- Vengo a vaciarme, para que mane tú
desde dentro. Para estar mejor para la escucha.
- Vengo a agradecer por tu presencia,
por tu amor, por llevarme de la mano, por lo que haces a través de mí.
- Vengo porque sé quieres un encuentro
personal más prolongado y profundo. Vengo porque sé que todo es de Ti.
AQUÍ
ESTOY: Con mis apellidos y nombres dado por mis
padres, y mi apodo construido en el tiempo. Soy lo que soy, soy Nacho, Aguirre
Jara.
- Aquí estoy con 59 años, 37 de haber
entrado al seminario, 29 años de diácono y 28 años de presbítero.
- Habiendo vivido en Melo, Montevideo,
San Jacinto… Ordenado en La Cruz, en una fiesta de la Iglesia y del pueblo, con
presencia de Jesús en el Pobre y la Palabra.
- Ordenado en el Teatro de Verano,
primeros años en Vergara y Charqueada, luego San José de Treinta y Tres. Enviado
a Bolivia, Vicariato, parroquias: San José de Camiri, Virgen de los Remedios de
Villa Montes, Gutiérrez dónde el Espíritu dio nacimiento de los colibríes. Teniendo presente las
andanzas por Argentina, Paraguay, Chile y Brasil. Más las redes sociales que nos permite encuentros virtuales con personas en el mundo entero.
- De regreso a mi diócesis en Rio
Branco, Buen Pastor, Cerro Chato, Fraile Muerto, actualmente en Catedral.
- 7 obispos: Roberto, Nicolas, Luis, (Leonardo
y Francisco en Bolivia), Beto y Pablo. Unos cuantos compañeros de parroquia,
seminaristas y sacerdotes que dejaron y con buena relación con los de hoy. Vivo
y cuido a mi Cristo-Madre.
-He conocido la Misericordia de Dios.
Su capacidad de multiplicar panes y abrazos. Mi corazón está lleno de nombres y
creo habitar en unos cuantos corazones.
- Físicamente bien para estar cerca de
los 60. Realista, con esperanza y sueños, confiado en la posibilidad de la
resurrección: hoy, mañana y la eterna.
- Los sacramentos vividos con amor,
encuentro y servicio. Volvería a decirle Si a este llamado.
¿QUE
BUSCO? Estar contigo. Revisar mi caminata
presente. Escucharte.
Daniel Adrián González SCJ de Betharram ( Los Vascos) |
Ir más
allá, desde adentro;
cuanto
más profundo llegue,
más
allá voy.
Esta frase de Daniel, quien nos acompañó en el retiro, de alguna manera sintetiza lo que se nos propuso vivir. Subrayando al final del retiro, que no recomendaba salir con propósitos elaborados con la mente a ser cumplidos, y si disponernos a seguir en la vida cotidiana, el camino reencontrado de dejarnos mover por el Espíritu desde adentro, con libertad, por amor, sintiéndonos pueblo en una casa y causa común.
Sorprendió a todos, proponiéndonos vernos, encontrarnos con Jesús, rezar, con todo nuestro ser: cuerpo, mente, espiritu, actividades, creencias. Cada meditación nos hacía: conectarnos y mover el cuerpo, la mente y la interioridad.
La clave central para el encuentro con Jesús fue que: somos luz, somos él, somos amor en nuestra esencia primera, profunda, pero que a lo largo de nuestra vida vamos recibiendo golpes, heridas, perdidas, que nos hacen desarrollar defensas, corazas, que al final cubren nuestra interioridad y son nuestro modo de relacionarnos con los demás.
DE LA SABIDURIA INDIGENA: Nos contaban nuestro abuelos, que hace un tiempo nuestro pueblo estaba pasando mucha hambre; entonces por amor a su pueblo, el padre del cielo hizo aparecer semillas de maíz sobre la tierra.
