jueves, 26 de marzo de 2015

ESPIRITUALIDAD LIBERADORA QUE DESPIERTA ALEGRÍA Y ESPERANZA

“Hace un buen tiempo, cuando un tal Jesús de Nazaret entró a Jerusalén montado en un burrito acompañado de sus discípulas y discípulos, la alegría a su paso se encendía en la interioridad de aquellos que agitaban palmas y olivos queriendo acercarse para tocar a quien aclamaban como nuevo rey. Las madres elevaban hacia lo alto a sus niños pequeños para que pudieran contemplar el pasaje por aquel lugar de ese hombre manso y humilde que hacía renacer la esperanza del comienzo de una sociedad justa y fraterna”.

Hoy en el mundo entero al comenzar la Semana Santa, son millones de personas que participan de las misas de Bendición de Ramos.  Ramita que después será colocada en algún altarcito de la casa, junto a una foto en la pared, en el caño de la estufa, o  en el marco de la puerta. Como signo visible para que quien entra sepa que: en esta casa, en esta familia, nuestro rey es Jesucristo. No dejando lugar para el maligno.
En esta misa entre vecinos, mas algún turista que se suma, la bendición de ramos nos prepara para el ENCUENTRO CON JESÚS, en el prójimo, en la palabra bíblica, en el pan y vino sacramento de su presencia en medio de la comunidad.
Ojala podamos participar toda la semana en el camino de la humanidad reflejado en la vida muerte y resurrección de Jesús. Esto nos puede ayudar a comprender el sentido de la vida humana y por lo tanto de nuestra propia vida. Con una palabra bien clara y esperanzadora, para aquellas situaciones de injusticia, dolor, enfermedad, traición y muerte que nos toca vivir en nuestro entorno, habiendo veces que no le encontramos explicación.
Las ciencias nos dicen: que  nos transformamos en aquello que consumimos. Por lo tanto si nos alimentamos de la alegría y la esperanza que celebramos en semana santa, cuando nos toque algún viernes santo, algún vía crucis, estaremos fortalecidos para cargar la cruz con la espiritualidad pascual.
La naturaleza nos enseña: que solo se puede cosechar aquello que se sembró, nadie cosecha alimentos acumulando piedras o metales. Lo que nos deja claro que: “el uso que le damos a nuestro tiempo, está marcando nuestro alimento y de alguna manera nuestro destino”. Si me dedico a construir, tendré construcciones, si me hago tiempo para alimentarme espiritualmente tendré una fe madura y fortalecida…
La espiritualidad de Jesús es la espiritualidad del Reino de Dios. 
Siempre será liberador, pasando por algún momento de dolor, 
despertando la alegría y la esperanza, causando enojo en los opresores.  
Feliz Pascua !!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario