viernes, 11 de noviembre de 2011

«Cada uno debe dar según los talentos recibidos en bien de los demás».


Ninguno de nosotros ha elegido donde nacer.
Nadie es tan rico que lo haya recibido todo, pero si hay personas que han nacido con lo mínimo humanamente necesario.
Sin duda que hay diferencias desde el primer instante de vida. E incluso entre algunos hay una enorme diferencia en cuanto a lo recibido en el primer tiempo de existencia.
La realidad nos enseña que cuando surge el Amor todo se mira diferente. Todo es como realmente es.
En una familia que hay niños, adultos y ancianos con diferentes capacidades, la valorización no se da con los parámetros del mundo.

Ejemplo: El que no trabaja que no coma y el que haga más se le dará más. La exigencias son según las posibilidades y según lo que a cada uno le corresponde.

Así de sencillas son las relaciones humanas cuando se está unido por el Amor.

Sorprendente es ver que no somos así fuera de nuestro grupo de pertenencia.
A un niño, a un adolescente o a un adulto que ha recibido mucho menos que nosotros, lo evaluamos según nuestra medida. Y si lo comprendemos, igual queremos que llegue a nuestro nivel.
El mundo está muy marcado por: la posesión, la comparación y el consumo.

«Valgo según lo que logro tener y soy más o menos que los demás según lo que logro que sea de mi propiedad».
En todo : en cuanto al cuerpo, a la inteligencia, a las relaciones, a los logros, y por supuesto en relación a las cosas materiales.
Nos sentimos más o menos que otros...

La Palabra Bíblica de este fin de semana nos muestra la mirada de Dios. El cual nos mira en el Amor, como parte de su gran familia.
La parábola de los talentos es bien clara: «cada uno debe dar según los talentos recibidos en bien de los demás».
(Mateo 25,14-30)

Como cualquier buen deportista la satisfacción está: «en haber dado todo según nuestras posibilidades».

¡¡¡ Que distinto es a lo que el mundo nos impone de acumular para tener seguridades !!!

¡¡ Que distinto es relacionarse en libertad en cuanto a poseer o ser poseído!!.
Cuando crece el Amor ,
crece el desprendimiento porque crece la Fe en nuestro Padre
y cuando nos desprendemos crecemos en Amor.

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