Me considero una persona rica en amigos y sabía que con alguien le podría conseguir un par si lo necesitaba.
La niña me miró sonriente y creo que me vio con cara de preocupado y me dijo:
- Usted cree que Jesús no me recibiría descalza? Los zapatos se me despegaron hace un rato jugando a la pelota. En casa hay con que pegarlos.
Ante mi silencio ella continuó:
- Seguro estarán bien mis zapatos para la misa de comunión, pero si no fuera así igual vendría descalza. Mis padres me han dado Amor y siempre nos dicen a nosotros sus hijos que con Amor se puede ir a todas partes. Y aquí en la capilla nadie mira ni compara la ropa, acá lo importante es el comportamiento con los compañeros y en especial con los más chiquitos. Eso vivimos y se nos enseña.
La verdad que la niña me cambio la cara... pero también la preparación a las primeras comuniones. Esta niña es "una maestra del evangelio" que sería lindo escuchar antes de toda fiesta... de todo encuentro con Jesús.
La niña me abrazo, me dio un beso diciéndome:
- Quédese tranquilo que voy a venir calzada a la misa. Mis padres siempre solucionan los problemas con Amor, paciencia y fe. Y si ellos no pudieran seguro que la comunidad me consigue unos zapatos. Siempre aca todo es muy sencillo, pero es para todos igual.
Me regrese a Melo pidiendo perdón a Dios porque conozco la familia de esta niña y no había descubierto que es una fuente de amor. También di gracias por lo aprendido, entendiendo porque Jesús se identifica con los más pequeños y entre ellos con los niños... Gracias por esta comunidad.
Cuando andamos muy preocupado por lo exterior... es por carencia interior...
Cuando hay Amor nada falta...
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