SEMAMANA DESDE el 10 al 15 de Julio
«Vengan a estar conmigo y los enviare a misionar»
1 - AMBIENTACIÓN: Si fuera posible no poner mesa. Y ponemos una sábana blanca grande que de
sensación de vacío sobre el piso. Encima de ella colocamos la Palabra abierta y
un cirio encendido, y además un par de sandalias (viejas si es posible) y un
morral o bastón de caminante.
2- ORACIÓN INICIAL: Un canto de llamado misionero.
3- CONTEMPLAR NUESTRA REALIDAD: Los que quieran toman la
velita y aportan la respuesta a : ¿Qué actividad misionera en nuestra realidad
cercana hemos participado, visto o escuchado?
4- ILUMINAR NUESTRA
REALIDAD LECTURA
BÍBLICA: Mc 6, 7-13
Aporte para la lectura: Llamados y Enviados: Jesús los elige
para dos cosas. En primer lugar para que estuvieran con él. Los discípulos han
acompañado en todo momento al Maestro, aprendiendo, observando, siendo testigos
del rechazo, escuchando, viviendo.... En segundo lugar, Jesús elige a sus discípulos
para enviarlos a predicar expulsando los demonios. Fueron llamados, aprendieron
del Maestro, y ahora son enviados a llevar adelante la misión para la que
fueron elegidos.
Las Instrucciones de Jesús: Los primeros cristianos vivían
así la misión, con una absoluta confianza en Dios y en la hospitalidad de los
hermanos. Jesús insiste a los discípulos que no busque ninguna seguridad para
la misión fuera del mismo Dios (ni siquiera unas monedas en el cinto).
Por otro lado, Jesús da claras instrucciones de cómo proceder
en los lugares donde vayan: Allá donde reciban hospitalidad, deben aceptarla,
tal como hacían los primeros misioneros cristianos. Aceptar la hospitalidad
su-pone asumir una auténtica actitud de pobreza y desprendimiento, la capacidad
de aceptar lo que es ofrecido sin poner peros, sin exigencias y sin hacer
distinción entre una casa y otra. Vivir en la casa en familia es el mejor modo
de inculturarse.
La otra posibilidad, muy real, es la experiencia del rechazo
y el desprecio. Era costumbre entre los judíos hacer el gesto de sacudirse el
polvo de los pies cuando dejaban atrás la tierra de los paganos, de los no creyentes.
La buena noticia es una propuesta nunca una imposición. Y si en un lugar no la
aceptan hay que ir a otro.
- Misioneros como Jesús: Los discípulos predican la
conversión del mismo modo que lo hace Jesús, expulsan a los demonios y curan a
los enfermos.
Un dato particular de este texto es la mención a la unción
con aceite como medio de sanación de los enfermos. La Iglesia ha visto en este
signo el origen del sacramento de la unción de los enfermos. La primera misión
entonces no es «juntar gente» es buscar una vida más humana ayudando a liberarse
a las personas y curarse en todo sentido.
5- DISCERNIR: Nos preguntamos: En este momento ¿Nos sentimos
llamados a estar con él?
Y ¿Que misión personal puedo hacer que ayude a humanizar, a
liberar, a estar mejor a alguien que lo necesita y que QUIERE liberarse o
sanarse?
6- ACTUAR Y CELEBRAR: Unir nuestras manos para un Padre
nuestro y ofrecer el nombre de personas misioneras que nos han humanizado.
Rezar y terminar cantando un canto de envió misionero.
«Estaban como ovejas
sin pastor»
1 - AMBIENTACIÓN: Que el lugar de reunión sea un «lugar de
descanso». En asientos cómodos, con música, velas, incienso… En el centro colocamos
la Palabra y, si lo conseguimos, un cayado de pastor. Podemos recibir a los
hermanos con un mate, un café o un té.
2- ORACIÓN INICIAL: Un canto alegre de encuentro.
3- CONTEMPLAR NUESTRA REALIDAD: Cada uno se presenta en
rueda, compartiendo cuál es su hobby, lo que le gusta hacer en tiempo libre.
4-
ILUMINAR NUESTRA REALIDAD LECTURA BÍBLICA: Mc 6, 30-34
Aporte para la lectura: El relato que leemos hoy enlaza
directamente con el envío que leíamos la semana pasada. Los discípulos que
fueron enviados por Jesús, regresan junto a él. A pesar de buscar un lugar tranquilo
para descansar, la multitud sigue a Jesús y éste no puede abandonarla a su suerte.
