jueves, 30 de enero de 2020

LA LUZ ES PARA PONERLA SOBRE LA MESA... PARA TODOS LOS QUE LA BUSQUEN... Marcos (4,21-25)


EL REGRESO A CASA
La palabra bíblica sigue siendo nuestra brújula. 
Al regresar a cada una de nuestros "paisajes" donde tenemos que seguir intentando llegar a la flor, a la tierra sin mal, sin olvidar que somos un tesoro, hoy compartimos palabras de luz, sabiendo que hay voces de cascarudos y otros bichos que nos dirán "que no podemos", o que lo vivido fue "mentira"...

La semilla a sido sembrada en cada uno de nosotros.
veces la planta sembrada en tierra buena es descuidada, esperando que esta de frutos sin esfuerzo alguno... y la semilla que fue recibida en una tierra más "pobre" es cuidada cada dia y nos sorprende con los buenos frutos.  Marcos (4,1-20)

Una de mis últimas fotos del campamento fue la de Marcelo.
Es un espejo, que nos devuelve mucho de lo que hay dentro nuestro. Con su entrega y su fragilidades, con su belleza y diferencias, VISIBLES, nos revela los miedos, dones, heridas, ternura, rechazos... que tenemos dentro nuestro.
No se necesita tener todos los dedos de manos y pies, para caminar siendo parte de esta bandada colibrí, ni para aportar lo que se puede aportar... Nuestros cuerpos, nuestras almas, han llegado con heridas o pérdidas... y sin embargo aquí encontramos un "hospital de campaña", sin muchos elementos tecnológicos, ni especialistas... Sí, con personas que estuvimos dispuestas a recibir al otro como venía, a darle lo mejor, a pedirle lo mejor de si mismo... y eso sana.
Mi madre se maravillaba, ante el lavarropa, dando gracias por tenerlo, por los que lo inventaron. No siempre existieron y no todos hoy lo tienen. El mundo consumista nos pone nuevas zanahorias adelante, y no nos da tiempo para agradecer disfrutar de lo que tenemos... y tenemos mucho mas que muchos...
El campamento fue entre seres humanos, por lo tanto también tuvo de lo otro... cada uno de nosotros lo tiene... Aquello que no es tan bueno en cuanto a palabras, gestos, acciones, pensamientos, sentimientos... Este es buen tiempo para recordarnos en las relaciones y ver lo que hay que seguir conociendo, puliendo. Siempre es mas fácil ver la viruta en el ojo ajeno, que verla en el nuestro.

Y algo fundamental, es lo que decía un amigo " me llevo el desafío de vivir lo que vivi aca en mi realidad"... La vida cotidiana no es un campamento... pero cada uno de nosotros puede ser un acampante en su realidad.
Esto no comienza con nosotros, mi madre me contaba esta mañana, que en otros tiempos tuvo  cardenales y canarios en jaulas... y eso la enjaulo a ella muchas veces no permitiéndole salir. Así somos los seres humanos, a veces creemos que "con nosotros" se pasa mejor, y al pez lo ponemos en la pecera...
Hoy mi madre con 90 años disfruta cada mañana de dar alimento a los pájaros que quieren venir a su vereda... Vivirán como pájaros, morirán como tal... Seguro que en la jaula podrían vivir mas años y tener mayores seguridades... Seguro que de regreso a casa, algunos, algunas tendrán problemas con las rejas, con los dueños, con sus ataduras...
Y los amigos de los amigos, se van haciendo amigos entre si...
Ya tenemos tantos nidos que no los podemos contar... El músico se transforma en asador, la visita en señora de la casa, los papás en abuelos, los jóvenes van creciendo, las soledades son habitadas, los que estuvieron siguen estando de manera plena, los que no fueron al campamento gozan del dia despues...
¿Que hago con mis piedras?
 Realmente es difícil expresar con palabras lo que siento y todo lo que se movió en mi espíritu con lo vívido, y por eso es que aún estoy haciendo el proceso y en cada palabra que he ido cruzando con las personas que voy tratando después de volver de allá, siento que vuelvo mucho de lo recogido.
Los otro encuentro fueron super especiales y emotivos, pero ninguno superó tanto como éste.. Movió cosas en mi que son inexplicables.. Fui absorbiendo cada cosa que me decían, que veía o vivía de una forma que nunca me había pasado y eso lo noto más que nada ahora, al regresar, estoy llena completamente de amor y es algo que nunca me pasó antes.

