sábado, 14 de diciembre de 2024

JESÚS CONVOCA A LOS SENCILLOS


Quiero brindar por mi gente sencilla
por el amor
brindo por esta familia...
Este hermoso canto de Pimpinela, cerro el encuentro de misa y cena en la capilla San Pablo, del barrio Hipódromo de Melo. Seguramente nuestra felicidad era la felicidad de Dios. Son signos de su Reino, hoy fue Navidad, Jesús estaba entre nosotros. 
SU PALABRA: Iluminó la situación trágica que estámos viviendo en el barrio (muerte de una madre y sus dos hijas, causa de un incendios) y la historia compartida de cada uno de los presentes en cuanto a lo que soñamos ser cuando éramos niños (condicionados por nuestro ambiente familiar y hoy por nuestra historia)... Lo primero que escuchábamos el la Palabra es la libertad del Espíritu de Dios ante lo familiar, cultural y religioso, el Espíritu es libre de la realidad que nos etiqueta, y encasilla a toda personas, por nuestro nacimiento, relaciones, educación y creencias (Mateo 11, 16 - 19)
Juan Bautista estaba predestinado a ser sustituto de su padre en el servicio sacerdotal del templo de Jerusalén y gozar de todos los privilegios correspondientes. Juan, escuchando el Espíritu desde joven estuvo dispuesto al desprendimiento, y fue conducido a vivir una vida austera, profética, que le llevaría a que le cortaran la cabeza en defensa de la verdad, ante el poder político de la época. 
Jesús permaneció fiel a su cultura social y religiosa hasta pasada su juventud, asumiendo el trabajo de su padre y la educación, siendo "carpintero" y participando de la liturgia de la sinagoga judía. El espíritu sopló sobre Jesús, ya siendo un hombre maduro, y fue llamado a dejar toda su vida familiar en Nazaret, para pasar por el desierto y luego formar una nueva familia, comunidad, con personas diferentes, no tenidos por bendecidos y cercanos a Dios.
Esa Palabra vimos que se cumple hoy en nosotros: siendo familia de Jesús, sin ser los más virtuosos y los más reconocidos por nuestra historia de vida como los más cercanos a la vida del Dios que se predica en algunos templos. Cada uno de nosotros, pasó por su desierto, sus tiempos de desconcierto, de tentación, de error, de pérdidas. Y hoy con distintas edades, dejándonos mover por el Espíritu Santo, que elige a los que el quiere, nos hace: ser parte de estos espacios de familia según el amor de Dios.
Haciendo memoria, aquel primer encuentro de las distintas comunidades y grupos fue aquí mismo en el barrio Hipódromo. Fue una misa y merienda compartida, con mate, café, torta y pizza. De ahí surgió la propuesta de ser recibidos en otras pequeñas comunidades... Porque así es el Espíritu Santo, forma comunidad pero también nos lleva al encuentro con otros. 
Hoy realmente cuando el pronóstico del tiempo anunciaba un ciclón tropical, alguien arrimo el cordero, otro la leña, Víctor lo azo, se limpio el lugar, se hicieron ensaladas, se eligió un buen vino, se compro refrescos, se pusieron en camino los distintos zapatos y vehículos, se encendió el fuego y hubo encuentro con sonrisas y abrazos... Cada uno fue llegando a su tiempo, también unidos en la oración con quienes participaban espiritualmente. 
Y todo fue fiesta en familia, la misa y la mesa. Dos momentos en uno solo, encuentro verdadero: "cenas del Señor". Al estilo de Jesús quien escandalizaba a algunos por su modo de acercar a Dios a los que eran considerados impuros e indignos, y por su modo de hacer fiesta compartiendo la mesa, que era signo de amistad con los pobres y pecadores. 
Bendecida visita, de Pablo, nuestro obispo y coordinador parroquial. El cual compartió y bendijo con su presencia y palabras este modo de celebrar el camino a navidad. Ver que hay lugar para todos... Donde nadie es más que nadie, y todos sienten que son parte de la construcción de estos encuentros. Hasta los niños fueron parte de la celebración y de la cena. Los del lugar, gente sencilla, los principales protagonistas, abiertos a recibir a cada uno así como es y con lo que trae para compartir. Y si alguno no trae ni siquiera plato y cubierto (el curita) se busca que no le falte, e incluso se le da doble postre.
La vida sigue, y cada uno tiene que cargar con su cruz, buscar la luz en las oscuridades... pero es muy distinto hacerlo solamente confiado en mis saberes, dinero, familia de sangre... a caminar en la vida experimentando la fe en el Dios de Jesús, hecho carne en experiencias comunitarias, celebrativas, solidarias, festivas, misionera. 
Nadie nos puede quitar lo ya bailado, lo ya experimentado, convocados por Jesús, movidos por su Espíritu. Todos tenemos que estar abiertos a desprogramadnos de todo lo cultural, familiar y religioso, que nos impide dejarnos mover por el Espíritu Santo. Lo mejor está por venir: 
- Lunes 16 misa y cena con todas las comunidades de nuestra parroquia en Catedral.
- Jueves 19 misa de San Expedito a las 17 hs.
- Viernes 20 lentejas con cuatro patas preparada por la comunidad San Expedito y lluvia.
- Martes 24 Misa de Nochebuena en Catedral 21 hs. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario