ALGO VA A PASAR
En el octubre misionero, regreso desde Bolivia Ines Ackerman, de Ombúes de la Valle, Colonia, a
quien le gusta ser llamada simplemente Pocha. La recibimos el domingo 20 días
de las misiones, en Fraile Muerto, para escuchar su testimonio. Cuando queremos
escuchar a alguien, cuando queremos recoger algo de la vida de alguien... no solo
hay que escuchar sus palabras, también hay que observar su modo de vivir.
Pocha en estos días estuvo entre nosotros con una actitud DISPONIBLE,
para lo que la invitamos y le pro pusiéramos. Nos acompañó con una sonrisa en
su rostro, que era fruto de una PAZ INTERIOR. La alegría y la disponibilidad
fueron dos características de esta uruguaya, que según ella, después de estos
dos meses en el Chaco Guaraní: “Ya no soy la misa”
-¿Por qué el ir como misionera?
- Desde los 15 años soñé ser misionera. Después me casé,
vinieron los hijos… Y ahora a los 50 se planteó la posibilidad de ir a Bolivia,
por medio de un intercambio misionero que tenemos la bandada de Colibríes, y
sin pensarlo mucho fuimos enviados con dos jóvenes de Toledo: Agustina y Maxi.
- Dios cuando siembra un sueño en una persona, es fiel. ¿Quiénes
los recibieron allá?
- El primer tiempo aterrizamos en la comunidad de las
hermanas Franciscanas del Verbo Encarnado. Dos italianas y dos uruguayas de acá
de Fraile Muerto (Graciela y Rosa). Fue fundamental este tiempo, para poder ir
entendiendo algo... de otro mundo… Y estar unos días en comunidad que te exige
salir de ti mismo y te enriquece con los aportes de personas bien diferentes.
La hermana Zita una italiana que está en el Chaco desde hace muchos años, nos marcó
mucho en el sentido que lo principal de la misión es el SERVICIO, gratuito y
con alegría, en las pequeñas cosas de cada día. Graciela era nuestra Mburuvicha,
nuestra Guía. Y Gracielita una joven que adoptaron las hermanas era la que nos
sacaba a la calle a conocer la vida del pueblo.
- ¿No cayeron como paracaidistas y se pusieron a hacer sus cosas?
- No, fuimos muy bien recibidos y llegamos disponibles a lo
que nos pidieran apoyar. Participamos de la marcha Franciscana con 500 jóvenes
caminando para recibir el perdón de Asís, por los caminos polvorientos del
Chaco, unos 80 K.
Apoyamos el trabajo que ellas hacen con niños, la pastoral en
la parroquia… pero por sobre todo lo fundamental son los vínculos, la
convivencia, más cuando uno está en otro país, con personas de otras culturas…
todo un desafío muy exigente, que creo salvamos el examen con buena nota ja ja
ja
- ¿Y después?
- Nos vino a buscar un joven sacerdote Guaraní. Que ya al
esperarlo y en el viaje nos dimos cuenta que los indígenas tienen otra relación
con el tiempo. Y que si uno va programado a lo occidental, no aguanta convivir
con los indígenas y se pierde las riquezas que hay en su cultura.
- Los indígenas ¿Tienen otra relación con el tiempo?
- Si, especialmente cuando se presenta una dificultad o
cuando hay algo para decidir, ellos tienen la expresión “Algo va a pasar”. Para
nosotros los uruguayos que somos muy racionales y todo lo queremos ver pronto,
esta propuesta de vida nos despierta preguntas ¿Cuándo, dónde, qué…va a pasar?
Y ellos los guaraníes si los escuchamos nos dicen:
No lo sabemos si no
vamos hacia adelante
No lo sabemos si no
caminamos
No lo sabemos si no
soñamos
Puede estar pasando
ahora
Pudo haber pasado
Podrá pasar mañana
¿Cómo será?
- Realmente es otro mundo,
es otra manera de relacionarse con la realidad.
- Sí, Yo creí en ese “algo va a pasar”
Viví dos meses con personas guaraníes que me hicieron ver
que todos los días “algo va a pasar” y yo preguntaba: - ¿Qué va a pasar?
Y en una hermosa sonrisa silenciosa, estaba la primera respuesta.