Me pasa que noto cambios en mi entorno, en mi familia, vine con una vibra diferente, que voy transmitiendo en casa pasó, y sin ser necesario palabras ellos lo sientes y sanan al igual que yo. Antes de irme mi hogar era solo tristeza y desde que volví, florece el amor y la alegría, y no es solo xq me extrañaron hay algo más...
Definitivamente algo pasó, y en mi caso, pasaron MUCHÍSIMAS cosas y siento que aún siguen pasando..
Gracias infinitamente...
Somos águilas, somos mariposas, somos colibríes... que por poco o mucho tiempo vivimos como gallinas, enjauladas, picoteadas, picoteando... buscando volar o intentando que otros vuelen... La mirada cada día al sol, la escucha de La Palabra Bíblica, de cada día... encuentros, comunicacion, recuerdos, de personas que nos ayudaron a cambiar la mirada sobre nosotros mismos, sobre nuestro pensar, sobre nuestra cuerpo, sobre nuestro modo de relacionarnos... nos darán alas.

Todo necesita su TIEMPO, el desprendimiento de alas rotas... y lleva tiempo el que salgan plumas nuevas... Hoy si podemos decir "no se que sera de mi vida, pero solo se que ya no soy el mismo por dentros"... valio la pena participar del campamento. No olvidar que seguir a Jesús, emprender vuelo, exige desprendimiento, no solo de jaulas... también de seguridades y buena comida... Seguirlo, es una locura de fe... 

miércoles, 29 de enero de 2020

“Síganme... y yo los haré pescadores de hombres” Jesús (Mateo 4:19) IX CAMPAMENTO TEOLÓGICO DE ENCUENTRO COLIBRÍ

“Hay gente que reza unida,
que entiende de Diversidad y de Amor,
de Luchas y Derechos,
de Libertad y de Paz,
con ésas estoy yo”
Carola Silva
“HOY ME ENCONTRE CON EL PESCADOR DE HOMBRES”
Tornase enero, cada vez más, mes de mochila y “estrada” (ruta). Apenas llego del aterrizaje a este año lunar, algo llama la atención a mis sentidos.

Yo no sé si alguien en casa, me creyó cuando dije “-voy a un campamento teológico” pero bueno, allá fuimos, curiosidad de dragón misterioso que quiere saciarse todo y ahora. Eterno Enero para mí que se entrega para ser explorado.

Tenía la promesa de alguien, que con lo poco que me conocía, aseguro que me sentiría como pez en el agua. Y así fue, porque aquí no andamos a medias, sino que vamos con todo el cuerpo.
Pero definamos un poco de que se trata esto, la teología es una “ciencia que trata de Dios y del conocimiento que el ser humano tiene sobre él”. En este IX Campamento Teológico, con toda humildad, esa ciencia se vuelve encuentro entre los Colibrí Tumpa, movimiento que surge con el cura Nacho, otro cura franciscano que lo llaman Tarcicio y por sobre todo esta fecundidad comunitaria se da porque es fecundada en y por el pueblo Guaraní, allá por el chaco Boliviano, desde el primero de enero del 2003.

A Nacho lo conocí el año pasado en mi trabajo, en un club de niños Los Picapiedras, salesianos, y como buen sacerdote misionero, rompió mi cabeza aburrida de discursos ordinarios. Mi necesidad de adoración había quedado saciada con una mirada panteísta del Todo pero me sentía en un debe para con el lugar que ocupaba y en él encontré un espejo de muchas de mis ideas y preguntas, aún más.
MI LLEGADA, E INTEGRACIÓN A LA BANDADA EN LAGO MERÍN.
Es en esa búsqueda de respuestas que camino ahora al encuentro de la casa donde están todos. Y todos son una rueda de más de veinte personas sentadas en la baranda de lo que llaman la casa común. (Lugar que es realmente un desafío de convivencia entre gente muy diversa, que hace sacar lo mejor de nosotros mismos y toca heridas que pueden ser curadas.... es una casa que nos deja toda la piel histórica, sentimental, corporal, a la intemperie).

