PRIMERA SEMANA SANTA
Comenzó con la entrada de Jesús a Jerusalén, el cual
fue aclamado con palmas y cánticos como el nuevo rey. Despertando profunda
alegría y esperanza en todos los oprimidos, e inquietando a los opresores.
DOMINGO DE RAMOS
Esos día en que se celebraba la pascua Judía, había un
movimiento comercial muy importante, con celebraciones religiosas, venta de comida
y entretenimientos muy variados para los peregrinos al templo de Jerusalén.
También las prostitutas tenían la semana de más trabajo en el año.
Cuentan que aquel domingo de ramos, a una hora cercana al
mediodía, una mujer llamada la negra María, después de haber trabajado hasta la
madrugada, fue despertada por el alboroto del pueblo que recibía a Jesús. Ella
en el cuarto del fondo donde el
comerciante la explotaba, se puso de
pie, se envolvió en una sábana,
acercándose a la ventana quiso saber cuál era el motivo de tanta alegría.
Justamente frente a sus ojos inflamados por la mala noche y
con la pintura derramada sobre la cara se presenta un varón montado en un
burrito. Misteriosamente aquel hombre aclamado por la multitud puso la mirada
en aquella mujer. María no podía creer lo que le estaba aconteciendo, estaba
siendo mirada como nunca antes le había sucediendo. Nuestros ojos revelan lo
que habita en nuestro corazón y aquel visitante trasmitía una cálida ternura y
comprensión.
Las lágrimas brotaron en el rostro de la mujer apodada “la
negra”. Fue tan penetrante aquella mirada que instintivamente ella se llevó la
mano al pelo, quizás para arreglarse un poco. El alma sentía necesidad de
exclamar algo, pero las dos miradas se abrazaban en silencio, con la música de
fiesta del pueblo.
No fue más que un instante, pero son momentos que uno desea
que sean eternos y así quedaron en la memoria de aquella mujer. Lentamente el
burrito llevaba a ese tal Jesús, el cual giro su cabeza hacia atrás hasta que
podía observar aquella mujer que lo miraba atentamente. Este hombre tenía una
sensibilidad profunda y estaba muy despierto a los encuentros en el camino.
Todos sabemos que los gestos, las palabras pero también las miradas tienen la
capacidad de herir o sanar, de matar o dar vida.
Poco a poco los cánticos de la muchedumbre se alejaban,
mientras la mujer frente a un viejo espejo intentaba mejorar su rostro. Las lágrimas tenían un sabor muy
diferente al de siempre, en este caso eran lágrimas cargadas de emoción. Hasta
una sonrisa de aquellos labios gruesos pintados de rojo, daban luz a su rostro.
Hasta que violentamente se abrió la puerta, con el grito de su patrón que le
anunciaba que tenía el primer cliente…
DÍAS DE LA SEMANA
Los tres días siguientes, transcurrieron en Jerusalén con
mucha normalidad. Peregrinos que llegaban de distintas partes. El imperio
romano que había reforzado la guardia militar. Los comerciantes que ofrecían
los artículos más diversos a la venta. Los circos callejeros daban sus espectáculos, y los ritos del
templo con mucho incienso y ofertorio de distintos animales. Los sacerdotes
tenían una semana de mucho trabajo, la cual era la que financiaba gran parte
del año.
Las posadas y tabernas olían a alcohol, con las peleas
normales por problema de ajuste de cuentas y por el machismo reinante. Las
prostitutas pasaban de mano en mano, de soldados a campesinos y de estos a
comerciantes, viejos y otros que celebraban su bautismo de hombre según la
cultura reinante.
Lo diferente a otros años era el comentario en las equinas, en las sobremesas, en ruedas de varones y de
mujeres, sobre la caravana, la adhesión multitudinaria a ese tal Jesús al
comienzo de la semana. En los sencillos había nacido una esperanza. Los que
vivían del templo estaban muy molestos. Incluso hasta Roma había llegado la
noticia preocupante.
Los distintos grupos se organizaban, ya fuere para apoyar el
eminente levantamiento revolucionario en búsqueda de la liberación, como
aconteció en la liberación de Egipto
guiados por Moisés, exigiendo a la otra parte a los poderosos que se
reunieran entre sí para planear la eliminación de este revolucionario.
JUEVES SANTO
Pero lo que hoy nos interesa comentar es lo que estaba
ocurriendo en el interior de aquella mujer que desde muy niña fue iniciada en
este trabajo de prostituta por su padrastro cuando apenas había cumplido doce
años. El cual abuso de ella por un buen tiempo y después la vendía a sus
compañeros de trabajo. Lo mismo que hacía con su mujer, madre de quien
hablamos.
Una mirada puede despertar alas y estas nacen de experiencia
anteriores aunque estas hayan sido de mucho dolor. Recordó cuando siendo una
adolescente, mientras su padrastro dormía luego de una borrachera, ella había
escapado de su casa. Si bien había caído en manos del comerciante que la
explotaba en su memoria estaba la huella de búsqueda de la libertad.
En el poco tiempo que tenía para sí misma, empezó a soñar, a
planear el dejarlo todo en búsqueda de aquel varón que la había mirado con
amor. Si bien por dinero, poder y odio se hacen muchas cosas, el amor es capaz
de llevar a superar todas las leyes, cadenas y limites en búsqueda de su
realización.
Y fue el jueves santo, a la hora de la siesta, mientras quien
se había adueñado de ella y sus sirvientes borrachos y de panza llena por lo
bien que les estaba yendo en el negocio, ella se hizo la dormida en el sucio
cuarto del fondo y escapo por la ventana.
