viernes, 22 de noviembre de 2019

EL PUEBLO SE MOVILIZA… UNA MIRADA DESDE JESÚS


 EL PUEBLO SE MOVILIZA
UNA MIRADA DESDE JESÚS
Hay momentos históricos donde el pueblo sale a las calles a protestar contra algo, contra alguien… porque ya no da más… Y esta masa humana no es comandada por ningún partido político, ni caudillo…. Es el pueblo oprimido, en su diversidad de votantes, diversidad de reclamos, que coinciden en estar insatisfechos, explotan haciendo visible su grito en las calles…

Junto al trigo crece la gramilla, en cada persona y movimiento... La bronca, y algunos amigos del delito, son causantes de destrozos y actos de violencia.  Que dan la posibilidad a algunos medios de prensa al servicio del poder, de desacreditar al pueblo, que en su mayoría reclama pacíficamente, centrando la información en estos hechos negativos…

Hay un momento de caos, incluso pueden haber pérdidas humanas y destrozos materiales. La movilización del pueblo es como una represa “que revienta” y se lleva todo por delante.
Hasta que a mayor o menor tiempo, después de una primera instancia de represión de parte del poder, se plantea la posibilidad de diálogo y generalmente el poder político, tiene que escuchar y contemplar los reclamos del pueblo... Y vuelve la pacificación y la lucha democrática electoral. 

Siempre las fuerzas armadas, que tendrían que estar al servicio del pueblo, al comienzo del enfrentamiento se ponen de parte del poder enfrentado al pueblo o no defendiendolo. Lo más escandaliza de la historia es cuando estos servidores de la patria, se creen, o les hacen creer, que ellos son los salvadores de la convivencia humana, implantando una dictadura militar…El pueblo no los puede comprar, porque no les puede ofrecer nada institucionalmente, solamente una mayor justicia social, que será bueno para el soldado y su familia, pero ellos se deben a la institución… que reitero, se prostituye para el nacional o extranjero, que les ofrece mayores beneficios.

Nuestro continente, está en un momento histórico de “ebullición”. Los pueblos se movilizan contra gobiernos de derecha y de izquierda. Quizás el hilo de la disconformidad generalizada es la “escandalosa desigualdad creciente, entre pocos que acumulan mucho, y la gran mayoría que de vivir mal o más o menos bien, llega un momento en lo pierde todo, o se endeuda, transformándose en dependiente del poder".
TIEMPOS POSTERIORES A JESÚS
En tiempos de Jesús, había un poder romano, que mandaba en la región. Cobrando injustos impuestos, con un ejército que imponía el orden a su favor. En la oposición había distintos intereses y manifestaciones. Desde intereses políticos, incluyendo algunos la lucha armada, hasta intereses religiosos, culturales o comerciales.

Los últimos profetas como Juan el Bautista y Jesús, que habían despertado una esperanza... habían sido cruelmente asesinados por el poder. También varias revueltas armadas de los Zelotas y otros grupos armados, habían sido aplastadas por los romanos.

Eran pocos los que gozaban de privilegios en la región, pero estaban bien tejidos sus intereses. Los insatisfechos eran la inmensa mayoría, pero estaban dispersos “como ovejas sin pastor” cada uno buscando su propia supervivencia o su modo de enfrentar al poder.

Los sacerdotes del templo, estaban en desacuerdo con la dictadura romana en su forma de gobierno imperial y religiosa de adoración al César. También ellos sufrían el aumento injusto de los impuestos. Pero habían “negociado” que se les permitiera tener su templo y su propia manera de recaudación, basada en la ley de pecado y ofrenda a su Dios.

Aparecieron otros profetas que en nombre de Moisés, de David… realizando signos de curaciones, liberando de demonios, e incluso prometiendo una prosperidad económica y el alcance del poder político con la fuerza de Dios, hacían una lectura de la realidad, tomando en cuenta los problemas morales, las catástrofes climáticas, la inseguridad social... para en esa realidad oscura, presentarse como los enviados, para un nuevo amanecer, donde lo religioso vencerá al mal. Piden un cambio en el modo de vivir, mayor oración, ayunos, volver a comportamientos morales, y familiares de la antigua alianza, cumpliendo la ley…

Todos los Romanos que vivían en la región comerciantes o soldados, los Saduceos encargados de implantar la justicia, los Escribas que eran los que habían tenido posibilidad de algún estudio, los Fariseos que eran los piadosos religiosos, los Esenios que vivían como monjes apartados en las montañas, y los Sacerdotes del templo… todos tenían grandes diferencias entre ellos, pero había “como un pacto político”  para que todo siguiera igual. Todos de una manera u otra estaban “separados” del pueblo, a quien consideraban ignorante, inmoral, pecador…

Estas minoría privilegiadas, estaban muy ocupados en mantener, o dilatar sus estructuras, por lo tanto eran ajenos a los intereses del pueblo. Y no percibía la gravedad del momento, ni lo que se estaba encendiendo en medio del pueblo. Los mismos que no pudieron reconocer a hijo de Dios en la persona de Jesús, porque se presentó, vivió y murió, como un pobre campesino cualquiera; ahora no pueden descubrir el Espíritu de Dios que se manifiesta en búsqueda de liberación en medio del pueblo. Ninguna de las estructuras de poder, podía permitirse ver a Dios en medio del pueblo que ellos tenían por debajo de sí mismo. Para la élite, dios estaba con ellos, o sobre ellos, como lo era el César, la Ley, el grandioso Templo…

Los profetas como Juan el Bautista, Jesús, los discípulos, el mismo Pablo, si bien nunca tomaron un arma, eran considerados por los opresores como “sediciosos”. Se los acusaba de ser amigos o defensores de gente despreciada por parte de los grupos conservadores.
UNA MIRADA DESDE JESÚS
Ayer, hoy y siempre Jesús nos dice la misma Buena Noticia: “Dios está en medio de su Pueblo”. Y solo aquellos que vivan como pueblo, lo podrán reconocer en medio de las diversas voces que se manifiestan en la muchedumbre diversa.
   
Si yo me pongo sobre o aparte del pueblo, me puedo creer “mejor” y  me alejo del Jesús nazareno, el nacido en un pesebre, obrero, profeta itinerante, crucificado entre pecadores y que se manifestó resucitado en galilea en primer lugar a unas mujeres.

Quien no escucha, quien no siente en su propia vida y cuerpo, el clamor del pueblo, quien no grita y lucha junto al pueblo no puede entender ni ser parte de la propuesta del Reino de Dios. Y seguirá adorando templos, señores, sanadores, embustero, leyes, normas, de purezas, imágenes, ritos… Y lo peor de todo es que serán parte de la violencia de la desigualdad, de la clasificación, e incluso de la violencia que derrama sangre, serán parte por participación o indiferencia, los que eligen ser parte de los intereses de las élites o se apartan del pueblo por creerlo impuro.

La propuesta de Reino de Dios es inclusiva. Todos necesitamos de un cambio de vida, pero somos aceptados con nuestra historia y presente. Por eso los que quedan fuera del Reino son los que se excluyen considerándose superiores o puros. Por lo tanto se autoexcluyen...

Es del corazón del hombre que salen las malas intenciones. Y la primera opción de corazón que tenemos que hacer es sacar al dios que promete seguridades, felicidad, dios llamado “dinero”. No se puede amar a Dios y al Dinero. La traición al pueblo es siempre por intereses economicos, o por querer salvarse a sí mismo. Por lo tanto: “nadie que no esté dispuesto a entregar su propia vida, podrá ser un servidor del pueblo”.

La propuesta de Jesús no se identifica con ningún partido político, ni siquiera con las estructuras religiosas que tienden a repetir los sistemas de dominación y exclusión, de los intereses de los poderosos. La propuesta de Jesús es tan simple que la puede entender un niño o un analfabeto, es de presentar a Dios como Padre Madre de todos, que nos hace hermanos entre sí. Por lo tanto nadie entre nosotros debe ser tenido como superior, porque hay uno solo que es Dios. Ese Dios que se manifiesta en cada uno siendo su templo viviente. Lo que le hago a uno de mis hermanos se lo hago a Dios. Y como en toda familia hay preferidos y los preferidos de Dios son los más pequeños, los más frágiles, los golpeados… que muchas veces por su falta de amor, tienen actitudes fuera del amor.

Mi reino no es de este mundo, nos aclara Jesús. Sabemos que los hijos de las tinieblas son más astutos que los hijos de la luz, y la violencia, la mentira, el poder de unos pocos, es un monstruo grande que pisa fuerte. Por momentos vencemos al mal, pero él también se vuelve a organizar con hambre de poder, hambre de acumular bienes materiales, hambre que se alimenta de vidas humanas... Sin olvidar que propuestas políticas que comenzaron bien, también después pueden transformarse en lo que combatieron. Y que a lo largo de la historia se utilizó el nombre de Dios incluso para guerras llamadas santas, o para excluir a pobres y pecadores de la mesa donde se dice está el señor... Todas las religiones tienen líderes que utilizaron a Dios para sus intereses personales o estructurales... En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo se han bendecido ejércitos, revoluciones armadas, riquezas acumuladas, dictadores, ricos, y circos o liturgias que distraen al pueblo…

Y la humanidad continúa haciendo su camino de salvación, porque Dios es fiel a la promesa del envío, de la presencia de su Espíritu Santo, en medio de su pueblo. Especialmente en los bienaventurados, los pobres, los que lloran, los mansos, los misericordiosos, los perseguidos por causa de la justicia... porque de estos es el Reino de los cielos... Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa... Así le fue a los verdaderos profetas de Dios y al mismo Jesús… Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos.

Nacho. blogger.com. colibri tumpa

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