Acusó nombre y profesión que no dice nada pero es un comienzo. (Así fue mi llegada, cuando en ese momento sagrado que es la sobremesa, se da la posibilidad de la palabra a los que llegan, a los que parten ... se escucha la palabra del día, y desde ella se ofrecen voluntariamente para la cocina, la liturgia... se proponen caminatas, fogones... sin faltar el canto de Silvio Rodríguez y tantos otros compañeros).

ACA, LANZARSE AL AGUA ES LA DISPONIBILIDAD PARA PARTICIPAR
Esa rueda termina y luego todos van de aquí para allá en un caos armónico que le llamo fluir. Me acomodo en un cuarto y otra pequeña rueda se forma para seguir aportando para todos, preparando la celebración de la noche. Me piden colaborar, yo quiero playa, pero me insiste y para eso estamos. (Ese fue mi primer paso inconsciente, como por amor a la bandada, que me hizo entrar en esta espiritualidad; aquí vinimos para darnos... no por una ley, y si por el amor que te convoca.)

 Más o menos entiendo la idea de lo que se quiere realizar, y me zampa la tarea de “vos tenés que convocar”, cortar el momento para pasar a otro. Preciso arena y agua, necesito encontrarme de nuevo, allí hay una energía tan enorme que me descoloca. Me voy a la playa, allí encuentro algunas caras que vi en la ronda, sin mucho diálogo, dejo mis cosas y me meto al agua. “Convocar” “convocar” … cómo?, son colibríes, cómo llamo a los colibríes?, si recién llegó?.
ENCUENTRO SAGRADO DONDE NADIE SABE LO QUE VA A PASAR
La introspección acuífera se volvió casi una meditación que se llevó la tarde. Al regreso ya todos se movían hacia la Capilla Stella Maris de Lago Merín que nos esperaba con varias banderas de esta América Latina: Uruguay, Brasil, Colombia, Argentina, Paraguay, Bolivia, la de la diversidad y paz, incluida la de los pueblos Mapuches.
La celebración comenzó enseguida de las 20 hs., y consistía en recorrer diferentes estaciones a las cuales la llamaron “nidos”. Había 13 nidos con los más variados temas en los cuales un compañero o compañera exponía a los visitantes la temática, contestaba preguntas, saciaba diálogos. En aproximadamente media hora pude recorrer unos pocos nidos representados por una compañera de la Rioja, presentando a un obispo Angelelli, que fue canonizado por su labor en defensa del pueblo durante la dictadura argentina;
Corrientes con sus sabores típicos. Algunas compañeras uruguayas presentaron nidos con la experiencia de misión en Bolivia, otra en Oriente, porque este es un grupo que viene y va; una performance de la mirada y un nido joven que declaró con orgullo diversidad y feminismo. Se imaginan que se puede sentir por primera vez, en un templo católico habitado de esta manera...
Cuando quise seguir me avisaban, que había que “convocar”, es decir que me tocaba unir en una rueda a esa feria diversa, unir en un solo nido a todos los nidos.
Cómo explicar, dirán no es para tanto, pero el corazón parecía un tambor desbocado golpeando el pecho y es que ese grupo amigable tiene sus reglas y no cualquiera entra por más invitación que se tenga. Entonces un grito surgió de mi garganta, el grito de “Colibrí” que hizo parar todo, erizó la piel, abrió los ojos, dejó en pausa a todos. No era cualquier grito, sino un llamado reiterado pretendiendo ser armónico en dos pasos con diferente terminación en su propia palabra. Me largue como un equilibrista en una cuerda y sin red, y a cada grito el templo me daba pulmones que
no sabía que tenía. Ese momento fue un conocimiento hacia mí misma, había un grito que me gritaba por dentro. Me volví grito y los hice gritar. El llamado estaba hecho y yo estaba adentro de cuerpo entero.
HAY VECES QUE DESEARÍAMOS SALIR DE ESTE MUNDO, 
ACÁ LO DE MUNDO SE VIVE DIFERENTE
Terminada la celebración yo no puedo explicarme lo que me ocurrió allí a más de estas letras, porque continué extasiada con las guitarras y el canto de voces que cualquier The Voice hubieran pulsado inmediatamente. Por momentos, contuve las lágrimas. No podía creer lo que estaba sucediendo, había encontrado lo que buscaba hacía tanto tiempo. Buscaba la normalidad de la gente que cree, creyendo con lo que tiene, dando de lo que sabe y eso es un tesoro impagable, el no enajenar las ideas y las acciones en pro de un “recato cristiano” que dicta el rito.

