domingo, 18 de junio de 2017

COLIBRÍES URUGUAYOS APRONTANDO ALAS HACIA ARGENTINA - BOLIVIA

Recuerdos, sueños, proyectos, seguimos andando confiados en la Providencia de Dios ...
Este año se cumplen 10 años desde mi primer viaje a Bolivia.
En febrero del 2007 partí con el corazón inquieto, en búsqueda. Las circunstancias de aquel momento me llevaron a viajar sola durante 2 días. Lo paradójico: quien había puesto la inquietud e invitación en mi corazón ya no vivía allí.
A mitad de camino del viaje pude encontrarme con ella en Córdoba, y fortaleció mis energías a seguir adelante, subiendo hacia el corazón de Amerindia. Nelda me recibió en la Terminal acompañándome hasta la hora de tomar el siguiente bus hacia el pueblo de Salvador Mazza (Salta), límite con Pocitos y Yacuiba (Bolivia). Conocí a Hugo.
Luego de 2 días de viaje en ómnibus, acompañada únicamente por las personas con quienes me relacionaba durante el camino, crucé la frontera a pie y tomé un transporte hacia Gutiérrez. Al llegar, en la tarde, me encontré por primera vez con: Nacho, Clarita y Heriberto, y un delicioso plato de comida y jugo. Compartí una experiencia de 15 días conociendo: Gutiérrez (las noches culturales de los sábados en Tekove Katu, la entrega de diplomas a las madres del programa educativo “Yo sí puedo” en el Colegio de sus hijos), Camiri (Hospital). Rostros que mi memoria guarda de Gutiérrez: Esven, Marcia, Muchi …
En San Antonio de Parapetí: miércoles de cenizas conoci el internado “El Arca” y la casa de la Hnas Misioneras.
En Cabeza (obra del P. Roberto Tames) conocí a Mirtha, Magalí, Clementina, Rosa Estela Aramayo). Allí, Nacho me pide hacer el papel del ciego de Jericó para un retiro con docentes y trabajadores del colegio.
El último día, Clarita y Maribel se despiden acompañándome hasta la frontera en Yacuiba. Regreso a Córdoba, donde me reciben Hugo y su hermana y con Nelda nos reencontramos en nuestro pueblo: Mercedes.
En octubre del 2012 (5 años más tarde), regreso a Bolivia, esta vez acompañada por quien sería mi compañero de vida en común: Gilberto. Volvi a recorrer con él el trayecto en ómnibus de 2 días nuevamente. Al llegar a Córdoba, nos quedamos 4 días. Continuamos el viaje en ómnibus con 2 roturas de coche que nos demoraron, tardando más horas de las previstas en llegar a la frontera. Nuevamente, cruzamos la frontera a pie, siguiendo a la multitud de gente, luego de pasar las migraciones argentinas y bolivianas.
Tomamos un taxi y luego un truffi que nos llevó hasta la Parroquia Ntra. Sra de los Remedios en Villamontes, donde nos esperaba el cura amigo Edgardo.
El día se manifestaba en todo su esplendor de calor intenso y árido. El chófer del truffi nos protegía del sol colocando unas toallas en las ventanas a los varios pasajeros que íbamos en el vehículo.
Conocimos y recorrimos Villamontes con Edgardo y Nahir (a quien conocía por correo electrónico, pero sin poder coincidir encontrarnos en nuestro país)
y a Silvia: la escuela de Juan Pablo II, las Hnas del Verbo Encarnado, un proyecto de autoconstrucción para mujeres.
Viajamos a Santa Cruz donde me reencontré con Mirtha, a quien había conocido en Cabeza EN mi primer viaje. Nos “marearon” sus calles en forma de anillos y tránsito intenso. Fuimos a un amplio mercado, nos movilizábamos en el transporte colectivo urbano.
Mirtha nos llevó a conocer el Fuerte y el pueblo de SAMAIPATA (parte del imperio Inca): un lugar con una energía especial. En Santa Cruz también compartimos con Maribel y su bella hija.
Junto a Edgardo, Nahir y Silvia almorzamos con Tarcisio y Carolina en Tekove. Recorrimos Lagunillas (lugar donde pasó el Che Guevara) y Camiri (me encontré con Clementina).
Finalmente, Edgardo nos llevó hasta Yacuiba para regresar a cruzar la frontera a pie, y otro día más en Córdoba.
 Durante esos años, Nacho fue a Uruguay (2008) con Adelaida, Rosita Esthel y Jacqueline, haciendo una parada por Mercedes.
En 2015 Nicolazza, Ivan y Yasi llegaron hasta Mercedes y así continuaba el puente.
En 2015, cuando viajamos a Ecuador, en Esmeraldas, conocimos a Elda, quien estaba haciendo un intercambio en salud enviada por la fundación que colabora con Tekove Katu. Y los vínculos crecían…

Este 2017, nuestros sueños y pasos regresan a Bolivia, en mi caso por 3ra vez y Gilberto por 2da vez haciendo el recorrido de 2 días por tierra, atravesando el querido pueblo hermano de Argentina, cruzando nuevamente esa frontera a pie.

Nuestro casamiento ha sido una experiencia comunitaria profunda con una mirada en clave de Patria Grande. Ninguno de nuestros amigos bolivianos pudo viajar para participar, y eso nos ha dado un impulso para ir nosotros a su encuentro, agradecidos por lo que han contribuido en nuestro proyecto de vida.

El itinerario del viaje se va armando con la gente del lugar, los amigos que nos recibirán.
Confiados que Dios que nos cuida y que todo vendrá por añadidura, unidos al amor y fraternidad, seguimos tendiendo puentes … nos recibirán en: Villamontes, en Gutiérrez, Iviyeca, Cabeza, Mora, Santa Cruz, San Pablo (Beni), y seguimos abiertos y atentos al soplo de la suave brisa del Espíritu.

Hemos iniciado un camino en la práctica de la meditación apostando al silencio y la quietud. Vivimos, meditamos, confiamos.
“Permitiendo 
que la misteriosa y silenciosa presencia de Dios
 en nuestro interior 
se convierta en esa realidad 
que le da significado
 a todo lo que hacemos y a lo que somos.”

Nos estamos preparando espiritualmente para este viaje como pareja. Estamos leyendo los primeros ejemplares de los “Colibríes” hechos en Bolivia, con testimonios de los jóvenes guaraníes que han integrado el equipo.
El domingo pasado, fuimos a la costanera de nuestro río Negro, y allí, acompañados del sol y el cielo despejado, tomamos mate, leímos el escrito llamado: “Si usted viene desde el sur” (visto desde Bolivia), reflexionamos y finalizamos con 20 minutos de meditación.

Si usted viene del sur.
Usted ya habrá visto oleoductos de gas y petróleo, 
hombres extranjeros de transnacionales, 
ONG, Iglesias,
 usted ha llegado al Chaco Wenhayeck, Guaraní, 
hoy también Chapaco, Colla, Aymara, Mestizo, 
ahora todo depende de su sensibilidad .

Dios le ha hablado en todo su andar, 
mastique antes de seguir, 
deje salir de su corazón,
 de usted depende que este sea un viaje más,
 o pueda decir al final:


“No se que será de mi vida,
 pero sólo se que después de este viaje, 
ya no soy el mismo por dentro”… 
Ernesto “Che” Guevara

CLOE

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