miércoles, 21 de agosto de 2024

MATEANDO CON ASDRÚBAL ALONSO, MIRANDO COMO DIOS NOS MIRA.


1 -  Asdrúbal ¿ Como estas?

- Muy bien. Acá me van llevan a destino, como en avión, con todo lo necesario para estar bien. Me lleva Jesús Buen Pastor, por medio de esta gente linda. La vida es un Misterio.

2 - ¿ Pero aca hay algún compañero medio perdido?

- ¿Quién no se perdió alguna vez? Y por más perdido que estemos siempre somos conscientes de cómo nos tratan. Eso es muy importante para cuando nos encontramos con alguien 90 o 99 % perdido. En poco o en lo mínimo, siempre estará sensible a cómo lo tratamos. Eso es muy importante saber, para cuidar nuestra relación con Cristo que está en ellos.

3 - ¿Cómo te imaginas la Eternidad, el Reino de Dios?

Asdrúbal hizo un prolongado silencio, me miró a los ojos y con gestos nos señaló a nosotros en diálogo y señaló otro dos que estaban al fondo y me dijo: - Así, encontrándonos en diálogo. Cada uno así como es. 

Entonces me señaló por la ventana el jardín, y agregó: - Así con lugar para todos. Ves hay flores, otras plantas, pasto, lo caído de los árboles.... Viste salió el sol y es para todos... Eso es la eternidad, con lugar para todos, donde cada uno es lo que es y aporta lo que puede. A veces nos alejamos de ella, cuando queremos que el pasto sea flor, o las flores sean iguales. Cuando queremos ser lo que no somos, o queremos que el otro sea como nosotros queremos que sea. Así, nos alejamos nosotros de Dios, porque no somos como el sol...

4 - Asdrúbal ¿Cómo presentarías a Don Roberto Cáceres?

Se le humedecieron los ojos y con la voz entrecortada me dice: - Escuchando, alentando, viendo lo bueno. Escuchando a cada persona, a todos. Escuchando las noticias. Escuchando la Palabra. Escuchando la realidad. Y cuando hablaba, hablaba el idioma de cada uno. y le decía lo que la gente quería escuchar: que eran buenos, que siempre algo bueno se hace. Que hasta cuando nos equivocamos tuvimos la intención de hacer algo bueno. 

Después de un silencio, mirando hacia el cielo, me vuelve a mirar y continuó: - Sabes Nacho, lo peor en el diálogo es cuando yo creo que tengo que decirle al otro algo que no sabe. La relación se transforma de maestro a ignorante. También con las cosas de Dios. Jesús solo enseñaba lo que le preguntaban, nunca se imponía. Monseñor Cáceres muchas veces con un ateo no mencionaba a Dios en el diálogo, pero lo transmitía con su escucha, mirada, palabras optimistas, que empujaba a ser mejor. En el encuentro con monseñor uno salía con conciencia de ser más bueno de cómo había llegado. Y no era que para él todo fuera bueno, era porque buscaba lo bueno de cada uno y ahí ponía la mirada. Y todos nos sentíamos mirados siendo buenos.

5 - Pasamos a almorzar al comedor. 

Señale un hermoso cuadro que hay de un paisaje y alguien de la mesa "con otra mirada" dijo - Está claro que es una pintura de un parque, pero incompleto, le faltan pájaros y personas. 

Asdrúbal sonrió, e hizo su aporte mirándonos a cada uno de nosotros: - Somos nosotros, las personas del paisaje y aquí tenemos la visita de un colibrí, un pequeño pajarito, nada falta, si nos miramos con los ojos de Dios.

6 - LA PALABRA : 

- "Los últimos serán los primeros" Mateo 19, 23-30

Jesús nos avisa del: peligro de poner nuestro corazón en las cosas materiales, nos invita a liberarnos solidariamente, y poner nuestro corazón en él. También no ser posesivo en la relaciones, ni excluyentes, dejando a Dios ser Dios y tratarnos como hermanos.  Asdrúbal vivió desprendido de las cosas, compartiendolas con quien se lo pidiera. Puso siempre a los que tenemos por último en la sociedad como primeros. 

En estos días,  le quedaba un auto que lo pasó a nombre de la diócesis, fue vendido como parte del pago de una hermosa camioneta que ahora tenemos en la catedral. Esto le alegró saber a Asdrúbal, que me volvió a decir: - Que bueno que haya servido para ir a visitar a la gente que a elegido quedarse en el campo, y a mi me regala la iglesia, ir ahora, yendo en avión en primera clase. 

Le pregunté por su termo y su mate. Me respondió sonriendo que no sabía donde lo había dejado esta mañana. - Tranquilo Nacho, todo lo que se pierde, si realmente lo necesitamos, reaparece de una manera u otra. No hay que desesperarse por nada. Perdernos es parte de la caminata, pero nunca nos perdemos del todo para Dios.  Asdrúbal varias veces me escuchó en confesión, y ahora una vez más fue instrumento del Amor de Dios. 

7 - Nos despedimos. 

Se me había pasado el tiempo, y perdía mi coche de regreso. Misteriosamente un joven sacerdote de Canelones que también estaba de visita, salía al mismo tiempo en su camioneta a buscar algo en la terminal y le pedí que me acercara. Llegamos justito. Ya en el onibus, viendo llover por la ventana, agua bendita para todos, me surgio esta oración desde la experiencia vivida: 

- Señor gracias, mil gracias,

 por los que nos han mirado así 

como tu nos miras,

lo demas vendra

si es necesario.  

Señor, dame esa mirada... 

con la cual tu nos miras, 

para mirar el paisaje

donde nos toque estar,

como parte de esta realidad,

sabiendo que es a mi mismo

al unico que puedo cambiar. 

Y en lo que me deje mejorar 

por tu mirada, 

es lo más valioso 

que tengo para ofrecer a los demás. 

5 comentarios:

  1. Faaaa....sabias esas reflexiones

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  2. Dios habla desde la Palabra qué predicas!

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  3. Qué bueno verlos juntos! Asdrúbal, generoso y solidario, ha dejado su huella en su paso por Río Branco. Y tú, Nacho, viviendo y proclamando el Evangelio entre los preferidos del Señor! Salud y larga vida para lo dos 🙏

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  4. Azdrubal,siempre queriendo acercar a las personas a Dios,siempre apurado..lo conocí estando acá en Fraile!hermosa persona

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