En ese momento y durante el fogón del día siguiente escuche junto a tambores y guitarras, cantos de “himnos” de libertad de compositores americanos y uruguayos que nunca los había escuchado en vivo.

LA FAMILIA QUE TODOS SOÑAMOS... Y QUE ES POSIBLE...
El segundo día despertaba su magia. Mate, playa, colaborar con la limpieza de la cocina, acá todo se organiza colectivamente para que no se haga pesado para nadie. Durante ese día, entregue parte de mi historia a algunas compañeras y ellas me regalaron sus vivencias, sus lugares, su “américa” en todos los sentidos.

El sol del mediodía también regalo cantos, y voces que costaron salir de la emoción, resúmenes de amor en lo vivenciado de este encuentro. Ese era el hilo que nos unía: el Amor. Esta vez, la pequeña rueda de la planificación de la celebración me tuvo firme, había algo que quería regalarles de mí y de lo que se. Esa noche me transformaría en cuento.

NO SOMOS GUSANOS, SOMOS ORUGAS LLAMADOS A SER MARIPOSAS
Esa celebración era en especial para alguien que sin Tiempo, llega a su propio tiempo. Reiterada canción de bienvenida. Templo lleno, cada uno sintiéndose viviendo el evangelio donde Jesús llamó a cada uno por su nombre a encontrarnos junto a este lago de Galilea.... Para llegar hubo que superar obstáculos, hacer oídos sordos a voces que no creían en nosotros, o no ven este tipo de encuentro... Pies descalzos que anuncian palabras traídas en mis sandalias y ¡que comience la función!.
Aquel gusanito pequeño, antes de que se dieran cuenta que era una oruga que renacía para cumplir un sueño desplegando sus alas, tomó la atención de chicos y grandes e hizo participar sorpresivamente a tres integrantes osados de la platea... que eran voces de la sociedad, de nuestra propia familia, de amigos, que nos quieren como se quieren... sin alas.
 Obra que algunas veces ya la había representado, pero esta vez fue distinto, era yo misma que estaba transformando en mariposa, y cada una de las miradas me decían que también hoy ellas descubren o reafirmaron que se puede...

Pies a las sandalias y un mar de aplausos que me hicieron hacer un esfuerzo enorme para contener las lágrimas. Me había transformado en un colibrí.

IGLESIA EN SALIDA... EN MEDIO DEL MUNDO, SIN JUZGAR... 
PROPONIENDO ALGO DISTINTO
Fuego, canciones y luego, la nocturnidad que nos llevó a la antesala de la discoteca en medio de la calle lagunera repleta de multitudes. Allí un grupo de la gran familia colibrí hizo presencia como quiso, bailando en rueda. Los ojos de todos se posaban en nosotros eventualmente mirando a estos locos que se divertían bien, creyendo que el “presente es hoy” y que hay que vivirlo con ganas. Las chicas jóvenes bailaban como querían, nosotros como podíamos, aunque no restábamos nada. La “foto” del día fue verlas bailar, divertirse con todo su cuerpo, con todo sus movimientos sensuales y rítmicos, y sentirlas cuidada por todos nosotros.