Por única vez en todo el evangelio de Marcos aparece la
palabra «apóstoles», «enviados». Jesús y los apóstoles están vincula-dos entre
sí como obreros de una misma tarea, que es la de Jesús. Los discípulos se
convierten en apóstoles al ser enviados a la misión.
Jesús se preocupa por el bienestar y el repo-so de sus discípulos.
No es posible mantener el esfuerzo misionero sin tiempos para el reposo y para
el encuentro personal con Jesús, estando «solos con él».
La actividad misionera y la actividad contemplativa («estar
con Jesús») son los dos pilares de la vida del discípulo. Una sostiene y da
sentido a la otra y ambas son necesarias. Ni misión sin contemplación, ni contemplación
que no se vuelque en el servicio misionero.
No hay que tomar el relato literalmente. No es razonable que
una multitud llegue a pie antes de que lo haga la barca. ¿Cómo los
adelantaron?¿Cómo les dio el tiempo a avisar a todos los vecinos de los pueblos
cercanos y todavía llegar antes que Jesús? Este relato tiene un sentido catequético
más que histórico. El «descanso» tendrá que esperar a otra ocasión.
Sin duda, en este versículo conclusivo encontramos las claves
principales del relato: Vio una gran muchedumbre: Jesús ve «gente»; no son
propiamente un «Pueblo». Es un grupo de personas que busca, pero que se
encuentran perdidos. Eran como oveja sin Pastor. La idea del Pastor que guía a
un Pueblo es constante en el Antiguo Testamento.
Estuvo enseñándoles largo rato. La compasión de Jesús se manifiesta
en la instrucción. Jesús es el Pastor que constituye un nuevo Pueblo por su
palabra.
5- DISCERNIR: Nos preguntamos: Dios en el génesis al
séptimo DESCANSO. Jesús se retira a
solas para descansar y rezar. Jesús invita a descansar a sus discípulos después
del trabajo misionero. Nos preguntamos, si ¿VIVIMOS EL DESCANSO como parte de
la ESPIRITUALIDAD CRISTIANA?
6- ACTUAR Y CELEBRAR: Podemos hacer una acción de gracias por
momentos familiares, comunitarios y sociales donde hubo fiesta, distensión. Dar
gracias a Dios por es-os momentos. Rezamos a María la que se preocupó que no
faltara el vino en la fiesta.
«Comerán Todos y
sobrará»
1- AMBIENTACIÓN: Junto al altar de la Pa-labra con la Biblia
abierta, ubicamos un cirio encendido y delante de ellos un canasto con una
cantidad apreciable de panes.
2- ORACIÓN INICIAL: Invocación al Espíritu Santo
3- CONTEMPLAR NUESTRA REALIDAD:
¿Sabemos de alguna vecina o vecino que tiene alguna necesidad
de alimento, de compañía? Compartimos las situaciones.
4- ILUMINAR NUESTRA
REALIDAD: LECTURA BÍBLICA: Juan 6, 1-15
Aporte para la lectura: Nos ubica junto al mar de Tiberíades
(nombre que sólo apare-ce acá y en la proximidad de la fiesta de la Pascua, lo
que nos remite a la Eucaristía). El monte también hace referencia a la divinidad,
al lugar del encuentro de Moisés con Dios.
- La Multiplicación de los Panes: Al igual que en los otros
evangelios, cuentan con cinco panes y dos peces, pero el evangelista Juan es el
único que señala que son panes «de cebada». Con esto nos recuerda II Re 4,42-44
donde el profeta Eliseo alimentó a cien hombres con 20 panes de cebada. Con
esta comparación queda claro que Jesús es más grande que el profeta Eliseo.
Jesús pide a los discípulos que hagan «re-costarse» a la
gente en el pasto. La palabra «recostarse» recuerda el modo como los primeros cristianos
celebraban la Eucaristía.
Al contrario que en
los sinópticos, cuando Jesús toma los panes no «pronuncia la ben-dición», sino
que en el evangelio de Juan, Jesús «da gracias» («eucaristía» en griego).
Como vemos, en el relato de la multiplicación en Juan, todo
nos aproxima al misterio de la Eucaristía sobre el que meditaremos los próximos
domingos.
Conclusión: Reacciones de la Gente y de Jesús: Jesús aparece
como «el profeta que había de venir al mundo», como el Nuevo Moisés que
alimenta a su pueblo en el desierto, o como un nuevo Elías. Sin embargo, la
multitud tiene planes «políticos» para Jesús, desean hacerlo Rey. Jesús se
retira de esas expectativas. Él es otro tipo de Mesías, no el que va a liderar
una revuelta contra los romanos. Por eso Jesús se retira a la montaña,
precisamente el lugar donde comenzó este relato.
Si en el evangelio de Marcos el llamado «secreto mesiánico»
es una constante que nos ayuda a evitar las malas interpretaciones sobre Jesús,
encontramos ahora una coincidencia significativa en el Evangelio de Juan. Jesús
constantemente tuvo que evitar las ocasiones de malinterpretación o manipulación
de su ser «Mesías».
5- DISCERNIR. Nos preguntamos:
- ¿Qué podemos hacer como comunidad para compartir nuestro
pan material, de presencia o fe, con la persona que lo necesita?
6- ACTUAR Y CELEBRAR: Un canto de bendición sobre los panes
que están en la mesa, y después los compartimos y saboreamos. Terminar rezando
como hermanos un Padre Nuestro.
«Danos de ese Pan de
Vida»
1- AMBIENTACIÓN: La Palabra con la Biblia abierta y una vela
encendida. Delante de ella colocamos un pan. Si podemos preparar en casa un
pan sin levadura, sería lo ideal.
2- ORACIÓN INICIAL: Un canto eucarístico.
3- CONTEMPLAR NUESTRA REALIDAD: Compartimos ¿Para que las
personas estudian o trabajan?
4- ILUMINAR NUESTRA
REALIDAD: LECTURA BÍBLICA: Juan 6, 24-35
Aporte para la lectura: Después de la multiplicación de los
panes, a la que dimos lectura el pasado domingo, el evangelio nos presenta esta
semana el inicio del discurso del «Pan de Vida».
¿Qué buscan realmente?: La gente anda «perdida» buscando a
Jesús. Sin entender cómo llegó a Cafarnaúm. Jesús parte del hecho de que la
gente lo busca en un lugar y en otro para cuestionar qué es lo que buscan
realmente: ¿Buscan a Jesús porque les dio de comer y les permitió saciarse, o
buscan con fe en Jesús?
El título que usan para referirse a Jesús: «Rabí», es un término
que el evangelista Juan pone siempre en boca de personas cuya fe es aún débil.
Jesús habla con dureza, y les exhorta a buscar el verdadero alimento, el pan de
la fe que sólo Jesús puede dar. Un alimento que no perece. No hay que quedarse con el aspecto externo
del pan, sino mirar con fe el signo que Jesús realiza.
- El Verdadero Pan del cielo que da Vida al Mundo: Jesús dijo
«obrentrabajen» por el alimento que permanece . Este el punto de partida de una
nueva «confusión». ¿Qué hemos de hacer entonces? Jesús responde que no se trata
tanto de «hacer» como de creer en el que ha sido enviado. Es un llamado a la fe
(que no significa una fe que prescinde de las obras y del compromiso, pues el
mismo Juan señala que la fe implica actitudes y compromisos concretos. Ante la
necesidad de creer, los judíos piden un signo. Aparentemente encontramos una
contradicción: le piden un signo como el del maná del desierto ¿pero no acaban
de ser testigos de la multiplicación de los panes? Jesús parte de este pedido,
para afirmar que el verdadero pan del cielo no es el maná, ni Moisés su autor,
sino que el verdadero pan del cielo lo da el Padre. Y éste es un pan que da
vida al mundo, el verdadero pan.
-Yo Soy el Pan de Vida: El discurso de Jesús lleva a sus
oyentes, a pesar de que no ter-minan de comprenderlo, a hacer a Jesús una
súplica por el verdadero Pan. Y este pedido de los oye-ntes conduce a la plena
revelación sobre el sentido del discurso. El Pan del que ha hablado Jesús, el
pan que permanece, que da vida al mundo, que desciende desde el cielo, es Él
mismo.
Cuando Jesús usa el «Yo soy», nos recuerda al propio nombre
que Dios se da a sí mismo ante Moisés ( Ex 3,14). Con frecuencia los profetas y
el propio Jesús des-criben la presencia del Reino como un banquete en el que
todos podrán comer y beber hasta saciarse.
