martes, 22 de noviembre de 2022

MES DE MARIA 3er. ENCUENTRO: "El Nacimiento de Jesús en Belén"

 

 PROPUESTA: para reflexionar y rezar en comunidad, en base a la Palabra y comentario del papa. Francisco nos abre al sentido de lo que sucedió en Belén, en la perspectiva de la vocación de María y de nuestra propia vocación cristiana. 
MATERIAL: Una piedra. Una flor o plantita con flores.  Puede estar al centro en una mesa, con la imagen de Maria y la Palabra Bíblica con la lectura marcada, y una velita a ser encendida con el canto de comienzo.
 3er. ENCUENTRO:
 "El Nacimiento de Jesús en Belén"

COMENZAMOS el encuentro Cantando: 

VER : Hay situaciones en nuestra sociedad, en nuestra familia, en nuestro interior, "que parecen muertas". Pasar la piedra de mano en mano y cada uno comparte alguna realidad personal, familiar o social donde el mal este ganando la batalla. 

ILUMINAR: Lectura del evangelio según Lucas 2, 1-20 
Por aquel entonces salió un decreto de César Augusto mandando hacer un censo del mundo entero. Este censo fue el primero que se hizo siendo Quirino gobernador de Siria. Todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad. También José, por ser de la estirpe y familia de David, subió desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, para inscribirse en el censo con María, la desposada con él, que estaba encinta.

 Mientras estaban ellos allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada.
 En aquella misma comarca había unos pastores que pasaban la noche al raso velando el rebaño por turno. Se les presentó el ángel del Señor, la gloria del Señor los envolvió de claridad y se asustaron mucho. El ángel les dijo: - No teman, miren que les traigo una buena noticia, una gran alegría que lo será para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un salvador, que es el Mesías Señor. Esto les servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. 

De pronto se sumó al ángel una muchedumbre del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: - ¡Gloria a Dios en lo alto, y paz en la tierra a los hombres de su agrado! Cuando los dejaron los ángeles para irse al cielo, los pastores empezaron a decirse unos a otros: - Ea, vamos derechos a Belén a ver eso que ha pasado y que nos ha comunicado el Señor.
 Fueron a toda prisa y encontraron a María y a José, y al niño recostado en el pesebre. Al verlo, les comunicaron las palabras que les habían dicho acerca de aquel niño. Todos los que lo oyeron quedaron sorprendidos de lo que decían los pastores. María, por su parte, conservaba el recuerdo de todo esto, meditándolo en su interior. 

Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído; tal y como les habían dicho. (Palabra de Dios) • 
Comentario El Papa Francisco nos dice: 

- “María es la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura. Ella es la discípula del Padre que se estremece en la alabanza. Ella es la amiga siempre atenta para que no falte el vino en nuestras vidas... 

Es allí, en los santuarios, -lugares donde parece que nada bueno puede salir- donde puede percibirse cómo María reúne a su alrededor a los hijos que peregrinan con mucho esfuerzo para mirarla y dejarse mirar por ella. Allí encuentran la fuerza de Dios para sobrellevar los sufrimientos y cansancios de la vida. Como a san Juan Diego, María les da la caricia de su consuelo maternal y les dice al oído: «No se turbe tu corazón […] ¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre?» ((Evangelii gaudium 286).

 “Porque cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño. En ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a otros para sentirse importantes. (Evangelii gaudium 288).

ACTUAR: Ponemos la mirada en la imagen de Maria, en la velita encendida, en las flores... y cada una expresa un pedido, una oración para las situaciones en el comienzo compartidas con la piedra. 
- ¿Hay alguna situación de las compartidas, que juntas podamos dar una respuesta con nuestra presencia, con algún aporte material?
REZAR: Ponemos todo en manos de Dios rezando como Maria Rezava, a Dios Padre, rezando el Padre Nuestro. 

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