Ojalá que todas nuestras chicas puedan ser como quieran ser y vuelvan vivas a casa. Contar esa imagen al otro día, me llevó a las lágrimas, porque vi a mis hijas en ellas, vi a mis nietas que serán futuro, vi a tus hijas y a todas las mujeres que tendríamos que cuidar. Vi a las que no fueron cuidadas o que creyeron que no necesitaban de cuidado... Me vi a misma, te vi a ti...
QUIZÁS LLEGO EL DIA MAS DIFICIL... 
AUNQUE SABEMOS QUE EL DIA DESPUES ES MUY DURO PARA MUCHOS.
El sábado transcurrió tranquilo con su pequeño caos habitual de idas y venidas. Charlas entregándose a oídos pacientes, personas que se van, otras que llegan. Hoy tocaba misa con cuatro sacerdotes amén de uno, así que la labor ya estaba más que garantizada con el rito habitual. Aunque nada puede ser normal o demasiado estructurado si estamos “nosotros”.
La misa fue bonita, única a lo que han visto mis ojos y mis oídos, más cuando guitarras y voces cantan “Mi Revolución” de la banda Cuatro Pesos de Propina, himno de mi espíritu y corazón. Hubo “regalos”, mensajes y bendiciones de los presentes en carne y de los presentes en espíritu, que eran muchos como guardianes del altiplano. Estábamos los que estavamos, los que estuvieron, y los que solo Dios sabrá donde estaremos en el próximo campamento...
Como dice el amigo, que le puso letra a este movimiento: cada uno en estos días, pone su mirada, con los ojos que tiene... en la piel desnuda o piernas cruzadas... en lo inclusivo... en los niños... en los abrazos que dicen mil palabras dichas y de las otras... en la tormenta y lluvia... en que podría ser distinto o en lo que fue, en lo que falta... o en ese misterio del encuentro entre distintos que para nada es de perfectos, ni de gente que vive totalmente el evangelio.... simplemente juntos, siendo, dejando al otro que sea... se da el milagro...
ELEGIMOS NUESTRA REINA
Después, fogón mañero de lluvias que se rindió al final con palabras que lo endulzaron, volviéndose estandarte después, en manos de un misionero que sabe. La reina tenia su corte, mientras nosotros elegimos nuestra propia reina: la comunidad circular, donde todos y todas nos descubrimos como un tesoro.
Himnos libertarios otra vez cantaban, candombes de mi país escondidos en la memoria surgían en las bocas afiladas de los que cantan y de los osados que acompañan.... a la vuelta de una gran fogata.  Al otro día, habrían despedidas evitadas, pero uno nunca se va de los corazones que se abren...
Ya han pasado casi cuatro días y si me preguntas que me paso allí, en este encuentro teológico, yo no sabría responderte. Sé que me junte con mucha gente hermosa, que trajo a otra gente en su corazón, de muchas partes de esta América, con un lazo impresionante de Amor y que eso generaba una fuente de energía que me traspasó y me transbordo. No sabría explicar más, Soy lo que siento y siento mucho. Como dice el amigo que me miro y me invitó: me vine embarazada del campamento... y se que no soy la única, y que hay embarazos masculinos... algo pasó y algo va a pasar... Como dice la palabra de hoy "la semilla fue sembrada y hay que cuidarla"

Ana Carola Silva Cardona

P.D.: Si escuchan a un Colibrí que los llama,
atrévanse a vivir esa experiencia.

