domingo, 26 de noviembre de 2023

UN FINAL... PUEDE SER LA POSIBILIDAD DE UN NUEVO COMIENZO...

En estos días hemos realizando un viaje de unos 1.400 Km.  Partimos con mami e Ivo, y se suman al regreso Josefina y Clarita. Los corazones vienen llenos de nombres, de encuentros. 
La foto final de un viaje, de un encuentro, de una fiesta, de una relación... es como el fruto del proceso, de opciones de vida. No todas las fotos de un final son buenas fotos.... y quizás por eso es bueno que eso finalice. Dios siempre nos ofrecerá un comienzo de vida nueva...
Estamos al final del tiempo litúrgico, donde su Palabra es bien clara  a su presencia entre nosotros: Mateo 25, 31 - 46. Es claro espiritualmente, que quienes se encuentran con Jesús en alguna de esas presencias reales, es quien realmente sigue a Jesús.  
- Y por momentos le tocara  como María, tener una experiencia interior de Jesús, y tener que cuidarlo en alguna persona frágil concreta. 
- En otros momentos nos toca ser como el burrito, simplemente servidores anónimos en la familia, sociedad, o comunidad. 
- En otra nos toca ser como José, cuidadores de los que cuidan...
- Y en otras nos tocara ser como Jesús: necesitado de ser cuidado...

Los primeros 400 Km fueron de Melo a Montevideo. Para viajar juntos siempre hay que ajustar agendas y horarios. Hay que poner lo que cada uno es en común. 
Personalmente en el caminar de mi vida junto a Jesús, él me a transformado en: un hombrecito rico en amistades. Cuando uno tiene conciencia de que esas amistades son "don de Dios", desea compartirlas. Uno de los gozos mayores es "que los amigos se hagan amigos entre si"
Maria Eugenia, Fabricio y los tres hijos nos recibieron en su casa. Ahi quedo mi madre e Ivo. Y otra ves se realizo el signo tan deseado por el Dios de Jesús: que nos relacionemos como buenos hermanos, agrandando nuestra familia, con el horizonte de ser uno en la diversa humanidad, sin dejar a nadie afuera por su credo o vida diferente.
Me tocó participar de la coordinación Nacional de Pastoral Juvenil. Hay mucha esperanza... hay adultos y jóvenes buscando amar como nos ama Jesús... Para que otros se encuentren con ese amor. 
A la noche recorrimos 200 Km. más desde Montevideo a Durazno.  Recibidos por  Chiquita que nos conocimos por tener a las hermanas franciscanas como amigas en común. y por tener el mismo horizonte pastoral de la Misión. Lo que nos "hermana" es: siendo lo que cada uno es, tener un horizonte común en algo. Las familias, las amistades las parejas, los grupos se rompen o corrompen, cuando no hay un horizonte común de servicio a otros...
El segundo día de viaje, el cuenta kilometro marcó los 1.000 Km. al sumar ida y vuelta desde Durazno a Montevideo. para participar del encuentro de Pastoral Juvenil. Viajes a solas con él...
Hay momento donde podemos quedar sin batería en el camino... Resonaba en mi la parábola de los Talentos. No siempre el que ha recibido mas, comparte más... Hay algunos que comparte desde su pobreza....
Me dispuse hacer dedo a los camiones y camionetas, a los que tenían más fuerza, mas posibilidades y me podrian cinchar. Por miedo, indiferencia, apuro... ninguno se detuvo. Hasta que un matrimonio en un autito pequeño, paro por su propia cuenta a auxiliarme. Le pregunté si participaba de alguna iglesia y me dijeron que no. Les dije que estaban viviendo la parábola del buen samaritano... Sonrieron, me chincharon, arrancó la camioneta y cada uno siguió su viaje... 
En Durazno Josefina, Jésica, Frida, que reciben a Ivo, me llevaron al río. Una tarde con mate, torta frita y dulce de leche, hablando desde el corazón.
Del río aprendimos que no se puede volver atrás... pero si está la posibilidad de detenernos y confrontamos nuestra historia, con alguien que nos ayude a mirarla, a mirarnos, con los ojos de Dios, nos da la posibilidad de ver los pasos que tenemos que dar... 
Siempre esta la posibilidad de tropezar con la misma piedra o quedarnos estancados... Por eso es muy necesario la pertenencia a una comunidad, el discernimiento con otros, que nos ofrezcan los lentes de Dios. Su perdón, su amor, para descubrir su camino...
Y a la noche, la casa de la Chiquita volvió a ser un lugar de encuentro, presentándome sus amigos: Alberto, Zulma y Otavio. 
. Los finales dolorosos duelen y algunos son inexplicables... Pero siempre el Dios de Jesús nos propondrá una nueva posibilidad de resurrección. Hay veces que en un encuentro, percibimos que algo nuevo esta comenzando... Y esa cena, puede tener el mismo significado, que la cena del jueves santo, para nuestra vida: experimentar un Dios con nosotros, que nos dice que las muertes no tienen la ultima palabra si nos dejamos guiar por él... 
El tercer día nos puso en la ruta nuevamente yendo a Flores, a participar de la coordinación Misionera Nacional. Vamos bien cuando nuestras actividades pastorales, no son trabajo empresarial y entre nosotros se crea un clima fraterno, con lazos de hermandad, que se extienden mas allá de los encuentros de trabajo. Eso sucede cuando se comparte las cruces y alegrías. Cuando nos acompañamos unos a otros. 
De regreso a Durazno recorriendo 100 Km. más, fuimos a la capilla San Francisco a compartir la Palabra, la vida y la merienda con una pequeña comunidad. Iglesia bonita, iglesia sencilla, iglesia al estilo de Jesús, la que acoge a todos sin exclusión. Donde todos tienen la Palabra para relacionar la Palabra de Dios con la vida cotidiana.
Un signo del Reino de Dios que nos tocó vivir fue: la visita de las trabajadoras comunitarias de la intendencia, que se acercaron a la comunidad, para plantear un trabajo común en bien de quienes estaban en la calle... Nos encontraron viviendo tres pilares de la espiritualidad cristiana: rezando con la Palabra, en fraternidad compartiendo, y dispuestos a compartir los bienes materiales en bien de Jesús en los caídos. 
Hay viajes donde formamos un equipo con Jesús, en libertad, sin jerarquía, es cuando surgen distintas iniciativas para el encuentro. El compartir un helado, donde las dos más pequeñas fueron nuestras princesas, sin dejar de disfrutar cada una de las presencias, es otro fruto del amor de Dios entre nosotros. 
De regreso a la casa de Chiquita, que nos hace sentir como en nuestra casa, tuvimos nuevos encuentros con el p. Ricardo y Gilmar que es diacono próximamente a ser ordenado presbítero; donde pudimos compartir el duelo, y reflexionar sobre hechos dolorosos en nuestra iglesia, sin juzgar, "escuchando que nos dice Jesús a nosotros para cambiar a los únicos que podemos cambiar: a nosotros mismos". La vida con sus finales... son siempre la posibilidad de un nuevo comienzo. 
Jesús estaba despierto en el camino, dispuesto al encuentro, a aprender y darse... Al pasar por Cerro Chato, donde voto la primera mujer latinoamericana,  es bueno conectarse con la historia: algunos quisieran volver a "los tiempos de antes", y hay signos que nos demuestran las injusticias machistas pasadas, en la familia, en la sociedad, nos habla de que la humanidad esta siendo acompañada por Dios hacia el bien. Y que muchos cambios lo han logrado las mujeres. Dios nos creó varones y mujeres diferentes, pero en igualdad ante él y en nuestras relaciones.... La iglesia no siempre a promovido esa igualdad con las diferencias...
 
