jueves, 15 de junio de 2023

XX ENCUENTRO EQUIPO MISIONERO DIOCESANO - DIÓCESIS de MELO-


SEGUIMOS CAMINANDO COMO EQUIPO DIOCESANO, encontrándonos para rezar juntos, formarnos, discernir actividades y modo de misionar según Jesús. Es también un espacio de "ser acompañados, los que acompañamos a otros". Hoy tuvimos algunas ausencias, con aviso previo. Cesar nos espero con la estufa a leña encendida. Pablo con musica de ambientacion. Alicia y su hija con el cafecito calienteeee con galletitas. Graciela de Tupambaé animo la ORACIÓN con la Palabra del dia. 

DON JACINTO VERA EL MISIONERO SANTO

LA FORMACIÓN, la acompañó Rosa, en base a testimonios de Jacinto Vera misionero:

1 De Mons. Vera se dice: misionero incansable, el obispo misionero, el obispo gaucho, padre de la Iglesia uruguaya, promotor de la paz....

Jacinto Vera, el obispo misionero, antes de ser obispo, ya era misionero. Siendo párroco, recorría a caballo o en carro los vastos campos de Canelones, con sus muchas capillas dispersas. Fue misionero durante toda su vida, con su ejemplo, su testimonio de caridad, pobreza y humildad. Caminaba por las calles de Montevideo visitando a sus feligreses, recorriendo las camas de los hospitales y las desmanteladas habitaciones de los pobres.

Hay un lindo testimonio del Padre Luis Lasagna que fue el primer superior de los salesianos en Uruguay. En una carta a Don Bosco del 1877 escribía: “ Hay que contemplarlo en el campo de las fatigas apostolicas, para quedar atónitos y arrebatados de indecible admiración. Está con nosotros y desde el primer encuentro, se reveló como hombre de suma humildad, de una amabilidad totalmente paternal, de una franqueza y simplicidad que cautiva los corazones; en el trabajo es un apóstol, un celosísimo apóstol, en el verdadero y más grande sentido de la palabra. Y con esto entiendo decir que su apostolado no lo ejerce en salones cubiertos de tapices bordados de oro, ni desde un escritorio, hundido en un suave sillón con posabrazos, sino en la cabecera de los moribundos, en el tugurio maloliente del mendigo que visita y socorre en persona, en el confesionario dentro del cual se encierra durante largas, larguísimas jornadas enteras, dispensando a sus hambrientas ovejas el pan del consejo y del perdón. Muy a menudo predica en la ciudad y, de tanto en tanto, monta a caballo y vuela a través de estas llanuras inmensas y despobladas, buscando algún grupo de ranchos para allí predicar, bautizar y confirmar.”


Giras misionales de don Jacinto Vera

 

Primera gira

1860

febrero

Tala

 

abril

Durazno

 

mayo

Durazno,Porongos

 

junio

Florida, San José

 

Julio

San José

 

agosto

San José, Rosario

 

setiembre

Rosario, Colonia

 

octubre

Colonia, Carmelo, Nueva Palmira

 

noviembre

Nueva Palmira, Dolores

 

diciembre

Villa Soriano, Mercedes

1861

enero

Mercedes

 

abril

Canelones

 

mayo

Canelones, Santa Lucía

 

junio

Sauce, Pando

 

julio

Pando

1865

octubre

Minas

 

noviembre

Minas, San Carlos, Migues, Rocha

 

diciembre

Rocha, Maldonado

1866

marzo

Pando

 

abril

Polanco del Río Negro

 

mayo

Tacuarembó, Salto

 

junio

Salto

 

setiembre

Salto, San Eugenio del Cuareim

 

octubre

San Eugenio del Cuareim, Estancias de

 

 

Aguirreberey (arroyo Tres Cruces), Saralegui

 

 

(entre arroyos Cuaró y Jucutu¡á), Santa Rosa del

 

 

Cuareim, Palma Sola - Mandiyú, Salto

 

noviembre

Salto, Paysandú, Fray Bentos

1867

febrero

Melo

 

marzo

Villa Artigas, ( Rio Branco) Treinta y tres

 

 