domingo, 19 de enero de 2020

INICIO DEL IX CAMPAMENTO DE ENCUENTRO TEOLÓGICO EN LAGO MERÍN




¿Vamos a La Laguna…?
Con esa invitación iniciamos un camino de encuentro y reencuentro, con nosotros, con el otro…con Dios.
El Campamento de la Laguna Merín pautado para el 18 de enero arrancó mucho antes, días, semanas, meses antes. Arranca con esa invitación del amigo o amiga, del conocido o del familiar que encontró ahí su lugar, su asidero. Y te invitan de la misma manera que te invitan a su casa, porque ir a la Laguna es “volver a casa”.
Y arrancan los aprontes: con quién ir, dónde nos levantan, en dónde nos quedamos la noche previa al viaje, con quién dejamos al perro… en fin, acomodar y desempolvar.
Y llega el día, llenos de expectativas y equipaje, tanto que entramos apretados, aprietan los bolsos, los miedos, las esperanzas, porque en definitiva “algo va a pasar”. 
Emprendemos viaje, largo, cansador y lleno de alegría, con canciones desentonadas y mal aprendidas, lleno de risas, rememorando tiempos pasados, anécdotas presentes de viajes remotos y expectativas futuras. Y en seis horas de viaje a la Laguna, viajamos mucho más… 
Sabiendo que otros ya nos esperaban, y que también habían otros pájaros viajando desde más lejos, 700 K por ejemplo, o desde países hermanos de la Patria Grande.
Entonces llegamos!! Nos reciben los que ya estaban aprontando todo para esa llegada. 
Nos reciben, con el primer almuerzo de sábado al mediodía,  con abrazos como si te conocieran de siempre, invitándonos a sentarnos para descansar y comer. Y te reciben así, como “en casa”, sintiéndote uno más desde el primer momento.
Después, de sobremesa, la primera dinámica del campamento, que consiste cada día en: un canto, dar lugar a la presentación de los que han llegado, se despiden los que ya no están, escuchamos la palabra biblica del dia, la comentamos y se arman voluntariamente los equipos de trabajo, de cocina y liturgia. 
Nosotros recién llegados, nos presentemos y compartimos qué nos llevó ahí. Al escucharnos uno por uno, oriundos de distintos lugares (desde Uruguay hasta Cuba) y viviendo situaciones de vida particulares, todos compartimos el mismo anhelo: Encontrarnos, reencontrarnos con nosotros mismos. Porque la vorágine del año, la rutina del diario vivir hace que nos desencontremos, que dejemos de mirar para adentro. 
Nos dimos cuenta que miramos para afuera: el error del otro, lo que no nos gusta del otro, y entonces nos peleamos con el  otro, sin ver que somos espejos, vemos nuestro propio reflejo en el otro. Y nos perdemos…perdemos el rumbo y necesitamos volver a encontrarlo para poder ser felices. 
Por eso estamos en La Laguna: para ser felices. Y esta felicidad se encuentra cuando logramos armonía, y se llega a esta cuando vivimos en amor.
¿Dónde se halla el amor? 
Pues…en Dios. 
¿Y dónde está Dios?  
Como dijo Nacho en la misa de la noche, “Dios está en el otro” y si el otro es reflejo nuestro, Dios está en nosotros. Y está siempre, pero el ruido que nos rodea no nos permite escucharlo ni sentirlo ni verlo. Debemos parar para encontrarnos con el otro, escucharlo, conocerlo, abrazarlo, contenerlo, llorar sus penas y las propias; y es ahí cuando sanamos nosotros. 
De esta manera la mochila, que venía pesada, que casi no entraba al iniciar el viaje, al  finalizar el día estaba un poco más liviana.
Estar en La Laguna
 es curar,
 porque sanamos en el otro
 al arrimarnos un poco más a Dios. 

Es por esto que estar en La Laguna
 es “volver a casa”.

Yohana. Floridense


miércoles, 15 de enero de 2020

¿CÓMO SER FELICES HOY?


Contaba Luis, que llegó, como responsable, a una casa de recuperación de personas con adicciones. El ambiente estaba bastante desorganizado. Los muchachos internados lo hacía todo a medias y sin amor. Los platos eran lavados sin cuidado. Se barría dejando tierra en los rincones. Los armarios de ropa y de la despensa estaban visiblemente desordenados. El mal que había poseído a los muchachos, se había adueñado del ambiente… Por lo tanto las relaciones humanas venía en decadencia.

Quien llegó como encargado busco en LA PALABRA, el modo de autoridad de Jesús. Los primeros días observando el caos del lugar, testimoniaba silenciosamente con su vida que hay una manera mejor de hacer las cosas, que es con Amor. Su cama bien tendida, su armario ordenado, y el trabajo que le correspondía cada día hecho con dedicación. Con una sonrisa sincera agradecía los servicios de los demás. Era una luz en la oscuridad que pocos veían, y nadie imitaba.
Hasta que un día la PALABRA lo inspiró a dar una noticia a todo el grupo:
- “este fin de semana próximo nos vendrá a visitar una persona muy importante, así que todos nos ponemos a arreglar lo mejor posible la casa”.