Quien busca encuentra. Si bien no era fácil encontrar al
hombre buscado, ella sabía que su corazón sería su guía. Con inteligencia busco
en las casas de la periferia de la ciudad, allí donde había familias que tenían
casas con terrazas toldadas para alquilar o prestar a los peregrinos.
A la noche, estaba en la misma mesa de Jesús junto a sus
discípulos. Algunos de ellos estaban un poco incómodos, porque la presencia de
una prostituta les movía la conciencia. Unas mujeres discípulas luchaban para
controlar sus celos.
Jesús cuando la negra golpeó en la puerta, El mismo la
recibió con un abrazo que llamo la atención de todos.
Si bien su maestro había dejado claro en sus gestos y
palabras que su preferencia era por los más empobrecidos y por los excluidos
por ser considerados pecadores, en el primer grupo de Jesús aún habían voces de
que ser tocado por un impuro te hacia impuro, y también la preocupación del que
dirán al relacionarse con alguien de mala fama.
La mujer comía abundantemente, acompañando el cordero pascual
del buen vino. Cuarenta años de vida, en un pueblo religioso y por primera vez
participaba de la celebración de la pascua. Su corazón latía a mil ya que su
mirada estaba fija en el rostro sereno de aquel varón que cada tanto la acogía
con sus ojos profundos y le sonreía.
Lo inolvidable de aquella noche, fue que en determinado momento para
desconciertos de todos, el maestro se levantó de la mesa, tomo el recipiente
con agua que estaba cerca de la puerta, el cual utilizaban los sirvientes,
mujeres o niños de la casa para lavar los pies a los hombres que venían de
visita a la familia.
Se arrodilló frente a ella, con suavidad quito la tierra de
sus pies y después los acaricio con una toalla blanca secándolos. La mujer por
un instante recordó a su mama, que dentro de la pobreza extrema en que vivían
siempre intentaba que ellaestuviera limpia. Según los testigos se escuchó una voz
que decía “Estas limpia, hoy has nacido a una vida nueva, que seas muy fecunda”.
Uno a uno en silencio fue sorprendido por el maestro que
realizaba con amor el trabajo de los sirvientes. Aquel gesto que les transformó
la celebración de la pascua, que les cambió la imagen de Dios, era acompañado
por las mismas palabras que resonaban dentro “Están limpios, hoy han nacido a
una vida nueva, vayan y hagan con los demás lo que yo he hecho con ustedes”.
Y después vino lo que más o menos todos hemos sabido. Uno de
los discípulos rechazando la presencia de la mujer, no aceptando la postura del
maestro que lo invitaba elegir este
camino en la vida, se levantó rápidamente tomando la pequeña bolsa de dinero y
se fue.
VIERNES SANTO
Siguiendo la búsqueda de un lugar solitario de aquel que
todos queríamos estar con Él. Después nos sorprendieron los soldados romanos
acompañados por los sacerdotes del templo y el beso de aquel que no se dejó
lavar los pies.
El viernes fue de pleno alboroto en el pueblo, si bien los
ritos del templo continuaban como si nada y también los espectáculos y los
trueques, Jerusalén estaba pendiente del juicio a Jesús. Se decía que lo habían
torturado cruelmente, acusado de blasfemia contra el Dios del templo y contra
el Dios del imperio, diciéndose hijo de Dios.
La dispersión del grupo fue casi total, siendo la ex
prostituta una de las pocas que paso la noche despierta en la puerta de donde
lo habían apresado a Jesús. Sin dormir la noche, como tantas veces lo había
hecho, pero esta vez por amor, acompaño pasó a paso el viacrucis del amigo. Más
de una vez intento acercarse para alcanzarle agua, recibiendo empujones y
golpes de los soldados que servían al poder.
A mitad de la subida al cerro, cuando Jesús sangrando ya no
podía levantarse de una de las tantas caídas, entre la multitud se encuentra
con la mirada de aquella mujer. Su mirada era otra... dicen que aquel hombre
después de su muerte y resurrección le agradeció a la negra la ternura de su
mirada cuando ya creía no poder seguir camino con su cruz.
En aquel momento sintió que por una, por una persona,
valió la pena haber vivido para amar. Y
es el amor que habita en nuestro interior el que nos pone de pie en los
momentos más duros de nuestro caminar.
PASCUA
Ella había aprendido de su maestro, que hay momentos que no
se puede hacer nada más por el otro que mirarlo en silencio. Pero si esta
mirada nace desde la fuente de la vida, si es entregada con todo el ser, esto
puede elevar al que esta caído haciéndolo volver a nacer.
Los problemas en aquella región siguieron a lo largo del
tiempo. Los imperios eran derrotados por los pueblos y surgían hombres
endemoniados que creaban nuevas situaciones de opresión.
Pero todo había cambiado a partir de aquella nueva pascua.
Unos cuantos testigos de lo acontecido, creyeron y se lo trasmitiendo a otros,
centrándose por fe en el amor. Un amor que se concretiza en los servicios más
humildes a los demás, en un modo de
hacer fiesta incluyendo a los excluidos, en una mirada de comprensión y ternura
que despierta alas, que nos eleva. Haciéndonos perder el miedo al miedo, que
siembra el poder opresor.
A lo largo de los años esto sigue inquietando a los que lucran
con la sangre de sus hermanos, regalando la resurrección a todos lo que buscan
y encuentran la misericordia de Dios. Misteriosamente y como no podría ser de
otra manera, esa presencia del espíritu de Jesús se manifiesta en las
estructuras más diversas de organización humana y se escapa de aquellas que la
quieren poseer. ¡FELIZ PASCUA!
Nacho
No hay comentarios:
Publicar un comentario