivido es aquel en el cual «amamos». En nosotros esta «ensanchar nuestro corazón a las relaciones de la vida cotidiana» o vivir solo algunas horitas diarias o semanales cuando estamos con los que nos aman.
El Colibrí

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