En el grupo la noticia cayó muy bien. Cada tanto llegaba alguna visita que traían algún regalo, pero por sobre todo la visita posibilitan vivir un día distinto. Y se comía como día de fiesta, sin trabajos de quinta, leña, estudio, limpieza que era lo que más rechazaba el grupo.

Fueron tres días de limpieza, el clima era bueno, basado en las distintas expectativas que cada uno tenía. Algunos pensaban que podría ser una visita sorpresa de sus familiares. Otros comentaban que quizás los visitarán las autoridades políticas de la región. Algunos apostaban a que sería visitados por los fundadores de estos lugares de recuperación. Y no faltaban los que soñaban con la visita de alguno de sus ídolos del deporte, de la música, que cada tanto aparecía de manera benéfica.
El sábado a la tarde todo estaba pronto para la cena de bienvenida, y la carne adobada para el asado del domingo. El pasto lucia bien cortado. Los carteles y paredes habían recibido colores nuevos. El comedor estaba limpio como nunca y con adornos que lo presentaban de fiesta. Pero lo más sorprendente era el orden en los cuartos de los muchachos, los azulejos brillaban en los baños,  y resaltaba la “pinta” en que cada uno se había puesto. El mate era con yerba nueva, la música amplificada era suave y alegre. Las miradas de todos, eran hacia el camino de entrada, con gran expectativa esperando la importante visita anunciada.

Cuando los encargados de la cocina anunciaron que la cena estaba pronta para ser servida, el nuevo encargado invito a todos a esperar a las visitas sentados en la mesa del comedor. Los muchachos dejaron tres lugares vacíos, en la cabecera de la mesa. Y Luis habló:

- “La persona muy importante ya está entre nosotros. Es cada uno de nuestros compañeros. Cuando descubrimos y vivimos el amor al prójimo, ahí disfrutamos de la verdadera felicidad. La que nadie nos puede quitar. La que no se compra. La que Dios da la posibilidad de que la vivamos todos, en cualquier lugar”.
 
“A partir de ahora cada día será una fiesta diferente, (continuó con voz pausada) en cada cena y almuerzo, uno a uno iremos sentándonos en la cabecera de la mesa. Para hacer nuestro el mensaje central de la PALABRA: Cada uno de nosotros es muy importante para Dios. También esas sillas, serán ofrecidas a toda visita familiar, autoridades o por trabajo, que venga a compartir con nosotros. Y cada compañero que ingrese al centro de recuperación, su primera comida será sentado a la cabecera de nuestra mesa y será el primero en ser servido”.

Desde aquel día la autoestima del grupo se desarrolló en bien de la convivencia. Más de uno realizaba las tareas correspondientes silbando. Y unos a otros se daban una mano en aquello que les costaba más realizar. Pero por sobre todo las presencias corporales, los modos de vestir y las relaciones humanas mejoraron el cien por ciento en aquel lugar…

La verdadera felicidad
que nos da el encuentro con Jesús,
con su palabra viva, 
no está en que llegue
 alguien importante a nuestra vida, 
ni está la felicidad 
 en un lugar especial… 

La felicidad profunda,
 brota desde dentro nuestro, 
dando lo mejor que somos,
 a quien la vida
 pone a nuestro lado 
HOY

jueves, 9 de enero de 2020

BAUTISMO DE UNA PRINCESITA EN UN CAMPAMENTO SCOUT

EXPERIMENTAMOS EL AMOR DE DIOS
Permanece en nosotros el rostro Anshelina  que pidió el bautismo con nueve años. El lugar elegido fue en el campamento Scout del grupo Javier Mori de Melo, acampados a orilla del arroyo Chuy.
En una misa bajo el cielo estrellado, donde cada manada preparó una parte de la celebración. Los cantos animados por Fernando y Analía, y el gesto de reconciliación, que realmente sorprendió a todos por lo verídico, proponiendo el abrazo como signo de perdón.
La originalidad de la presentación de la Palabra Bíblica, escenificada por los Robert,  con la llegada de los magos, presentándose como seres bien diversos convocados por ese tal Jesús que a  cada uno nos ama, así como somos.
Su regalo fue la ternura de la mirada y un fraterno saludo de aceptación. La mesa de la merienda, se transformó en altar.
El pan, el vino fueron solemnemente presentados por los lobatos.
Y para el final, la manada Chill, los más pequeños, presentaron a su compañera vestida de princesa, pidiendo su bautismo.
En silencio con una antorcha en su mano, acompañada de sus padres, recibido el agua bendecida y el aceite consagrado. Sin palabras…

