viernes, 24 de marzo de 2017

Caminando, recogiendo los frutos y flores del camino, dejándolos que vuelvan a brotar en cada uno



He tenido un hermoso encuentro con una comunidad del campo, donde la sencillez, la gratitud y los frutos de la donación y el testimonio llegaron a su máxima expresión. La comunidad Sagrado Corazón de Maria - en - Sarandí de Bárcelo, se reunía para despedir al Padre Nacho y a su vez celebrar su cumpleaños ( en las vísperas).
 
Con que alegría celebraron la eucaristía, el sacramento del bautismo de uno de sus miembros y la experiencia maravillosa de haber vivido y crecido como personas y como comunidad de fe con la compañía del Padre Nacho. 
La alegría en los rostros, la sensibilidad para recoger lo vivido en los signos del altar, los gozos y las esperanzas en el compartir de los alimentos. Todos fue expresión de gratitud, humildad y reconocimiento que vale la pena vivir para servir, amar amando y ser todo para los demás. Estar con las comunidades, vivir su vida, y brindarles la posibilidad de seguir en dinámica de encuentro, porque solo eso ayuda a tomar sentido de la vida, los esfuerzos, los éxitos y los fracasos.
 






 Vale la pena encontrarse, para mirar al hermano y recibir la fuerza que brilla en sus ojos, ponerse al lado uno del otro y caminar juntos rumbo al horizonte que Dios nos regala y caminando, agarrar los frutos y flores del camino para que el altar de la vida tenga la plena satisfacción del gran encuentro del Dios que se dona y del nosotros que nos comprometemos con el hermano.


NOTAS DEL VIAJE A URUGUAY
Pbro. Jorge Ernesto Zapata Ochoa

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