Segundo día de campamento, aprontes para el vuelo y abriendo las alas para nacer de nuevo...

Como ocurre con los vuelos, luego del despegue, de lanzarse al cielo, queda abrir las alas para aclimatarse, sentir las brisas y los vientos...

Finalizado el primer día, superando las leyes del espacio, seis colibríes y sus mochilas arriban desde Mercedes, regalandonos la alegría de sus abrazos y los relatos de su viaje.

 El segundo día del Campamento amaneció con las carpas armadas, las mochilas dejando salir los equipajes y las sensaciones, los equipos de trabajo para echar a andar lo cotidiano de las comidas, las faginas, las reflexiones...

El segundo día de vuelo encuentra a los pajaritos revoloteando todavía entre ellos, acomodándose al ritmo del grupo, pero listos para recibir a los que se sabe se sumarán al vuelo.

 Pequeñas palomitas blancas llegaron a la parroquia, Espíritu de Dios que nos cuestiona, haciéndonos pensar en cuál sentimos es nuestra misión y cómo la vivimos en la comunidad. Compartimos en grupos pequeños, algunos sabiendo, algunos dudando, algunos buscando...

 Por la noche, hubo pizzas correntinas...

Al final del día, desde la Fazenda Esperanza de Melo, arriban colibríes y pichoncitos, desde Colombia, Paraguay, comunidad Mapuche de Neuquén-Argentina y Uruguay.

Al igual que Juan, este último grupo que llega, anuncia que el mañana será de vinos nuevos.

De los aprontes...

Decido armar la mochila con tiempo.

Me siento en el suelo.

Hago una lista.

Abrigo

Abrazos

Libros

Oídos

Championes

Canciones

Trajes de baño

Historias del año

Yerba

Ganas

Yores

Palmas

Una toalla

Deseo que vaya

El tambor

Lo que soy

Cubiertos

Inciertos

Un tarro de crema

Los recuerdos de arena

El jabón

El corazón

Los lentes

Los presentes

Lo de la ducha

Palabras y escucha

Carpa

Ansia

Algo para la cabeza

La alegría

 y la pobreza

Termino la lista.

Me pongo de pie.

La mochila es liviana.

Con el tiempo lo sé.

Florencia, 

venida desde Florida- 

URUGUAY