Al regreso a Melo cansaditos, con el corazón lleno de nombres y de encuentros, después de 1.400 Km. nos encontramos viviendo el final del año litúrgico, donde la iglesia nos presenta a Jesús como nuestro rey, señor, maestro, padre... Reconocerlo a él como la fuente y la razón de nuestra existencia, nos libera de "creernos algo sobre los demás" y nos libera de "los que quieren asumir un poder sobre nosotros" Nos compromete a "buscar y luchar por relaciones sociales, familiares y parroquiales con un mismo y único rey, señor, maestro, padre...relacionándonos como hermanos y hermanas"
Es muy clara SU PALABRA, de su presencia entre nosotros: en los mas pequeños y necesitados...(Mateo 25, 31 - 46) por eso al final de cada día, de cada viaje, y de esta vida, la pregunta que nos tiene que evaluar es:
 -¿Hemos amado? y en especial a los menos amados... 
La respuesta a esa pregunta revela nuestra verdadera humanidad y espiritualidad: si de Dios venimos, en el vivimos y hacia el vamos, reconocer su presencia real alcanzable para todos (creyentes y no creyentes) en los menos amados, nos deja claro: que según nuestra relación con él en ellos, es como nos sentimos emocionalmente, afectivamente, espiritualmente y existencialmente. Amarlo en ellos nos cambia la vida....

5 comentarios:

  1. Gracias Nacho por el don de tu vida que ha dado y sigue dando tanta vida a muchos! Porque Jesús reina en tu corazón, se producen los milagros de lo cotidiano, de la fraternidad en El. Así su Reino está cerca y siempre en el horizonte porque es el motor para seguir andando por sus caminos!!!! ! Gracias!

    ResponderEliminar
  2. Gracias Nacho querido por siempre compartir y hacernos presente en la distancia .POR SEGUIR ENSEÑANDO NOS EL SENTIDO DE LA VIDA Y EL COMPARTIR ENTRE LOS AMIGOS DE LOS AMIGOS.

    ResponderEliminar
  3. Es un placer leerte siempre.Por compartir vivencias de común unión entre los hermanos. Dejando siempre huella. Un abrazo fraterno

    ResponderEliminar
  4. Que lindas vivencias siempre la fe por delante.. !!gracias por compartir acá por face!!

    ResponderEliminar
  5. Maravillosa experiencia, Nacho.👏👏 DIOS siempre está , y abandonarse en Él es lo que más necesitamos.
    Hasta Dorita, recorrió un sin fin de Kms. 👏👏👏Abrazo.

    ResponderEliminar