jueves, 3 de noviembre de 2011

Comenzamos el mes de noviembre recordando a nuestros seres queridos fallecidos

.Muchas personas peregrinan al cementerio.
También la oración personal y la comunitaria es un modo de encuentro con estas personas que dejaron esta realidad y viven de otra manera en otro lugar.
Toda persona que ofrece una flor, enciende una vela o dialoga con alguien fallecido es porque: cree que es posible la comunicación, por lo tanto cree en una vida mas allá de ésta...

La Fe, como la inteligencia, el físico, la amistad, el idioma, el jardín, la mascota... el amor, necesitan: dedicación, tiempo y sabiduría para que se desarrollen.

Creemos que la Fe no es algo distinto a lo demás.
La Fe es como la hoja de papel donde se escriben las demás palabras de nuestra relación humana. Por lo tanto si dilatamos la «hoja» creamos más espacio para que el amor, la amistad, el servicio, el perdón, la aceptación... crezcan en nuestro interior.

Y también se ve con más claridad los sentimientos que queremos borrar de nuestro corazón: odio, mentira, celo, angustia, posesión, adicción, violencia, miedos...
Creo que todos tenemos Fe en alguien o en algo y eso es lo que nos lleva a siertas opciones en la vida.
Un gurú, un hombre reconocido como sabio estaba hablando para un grupo de empresarios y trabajadores


Dijo: - Así como el pez muere en la tierra seca, ustedes morirán si quedan enredados en los asuntos del mundo. El pez debe volver al agua, allí es donde recupera su vida. Ustedes deben tomar conciencia de su vida espiritual.
Entonces alguien del auditorio, (gente como nosotros) pregunto:
-¿Quieres decir que debemos dejar nuestros trabajos para ir más a la iglesia?
- No , no (dijo el gurú) No hable de ir más a la Iglesia , digo que continúen con sus trabajos pero desde el corazón.
Va llegando fin de año y se siente el cansancio, se empieza a pensar en las fiestas en el verano y en que haremos el año próximo. Las propagandas nos bombardean continuamente con «cosas a consumir». Nos pareció apropiado aportar una mirada sobre el Amor en el pliegue central. Donde habita el amor todo se tranforma en verdad. Con Amor tomamos una posición sobre un acontecimieto presente.


Este dos de noviembre hemos visto más sensibles a los amigos y vecinos, teniendo presente a los seres queridos fallecidos. Entonces ¿cómo no podemos comprender y apoyar a las personas que quieren saber donde están sus familiares desaparecidos?.
Mi sentir es que hay un pequeño grupo de personas que han tomado la opción de ocultar la verdad y como la «yerba mala» se ha extendido en casi la mitad de nuestra población uruguaya. Teniendo un país dividido en dos por este motivo.
La verdad nos libera aunque sea dolorosa. Nos imaginamos el «miedo que hay en las personas que ocultan la verdad». Cada pasito, cada huesito que se va desenterrando, la votación de la mayoría de senadores y diputados elegidos democráticamente los va arrinconando más a eso que le temen: «la justicia».

Confieso no ser experto en cuanto a nuestra Constitución, pero creo que como cualquier vecino creo que es «durísimo» no saber donde y como están nuestros seres queridos. Por eso la Verdad, en este tema es más que de legalidad «es cuestión de humanidad y de amor».

Reitero que creo que es un pequeño grupo que están engañando a unos cuantos. Unos cuantos se equivocaron por obediencia o por la visión que tenían en ese momento histórico, tanto de un lado como del otro. Pero hay un grupito que sigue creyendo que: la tortura, las violaciones, las desapariciones, saqueos son justificables y si tuvieran el mango del sartén «lo volverían a hacer». Por lo tanto cuando no hay arrepentimiento no hay perdón, y se continúa desalojando del corazón al amor...

Imaginémonos que no se hubiese ubicado y juzgado a los militares que protagonizaron el hecho sucedido en Haití hace un tiempito. Si se hubiese ocultado esa verdad «quedaría como una nebulosa de desconfianza ante los 35.000 mil soldados que han integrado las operaciones de paz realizadas».
Gracias a la verdad podemos distinguir el trigo de la gramilla y con la posibilidad que los que se equivocaron cumplan con su penitencia y vuelvan a comenzar una vida nueva.
Por nuestro ejército, policía nacional y actores políticos, por nuestros hermanos que sirven a la sociedad desde este lugar queremos volver a mirar la historia desde el corazón sin odio pero con amor.

El amor es ver tal cual es la realidad.

Entonces no es cuestión de derecha o izquierda, es cuestión de relacionarnos como ciudadanos en la verdad o las tinieblas.

 El Colibrí  (Walter Cesar Aguirre Jara responsable de lo dicho en comunión con medio país, buscando la comunión con todos.) Editorial Semanario Tribuna Popular 4 de Noviembre 2011
“Si hubiera tenido un desaparecido en mi familia sería el primero en buscar una respuesta”. Nuevo comandante del jefe del Ejército Uruguayo: Pedro Aguerre

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