San Francisco de Asís, cuando vio que la navidad había perdido su esencia, transformándose en una celebración litúrgica en el templo, para algunos de manera excluyente, sin compartir nada... el pequeño Francisco fue inspirado por Dios y creó el pesebre viviente en las afueras de la ciudad, con los pobres, sus animalitos y quienes quisieron apoyar, haciéndolo abierto a todo el que quisiera participar y compartir.
Hoy fue navidad en el barrio Villa Andueza, detrás de la cancha de Melo Wanderers, por la calle que se sale de las orillas del arroyo Conventos, en la comunidad San Expedito. Que fiel a Jesús (quien eligió una casa de familia para celebrar la fiesta de Pascua, y lo que es la misa, para que fuera lo cotidiano que recibiera lo divino) la comunidad transformó el templo en comedor.
Con el espíritu cristiano de "puertas abiertas" llegaron de las comunidades: La Casita, San Pablo Hipódromo, López Benítez, San Antonio del Bosque, del fondo de la Catedral. Nadie fue espectador, ni superior, todos sentimos que fuimos parte de realizar un Pesebre Viviente.
Los cimientos son fundamentales, y este encuentro es parte de un camino de todo el año de encuentros con la Palabra, en las distintas comunidades, (incluso de la siembra que otros hicieron en otros tiempos) este encuentro está también sostenido en la misa del dia 19 donde pusimos nuestras angustias, por las muertes trágicas de estos últimos días... Iluminados por lo que Dios hizo en Isabel y Zacarías siendo ancianos. Ese Dios que nos reveló su lugar en la historia haciéndose pequeño, necesitado, perseguido por los poderosos... Un Dios que está de parte de los que buscan y viven la justicia en favor de la vida.
Pusimos como ejemplo mundial, actual, a Gisèle Pelicot (drogada y entregada por su marido a las de 50 hombres para ser violada) quien dijo: - Quiero que todas las mujeres violadas y maltratadas, sientan y puedan decir: la señora Gisèle pudo hacer justicia yo también podré. Dios está siempre de parte de las víctimas...
La Palabra se hizo carne, acompañada de una bendición invocada por el p. Juan Fernando. Que nos recordó que para este tiempo de adviento está la propuesta de vivir: la esperanza y la alegría. Y eso era lo que estábamos viviendo: una celebración de encuentro solidario, alegre que nos despierta la esperanza de que con Jesús todos podemos ser mejores, viviendo su amor en bien de todos. Simplemente Jesús nos pide que respondamos con un SÍ a su invitación, aportando lo que somos y podemos, y Él nos hace Familia, multiplicando el alimento para el cuerpo y el alma.
Es navidad cuando hay encuentro en alegría y esperanza, cuando se da el signo de crear un espacio cercano a los pastores que no tienen lugar o se sienten excluidos, o son considerados de segunda clase....
Es navidad donde haya lugar para los magos que vienen de oriente, del este y oeste, de todo lugar trayendo el vino, la ensalada, el refresco, el arroz con leche, el helado, para acompañar al cordero asado.
Es Navidad cuando alguien comparte su profunda alegría y nos alegramos todos de haber culminado el primer nivel de enseñanza secundaria.
Es Navidad cuando una comunidad es capaz de invitar y acoger a tres presbíteros juntos, en medio del pueblo... un milagro de San Expedito ja ja.
Es Navidad cuando (al igual que en el pesebre donde nació Jesús) hay lugar para todos de manera solidaria y alegre. Siendo este modo de encuentro un signo del Reino de Dios que nos quiere como una misma familia, con un mismo Padre Madre Dios.
Por más días y navidades como esta!!
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