Unos recogieron aquellas semillas reconociendolas como sagradas, dadas por Dios mismo, sintieron miedo de perderlas, miedo a que alguien se las quitara, le hicieron una caja de piedra. Ahí dentro depositaron las semillas y esa piedra con las semillas dentro se transformó en un objeto de adoración a Dios. Por miedo hubo que hacerle una casa, para que ni el viento ni la lluvia gastaran la piedra. Hubo que poner candados y cuidadores, para que no la robarán o no la tocaran personas de otros pueblos, de otras creencias. Hubo personas que se consagraron al cuidado de estas piedras, de este templo, de este lugar sagrado, creando ciertos ritos para la adoración de este objeto. Por miedo este grupo está formado hoy en día por personas que se consideran cercanas a Dios, capaces de decidir quién se puede acercar a la piedra y quien no... Son aduaneros de la fe.
Un poco más abajo, en otro lugar, otras personas que tambien tenian hambre, recibieron las mismas semillas de maíz, escuchando a los ancianos , a las mujeres abuelas, eligieron trabajar la tierra, y sembrar la semillas bien adentro, esperar con fe la lluvia, luego el sol, cuidar de que los gusanos, loros y otros bichos no comieran la espiga y el grano. Hasta que al tiempo de Dios hubo maíz para hacer chicha, bebida, motel, comida, para todos. Los abuelos siguen enseñando que la semilla, la vida , el amor, debe ser acogido... está bien adentro, y a su tiempo dará amor hacia todos los demás. No hay que calcular, ni racionar, ni tener miedo, de amar. La semilla que muere en el surco, la persona que muere o la matan amando, dará el ciento por uno en amor.
La propuesta del Retiro fue: recordar, reencontrarnos, volver a creer que: la "semilla del verbo", Dios mismo habitó entre nosotros, sigue estando, y que de Dios venimos, en el existimos, y el da el verdadero sentido de nuestra caminata. Invitandonos a romper y evitar las piedras que nos han puesto o que nos hemos revestido por "miedos a ser consumidos" impidiéndonos ser amados y amar plenamente. Centrados en él, que amando , muriendo nos hace llegar su amor que es fecundidad, es resurrección, es vida plena y eterna.
PROFUNDO LO VIVIDO, todo recibido gratuitamente. Otros signos visibles de ese amor fue: las personas que quedaron cuidando a mi madre y su estar bien. Misteriosamente en estos días recibí la visa para poder participar del CAM encuentro de misioneros en noviembre en Puerto Rico. Y poder disfrutar de como se va realizando el Taller misionero por Wassa en diferentes partes del país. Como señal del camino que venimos recorriendo y lo creemos del Espíritu, concretamos la nueva casa para el Encuentro Teológico Colibrí, que será en San gregorio de Polanco - Tacuarembó.
Nos fuimos desprendiendo de las corazas, imagenes, dever ser... para encontrarnos con lo que realmente somos y estamos llamados a ser y hacer. Por eso nos retira, meditamos no para quedar vacíos, si para el encuentro con la persona de Jesús, su Espíritu, el Amor del Padre...
Disfrutamos de caminatas, buena alimentación, silencio, descanso, sol, noches estrelladas, encuentro con uno mismo, con Dios y los compañeros de retiro, experimentamos la misericordia, el amor, la vida de Dios. Festejamos la clasificación de Peñarol a los cuarto de final de la Copa Libertadores de América.
En el encuentro final nos propuso una dinámica de recordar un momento, una música, donde vivimos el Amor de Dios y escuchando su ritmo dibujarla de ojos cerrados. A mi se me vino de dentro:REGRESO A CASA Mucho mas liviano, mas centrado en Jesús. Me siento, y reconozco siendo parte de un pueblo, de una de las iglesias de Dios, sintiéndome parte de un todo, de todos, movido por el soplo del Espíritu Santo, amoroso, misericordioso, fiel… sin saber hacia donde me llevara… voy confiado.
No
hay que gastar energías en pelear… vivir, fecundar, caminar en la diversidad,
el tiempo Dios dirá… Amar
con hechos, en el encuentro, en la comunicación. Partiendo del
reconocernos, experimentar ser amado. Vamos bien por gracia de Dios...