Segunda gira

1868

febrero

Las Piedras, Florida

 

octubre

Florida

1869

enero

Nueva Palmira

 

febrero

Nueva Palmira, Dolores, Mercedes

 

abril

Carmelo, Colonia

 

mayo

Colonia, Rosario, San José

 

¡unio

San José

1872

setiembre

Durazno

 

octubre

Durazno, Trinidad, San José, Santa Lucía

 

noviembre

Santa Lucía, Canelones

1873

febrero

Tala, Pando

 

marzo

Pando, Sauce

 

setiembre

Maldonado, San Carlos

 

octubre

San Carlos

 

noviembre

Minas, Migues

 

diciembre

Migues

1874

febrero

Las Piedras

 

abril

Tacuarembó

 

mayo

Tacuarembó, Rivera, Florida

 

setiembre

Salto, Paysandú

 

octubre

Paysandú

1875

febrero

La Unión

 

abril

San José

 

mayo

San José

1876

febrero

Capilla de Toledo

 

marzo

Florida

 

mayo

Rocha, Castillos

 

¡unio

San Carlos

 

setiembre

Melo, Villa Artigas, Treinta y tres

 

octubre

Treinta y tres

 

 

Tercera gira

1877

febrero

Mercedes

 

marzo

Mercedes, Fray Bentos, Capilla Jackson

 

¡ulio

Paso Molino

 

setiembre

Durazno, Sarandí del Yi

 

octubre

Sarandí del Yi

1878

marzo

Canelones, San Ramón

 

abril

San Ramón

 

mayo

Rosario, Colonia

 

¡unio

Carmelo

 

setiembre

Minas

1879

marzo

Pando

 

mayo

Trinidad, Estancia Santa Elena de Soriano

 

¡ulio

Cordón, lglesia Matriz

 

agosto

Las Piedras

 

setiembre

Paysandú, Salto

 

octubre

Salto, Santa Rosa del Cuareim, Estancia de

 

 

Valentín Palma en Mandiyú, San Eugenio del

 

 

Cuareim

 

noviembre

San Eugenio del Cuareim, Estación Yacuy

1880

febrero

Canelones

 

marzo

Santa Lucía

 

abril

San José

 

¡ulio

La Unión

 

setiembre

Nueva Palmira, Dolores

 

octubre

Dolores, Mercedes, Santo Domingo de Soriano

1881

febrero

Tala

 

abril

Pan de Azúcar

 

Mayo

Pan de Azúcar

Durante todo su ministerio, hasta el mismo momento de su muerte, fue misionero infatigable, sufriendo grandes privaciones y venciendo dificultades increíbles por el bien de las almas, pues sabemos de lo sacrificado de estas giras. Entonces no había caminos, ni buenos medios de transporte- solo caballo o carreta-ni facilidad de comunicación en una campaña muy despoblada y con múltiples peligros ( guerras civiles, malhechores, jauría de perros cimarrones, arroyos crecidos, etc). Muchas veces tenía que hacer largas jornadas sin encontrar donde descansar y comer, sin contar las inclemencias del tiempo ( calor, frío, temporales, lluvia). Además en las misiones, la vida era muy austera, con carencias de todo tipo, sin suficiente horas de descanso tras agobiantes jornadas de atención a muchísimos fieles, en la que, entre otras cosas, pasaba hasta seis horas confesando.

 Si la palabra “misionero” significa “ enviado”, pensamos a Dios que envió a su único Hijo por Amor. Jacinto misionero no se echaba atrás, no se quedaba cómodo, se levantaba enseguida cuando lo llamaban y no se preguntaba si había peligro en andar de noche por lugar desconocidos o entre gente peligrosas. Y anunciaba a Jesús con obras y administrando los sacramentos. Con obras: socorría materialmente a los pobres, visitaba, hablaba y con sus palabras conquistaba  a todos. Eso es lo que tenemos que imitar de nuestro santo: el andar y el amor.