Me hicieron ver que no alcanza un tiempo determinado para
vivir la realidad del pueblo, de una
comunidad, de una familia… la realidad de quien tengo alado, que creo que
conozco y no es así. La realidad se conoce en el tiempo, en el sentir que eso que va a
pasar, te hará feliz, porque viene de Dios, ES VIDA, y está detrás de ese
presente de dificultad o de incertidumbre.
- Un tesoro de la cultura Guaraní.
- Que no todos los misioneros lo descubren… Este modo de ver
la vida de los indígenas guaraníes, solo se puede ver, conocer, viviendo la
cotidianeidad con ellos, dispuestos a aprender. Más bien escuchando y hablando
de lo que ellos quieren hablar. Preguntando.
El aprender mutuo se da en el Con…vivir, con el otro.
- ¿Y cuál fue vuestro aporte como uruguaya?
- Preguntando a los hermanos guaraníes sobre nuestra visita
como uruguayos, me respondieron: - que ha sido y será importante que vengan a
CON…VIVIR, con ellos, a bañarse con un vaso de agua, a porear (matear), a
trabajar, jugar, hablar, soñar… juntos. Que vengan a escuchar al afligido, por
problemas de enfermedad, problemas familiares, problemas de no saber qué hacer…
- ¿Valoran la visita?
Si, decían:- Para nosotros los guaraníes, que alguien haga
un viaje tan largo, como ustedes de Uruguay, y venga a estar con nosotros,
significa mucho, nos hace sentir queridos. Y en ese com… partir, podemos unos y
otros tomar decisiones importantes para la vida. También nosotros aquí podemos
mejorar nuestro trabajo de hoy. Contarles cómo vivían nuestros antepasados,
nuestros abuelos, nos ayuda a recordar todo lo bueno que corre por nuestra
sangre y todo lo que hemos adelantado.
- ¿En qué te sientes distinta?
- Allá en el Chaco y acá en Uruguay hay dificultades, lo que
ha cambiado en mí, es lo que los guaraníes me enseñaron: - que ante cualquier
dificultad, hay que creer que “algo va a pasar”, que Dios puede sacar algo
bueno de esa dificultad que estamos viviendo. La esperanza está en que “algo va
a pasar para bien”. La dificultad se agranda, nos envuelve si nos quedamos
paralizados por el miedo o la angustia. Hay que seguir andando nomás… para
adelante.
- Hay que seguir andando nomás…
- A veces no vemos claro el presente o el futuro, porque algo “obstruye el alma” y por eso hay
que andar aunque no se vea el mañana. En el andar iré viendo a donde tengo que
ir… Nosotros somos muy racionales, preocupados por lo que va a pasar, y queremos
saberlo todo, incluso el futuro. Después sufrimos cuando las cosas no salieron
como queríamos, y nos perdemos de disfrutar “lo que pasó”. Lo que realmente es.
- ¿Es otro modo de relacionarse con la realidad?
- Esta cultura es amiga del tiempo. Y el tiempo no se cuenta
según el reloj. El tiempo es válido según el encuentro con el otro, con la
naturaleza, según la esperanza, según la vida. Allá uno se da cuenta que por acá
corremos y corremos y la vida se nos va. Trabajamos mucho, planificamos y no
contemplamos el presente, no lo disfrutamos así como es. Allá lo principal es el tiempo compartido, sin
importar si tengo silla buena para recibir al otro, lo importante es recibirlo.
Sin importar si mañana tendré comida, lo importante es hoy compartir lo que
tengo. Sin importar el qué hacer, los haceres, lo importante es que estemos
juntos, que nos encontremos. Es vivir aquí y ahora el amor…
- ¿Es una espiritualidad de vida?
- El espíritu es el guiador, en cada circunstancia. Él nos
guía en el camino, en las decisiones. Él nos guía en los encuentros. Él nos
guía en las noches… siempre el hace que “algo pase para bien”. Pero hay que
confiar en el espíritu y no quedarse empantanado en el pasado. Son
contemplativos, y descubren el soplo del Espíritu en cada momento.
- ¿Algo más?
- Solo me queda agradecer a estos hermanos, a los que les
digo “ya no soy la misma por dentro, no sé qué será de mi vida, pero se, confió
en el guiador, que algo va a pasar”… como pasó, regalándome este viaje, siendo
enviada por tantos, siendo recibida por tantos, habiendo co…partido tanto…
desde muy dentro. Yasurupai, gracias.
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