He tenido un hermoso encuentro
con una comunidad del campo, donde la sencillez, la gratitud y los frutos de la
donación y el testimonio llegaron a su máxima expresión. La comunidad Sagrado Corazón de Maria - en - Sarandí de Bárcelo, se
reunía para despedir al Padre Nacho y a su vez celebrar su cumpleaños ( en las vísperas).
Con que alegría celebraron la
eucaristía, el sacramento del bautismo de uno de sus miembros y la experiencia
maravillosa de haber vivido y crecido como personas y como comunidad de fe con
la compañía del Padre Nacho.
La alegría en los rostros, la sensibilidad para
recoger lo vivido en los signos del altar, los gozos y las esperanzas en el
compartir de los alimentos. Todos fue expresión de gratitud, humildad y
reconocimiento que vale la pena vivir para servir, amar amando y ser todo para
los demás. Estar con las comunidades, vivir su vida, y brindarles la
posibilidad de seguir en dinámica de encuentro, porque solo eso ayuda a tomar
sentido de la vida, los esfuerzos, los éxitos y los fracasos.
Vale la pena encontrarse, para mirar al hermano y recibir la fuerza que brilla en sus ojos, ponerse al lado uno del otro y caminar juntos rumbo al horizonte que Dios nos regala y caminando, agarrar los frutos y flores del camino para que el altar de la vida tenga la plena satisfacción del gran encuentro del Dios que se dona y del nosotros que nos comprometemos con el hermano.
NOTAS DEL VIAJE A URUGUAY
Pbro. Jorge Ernesto Zapata Ochoa
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