Con las palabras de Jesús comienza el discurso del «Pan de
Vida», que iremos profundizando los próximos domingos.
5- DISCERNIR. Nos preguntamos: ¿Solo Dios me vasta? O yo
también sufro por no tener esto o aquello o sufro por no tener a tal persona o
situación?
6- ACTUAR Y CELEBRAR. Un canto de bendición del pan. Y cada
uno va tomando un pedazo de pan y ofrece un compromiso de LIBERACIÓN de algo o
de alguien, pidiendo la ayuda de Dios, para ser ni poseído, ni poseer. Se
invoca la paz, nos damos unos a otros. Y finalizamos cantando un canto de
liberación.
«Yo Soy el Pan de Vida»
1 - AMBIENTACIÓN: Un mantel de fiesta, colocamos la Palabra
abierta, una vela encendida, una panera con pan y una copa de vino.
2- ORACIÓN INICIAL: Un canto eucarístico.
3- CONTEMPLAR NUESTRA REALIDAD: Lo verdaderamente humano es
cristiano. Por lo tanto sería bueno comenzar compartiendo algunas actitudes,
hechos reales que hemos presenciado en nuestro entorno, en el mundo, que son
muy bueno para los más empobrecidos.
4- ILUMINAR NUESTRA
REALIDAD: LECTURA BÍBLICA:
Juan 6, 41-51
Aporte para la lectura: - Palabras Contra Jesús: El motivo de
la murmuración de los religiosos Judíos son dos afirmaciones de Jesús: por un
lado la afirmación de que él es el pan, y por otro la idea de que «ha bajado
del cielo».
Uno de los argumentos empleados para negar las palabras de
Jesús ya nos es conocido: «¿Acaso este no es Jesús, el hijo de José? Nosotros
conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo puede decir ahora: «Yo he bajado del
cielo»?». Presentar a los padres de Jesús significa insistir en su origen humano,
de tal modo que no sea posible que «haya bajado del cielo».
- Palabras De Jesús: Jesús identifica el «venir a Él» con
«creer en Él». Pero el salto de la fe requiere la acción previa de Dios, que es
quien llama. Nadie puede venir a Jesús si no es atraído por el Padre. La fe en
Jesús está asociada a la vida. Todo el que cree tiene vida eterna
Jesús retoma la idea
del «Pan de Vida», pero en esta ocasión el acento está puesto en la «VIDA».
Igual que antes habíamos visto la comparación con el maná, Jesús la retoma en esta
ocasión para afirmar que todos los que comieron el maná han muerto, mientras
que Él es el pan que da la vida. ¿Cuál es entonces el verdadero pan bajado del
cielo que da la vida? ¿El maná del desierto, o el propio Jesús, «pan de vida»?
Yo soy el pan vivo bajado del cielo: Jesús no solo es pan de vida, sino pan
«viviente» bajado del cielo. El pan que viene del Padre para alimentar a su
pueblo. El pan que yo daré: Es Jesús quien da el pan de vida. Es mi carne para
la Vida del mundo: Jesús definitivamente identifica el Pan de vida con su propia
carne, completando de esta manera el sentido eucarístico de este discurso.
Hemos de entender que bíblicamente «carne» implica todo lo que la persona es en
su sentido terrenal.
5- DISCERNIR. Jesús se hace presente en la eucaristía, en el
prójimo, en el pobre. Nos preguntamos: ¿Cuáles de estas presencias de Jesús me
cuesta más aceptar?
6- ACTUAR Y CELEBRAR. Una bendición, un canto. Alguien toma
un pedazo de pan y se lo ofrece a una compañera o compañero deseándole algo. El
que lo recibe toma otro pedazo y se lo ofrece a otra persona también deseándole
algo. Hasta que todos reciban un pedazo de pan y un deseo. Todos juntos saborean
en silencio un pedacito del pan recibido y van pensando a quien le gustaría
hacer llegar el resto del pan, para que tenga un encuentro con Jesús. Se puede
decir el nombre y el porqué de ese deseo. Se reza juntos el Padre Nuestro. Y si
es posible le llevamos el pedazo de pan en la semana, a quien elegimos. Si no
es posible lo comemos en casa rezando por esa persona.
Material C.E.Bs. de Tacuarembó Adaptado por Melo)
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