Anécdota: el párroco de Guadalupe se dirigía a caballo y sin acompañante a visitar a un enfermo que vivía campo adentro. En una tarde luminosa de primavera, don Jacinto había dejado atrás los campos decorados de flores silvestres y macachines, y envuelto en el aire impregnado de densa fragancias vegetales cruzaba el monte por una picada. De improviso, en un abra, cortó su despreocupada marcha un gaucho de aspecto feroz que atravesó la montura delante de la del cura. 
El sujeto de pelo largo, piel oscura, barba y bigote, tenía el lado derecho de la cara cruzada por una gruesa cicatriz de bordes cerrados. Llevaba chiripá, botas altas, espuelas nazarenas. El ropaje de un matreros solía ser tan ostentoso como su capacidad de apoderarse de lo ajeno se lo permitiera; en la cintura , cargaba dos relucientes pistolas y un facón atravesado en el cinto. Aunque había salido al claro en un movimiento decidido, al enfrentarse a Jacinto Vera pareció vacilar, quizás descolocado ante la sotana de su candidato a víctima, tal vez porque en él creyó reconocer al famoso cura de la parroquia, o a lo mejor ante su impasibilidad. Armado de su proverbial amabilidad, este lo saludó:
-Buenas tardes, hijo
-Buenas y santas, respondió el gaucho con brusquedad.
-Parece que vamos en la misma dirección. ¿Por qué no se adelanta y yo lo sigo? La senda es muy estrecha para que pasemos uno a lado de otro. Siempre es bueno hallar compañía en esta soledad-insistió, ya que el interpelado no se movía.
Refrendando su ofrecimiento, hizo retroceder el caballo un poco. Encorvado, con el ceño fruncido, el hombre mantuvo un rato una postura intimidante. Al final optó por aflojar las riendas del caballo y aceptar la invitación. 
-No recuerdo que nos hayamos cruzado por los campos de Guadalupe. ¿Es forastero por casualidad? ¿Qué lo trae por estos pagos?-preguntó el sacerdote.
-Soy vecino de esta zona. Lo que pasa es que no formó parte de esas familias copetudas que usted irá a visitar. 
- Tal vez haya estado ausente los últimos tiempos-continuó don Jacinto, sin darse por ofendido.
- ¿Ve? En eso tiene razón. Estuve peleando en las guerras civiles pero ya me licencié. Era una lucha ajena, donde los pobres no tenemos más parte que morirnos por intereses de otros. 
- “Las cicatrices de las heridas son remedio contra el mal, los golpes curan hasta el fondo del alma”.
-¿Qué dijo?
-Un proverbio de las Sagradas Escrituras -rio Jacinto- Dice que los hombres aprendemos con los golpes. 
-Si será verdad. Como le comentaba, vine a hacer unos pesos en los campos que frecuentaba de mozo, para llevárselo a mi mujer y a mis hijas, que me esperan en casa tan pronto se firme la paz. 
-¿Y por qué se hace esperar? Ellas deberán preferirlo a los pesos que les pueda llevar. El sustento se lo puede ganar honradamente cerca de su casa, mi amigo. 
-¿No le dije que me licencié por mi cuenta? Según ellos soy un desertor, no puedo volver al rancho hasta que se firme la paz. Por eso vago en estas inclemencias, como alma en pena.
-En eso nos parecemos. Yo recorro estas intemperies un día sí y el otro también para cumplir con los deberes de mi ministerio. Quien dice que no volvamos a cruzarnos y podamos prestarnos asistencia uno al otro. O compañía por lo menos.
Al dejar el monte atrás, ya conversaban como viejos amigos. El gaucho le contó de sus hazañas en las guerras civiles; don Jacinto lo entretuvo con divertidas anécdotas de sus peripecias por los campos de Canelones. Resultó que tenían conocidos en común, habían transitado por los mismos lugares y habían enfrentado similares dificultades. A unas pocas cuadras de distancia de la casa en la cual aguardaba el enfermo, el desconocido volvió a recuperar el ceño adusto. –Aquí me despido, padre-anunció, sin rastros de risas ya en la voz-. Acuérdese de mi en sus oraciones. 

En la tranquera, el padre de familia besó la mano de don Jacinto, admirado. 
-¡Cómo ha tenido usted el coraje de dejarse acompañar de ese bandido! Es el terror de estos parajes, por sus muchas fechorías. ¡Ya ve que no se atrevió a llegar aquí! Sabe que lo conocemos bien y estamos prevenidos contra él.
El párroco bajó del caballo con parsimonia y pasó las riendas por encima de la cabeza del animal. Al seguir su anfitrión por la huella, respondió:
-Nuestros paisanos son muy buenos; no hay que tenerle miedo. Todo es cuestión de saberlos tratar.