BAUTISMO DE JESÚS
EXPERIENCIA DEL AMOR DE DIOS
Este domingo la Palabra Bíblica nos presenta el Bautismo de Jesús. Teniendo la posibilidad  de ser bautizado en el gran templo de Jerusalén, por ser un judío cumplidor de la ley… Jesús elige el bautismo de Juan en las periferias de la ciudad, donde podían recibirlo aquellos considerados pecadores. Él se puso en esa fila, sorprendiendo a Juan. El profeta ya Isaías a ya lo había presentado de esta manera:
Esto dice el Señor:
«Mirad a mi siervo, a quien sostengo;
mi elegido, en quien me complazco.
He puesto mi espíritu sobre él,
manifestará la justicia a las naciones.
No gritará, no clamará,
no voceará por las calles.
La caña cascada no la quebrará,
la mecha vacilante no la apagará.
Manifestará la justicia con verdad.
No vacilará ni se quebrará,
hasta implantar la justicia en el país.
En su ley esperan las islas.
Yo, el Señor,
te he llamado en mi justicia,
te cogí de la mano, te formé
e hice de ti alianza de un pueblo
y luz de las naciones,
para que abras los ojos de los ciegos,
saques a los cautivos de la cárcel,
de la prisión a los que habitan en tinieblas».
Isaías 42, 1-4. 6-7
Y Dios mismo habla, 
de su Amor por él, y en el…
Mateo 3, 13-17

BAUTISMO EN COMUNIDAD
AMOR DE DIOS PARA HACER JUSTICIA
El bautismo cristiano no es una celebración familiar, aunque es hermoso si la familia participa. El bautismo no es un rito mágico, aunque en su sencillez manifiesta algo inexplicable.
Lo esencial no es ni el templo y las vestiduras, si es fundamental que se celebre en un clima comunitario. Que sea fruto de un proceso de vida compartida…

El bautismo cristiano es una experiencia del amor de Dios, que nos elige, que nos ama en todo nuestro ser. Nos hace parte de una comunidad que procura vivir según la verdad, justicia y el amor de Dios.
No es una comunidad de perfectos, por eso es fundamental la misericordia. La puesta en común de los dones y bienes, es capaz de realizar el milagro de la multiplicación de los panes y de los abrazos. Esa justicia puesta en práctica despierta la verdadera felicidad, que nace del amor de compartir, compartirse, en un nosotros reconociéndonos hermanos.
Como lo profetizaba Milton al final:


- " Ojala esta experiencia eche raíces bien adentro y nos recuerde siempre QUE LA FELICIDAD NO SE COMPRA CON DINERO... hay mucha gente trabajando como esclavos para juntar dinero y gastarlo todo en un viaje a Brasil, a esos lugares donde nos mienten que seremos felices.

Mucha gente se endeuda, saca préstamos, y en una semana o quince días gastan lo que nosotros que somos muchos no gastamos en todo el campamento.
Ojala todo el mundo pudiera ver la cara de estos gurises, cansados después de la caminata de ayer, o contentos por alguna construcción realizada juntos en su rincón. Felices los gurises de ESTAR JUNTOS EN FAMILIA.

Cosa que muchas veces no pueden vivir, porque su familia está un poco separada o porque se trabaja mucho para darles cosas, pero no hay tiempo gratuito compartido.

Ojalá recordemos que la FELICIDAD NO ESTÁ LEJOS NI SE COMPRA. La verdadera felicidad es alcanzable para todos, y es la que se vive desde dentro junto a otros, en cosas sencillas. La naturaleza es una gran catedral para encontrarnos con nosotros mismos, con Dios y con los demás.
Ojala no nos olvidemos y podamos compartir con otros este regalo de reyes: "podemos ser felices juntos aquí y ahora, con pocas cosas compartidas, cada uno siendo lo que es".