Del libro:“El misionero santo” de Laura Alvarez Goyoaga.
 
 Otro libro:“Libre sin licencia y súbdito sin servidumbre”
Del Padre Gabriel Gonzalez Merlano  
       
COMPARTIR Y ESCUCHAR, dando lugar al soplo del Espíritu, escuchamos a 
- César que venía de trabajar en los convenios de obras sociales y pastoral del colegio Dámaso. Compartiendo los pasitos que se van dando en los papeles y en el diálogo con la comunidad parroquial del Buen Pastor, para que tenga un enfoque cristiano. En el Dámaso se resalto: la muy buena integración del p. Stefano a la pastoral y como los niños reflexionan y rezan con la biblia en mano.
- Escuchamos a Roberto, que llegaban de celebrar la misa en el colegio María Auxiliadora, con Rosa y el p. Claudio. Evaluando muy positivamente los frutos pastorales que se van viendo en una misa participativa.
- Claudio también venía de celebrar con las chicas de la Fazenda , que están acogiendo la Escuela Misionera" con chicas de Argentina. Las cuales misionaran un mes en nuestra diócesis y dos en todo uruguay. Visitando los medios de prensa, parroquias e instituciones. Dando testimonio del carisma Fazenda.
- Graciela, Agustín y Nacho compartieron la experiencia de este domingo misionero en la parroquia de Tupambaé. Valorando el protagonismo de los jóvenes del lugar. La apertura y presencia de las hermanas parracas. La inspiración de Graciela para animar esta jornada, invitando a Fabricio y Agustín, realizando con niños y jóvenes, más algunos adultos,  una peregrinación a la gruta, almuerzo, juegos y chocolate. Desde la comunidad parroquial que celebró la Eucaristía y la procesión de Corpus Cristi.
- Revisamos con Mery, a pedido del párroco Reinaldo, el acompañamiento de los adultos después de la misión en Bañado Medina.
- Aclaramos, con los aportes de Pablo, Agustín y Claudio, la situación misionera de los Cirineos Melo, en el barrio Sur, capilla San Francisco.
- Pablo nos presentó el camino pastoral y organizativo que se va realizando en la parroquia de Charqueada, acompañada por el p. Wilson desde Vergara.
- De Nicolás que está de vacaciones de los estudios que cursa de Teología en Colombia, y realizando su pastoral en Río Branco, se comentó que van apareciendo frutos en los colegios, entre alumnos, maestras y padres.

PROPUESTAS: 
- Las madres parracas en Santa Clara y Tupambaé, nos invitan a ser parte de la fiesta el 16 de julio y misión en la semana previa. Confirmamos la participación el domingo. veríamos la posibilidad de apoyar algun dia entre semana. 
- Surgió también para esta zona de la "Línea" la posibilidad de un encuentro con parroquianos , para la formación de un equipo misionero. 
- El p.Walter parroco de Cruz Alta, nos invito al equipo a encontrarnos con la comunidad, para dinamizar el llamado misionero. Posiblemente un martes a las 19 hs.
- El p. Wilson párroco de Vergara, tambien nos espera una tarde, para animar el espíritu misionero en la parroquia.

CULMINAMOS, con un rico almuerzo; poroto con arroz. INFORMANDO de la coordinación misionera nacional: 
- Preparativos del mes de octubre misionero con el concurso de afiches. 
- La preparación de reflexiones para niños, jóvenes y adultos. 
- Las pautas para los relatos misioneros como base del Taller Misionero del año próximo. 
- El congreso misionero en Puerto Rico el año Próximo. 
- La posibilidad de un laico del equipo que se sume al equipo nacional.

COORDINACIÓN NACIONAL: Lunes 24 CEU - Montevideo, 9 hs. 
PRÓXIMO XXI ENCUENTRO DEL EQUIPO DIOCESANO MISIONERO: martes 25 de Julio - Obispado, 9 hs.

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