SAN JACINTO - CANELONES:
Nos identificamos con la tela de varios colores, porque es más alegre y por la unión de diferentes en un solo tejido. Nos llegó mucho las palabras de valorización de Jesús a quien se reconoce humildemente pecador: Les digo que este y no aquel volvió a su casa justificado ante Dios. Entonces escuchamos que Dios nos pide:
- Que debo hacer las cosas buenas sin pretender que lo sepan todos, solo para los ojos de Dios. Siendo comprensiva con los demás. Haciendo lo que puedo y tengo que hacer con buena voluntad y humildad. Deysi
- No pregonar antes los demás lo que hacemos buscando reconocimientos, sin aparentar supuestos méritos dar sin interés de recibir. Rita.
TUPAMBAÉ:
En este taller nos identificamos con todos los colores. El blanco lo vemos como símbolo de luz, de pureza, de inocencia. El colorido con lo diferentes que somos todos. El negro representa para nosotros (aunque no lo elegimos) él nos elige y nos lleva a las sombras... Nuestras actitudes ante los demás son variadas. De creer que la iglesia católica es la única que nos lleva a la salvación, a considerar que quien te salva son tus buenas acciones, tu Fe, aunque sea en otra religión... Dios nos pide humildad, aceptar a todos como nuestros hermanos que son y servicio continuo donde estemos. Graciela
PUERTO RICO:
Sigo el taller, ahora comparto mi experiencia después de pasar por...Cada prueba representa un propósito; entender el proceso implica reconocer que Dios está en control de todas las cosas y que todo tiene una buena razón de ser. Debes ser perseverante, lo que requiere de una fe inamovible y confiar en el proceso. Eso conlleva tiempo, necesario fortalecer el carácter, ganar sabiduría y afianzar tu fe. La mayoría subestiman el poder de la paciencia y el dominio propio, pues se requiere de un gran esfuerzo que no todos están dispuestos a aceptar. Para muchos es fácil hablar de la situación de otros enfrentan a diario, sin embargo, no serían capaces de vivir un solo día bajo tus circunstancias. Ver que todo se vuelve más difícil, pero aún así te mantienes firme y dando la buena batalla. Aunque lo escuchamos mucho, dar gracias y sentirse gozoso aún cuando las cosas no mejoran, no es nada fácil mantener. Se necesita de una convicción de fe inquebrantable con la certeza de que en algún momento Dios obrará. Debes saber que no todos fueron librados de sus calamidades. Los primeros cristianos fueron perseguidos, acosados, torturados y sacrificados por mantenerse fieles a Jesús aún experimentando todo ese dolor y sufrimiento, pero jamás negaron a Jesús, sino que se mantuvieron fieles a Él sin importar las terribles consecuencias que eso conllevaba.
Eso es una fe resistente que persevera sobre las difíciles condiciones, pero aún así, no abandonas tu fe. Ten cuenta, no desistas de creer ni de confiar en el SEÑOR, permanece firme sabiendo que el Omnipotente te recompensará para la vida eterna. «He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mi. Lo que ahora vivo en el cuerpo lo vivo por fe en el Hijo de Dios, quién me amó y dio su vida por mí» (Gálatas 2:20). Ten fe, confía y espera con paciencia el cumplimiento de las promesas del Padre. Resiste, persevera y no permitas que el enemigo inunde tu mente con pensamientos negativos que te descontrolen emocionalmente. Pide, clama al SEÑOR conforme a su voluntad y verás grandes cosas ocurrir en tu vida. En la vida habrá tropiezos y dificultades que podrán tu fe a prueba, pero tú, persevera, has el bien y lo que agrada a Dios. «Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada» (Santiago 1:2-4). Debes mantenerte fiel y firme en la prueba, confía y espera en el SEÑOR. No pierdas el ánimo ni la esperanza, porque Él es un Dios de promesas cumplidas y te recompensará con victoria. Y así será, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén María
MONTEVIDEO:
Los que estamos en la Fazenda Monte Carmelo, algunos en algún momento nos "creímos mejores que otros". Algunos venimos de familias que se consideran buenas... Después de vivir un tiempo en decadencia por alguna adicción, tocando fondo... ya no hay nada que aparentar. Pasamos de ser fariseos creyéndonos buenos... a publicano con su pecado visible pidiendo ayuda... Hasta que llegamos a Fazenda, donde nos proponen el encuentro con Jesús, vida comunitaria y trabajo. Descubrimos que Dios siempre nos Amó, y nada que hagamos cambia el Amor que Dios nos tiene. Los que cambiamos somos nosotros y parte de nuestra familia. Cuando andamos caminando más o menos bien, nos creemos autosuficiente y a veces repetimos esa frase "querer es poder"... que juzga a quien no puede... diciendo que es porque no quiere. Aquí en la Fazenda compartiendo con compañeros con historias y familias bien distintas, nos damos cuenta que "cualquiera, a toda edad, puede caer en una adicción". Esto nos hace más humildes y comprensivos con quien a caído... Y si nos conectamos con la persona de Jesús, si aceptamos la propuesta Fazenda... Dios nos da la posibilidad de volver a nacer ... Brainer
SANTA TERESITA:
Continuamos con el taller semanal y nos encontramos: Mirta, Beatriz, Vilma y la fotógrafa Gladys. En esta parábola Jesús nos habla de la soberbia del fariseo y de la humildad del publicano. Entendemos que hoy en el camino de formación por medio de este taller Bíblico, Jesús nos invita a hacer un examen de conciencia y ver con cuál de los dos personajes nos identificamos más. Reconocer nuestras faltas con humildad, y el respeto por la vida del prójimo, es lo que realmente agrada a Dios. Ser una persona espiritual es no juzgar a nadie, y acercarnos a todos con la actitud que tenía Jesús, mostrando el Amor del Padre, que nos Ama a TODOS por iguales. Mirta y Gladys
TOLEDO:
Por primera vez, nuestra comunidad tuvo la hermosa experiencia de hacerse cargo de la charla de bautismo y juntos nos preparamos para ese momento tan especial, donde cada uno tuvo su espacio para compartir, acompañar y aportar desde lo que vive y cree.
Entre todos fuimos descubriendo lo que es el bautismo, y la tarea tan importante que tienen los padres y padrinos: ser testigos y guías en la fe de sus niños.
Hablamos del bautismo como esa semilla de fe que se siembra, que crece cuando se cuida y acompaña. Y quisimos hacerlo visible con una dinámica muy significativa: pasamos la luz, de una vela a otra, de mano en mano, recordando que la fe se transmite así… con gestos con presencia amorosa.
Fue una experiencia hermosa para la comunidad, fue más que una charla, fue un ENCUENTRO en COMUNIDAD con JESÚS.
BERACHI:
Fue increíble en ese tiempo de silencio, (pescando hicimos el taller) encuentro que Jesús venía preparando y yo venia buscando, el recorrido de mi historia: Recordar que casi morir al nacer, y cuando los médicos me desahuciaron y mandaron a morir en casa, doña Catalina con venceduras me curo… y un mes después me presentaron en el registro civil. Recordar lo importante que fue que mis padres y mi entorno siempre me calificarán como “un niño tranquilo y bueno”, cuantos niños son marcados por otros calificativos negativos que van a flechar su personalidad.
No fui bueno para los estudios, pero muy bueno para el trabajo, con grandes logros materiales en pocos años. Si bien para el deporte no tenía el mejor físico, con la constancia de entrenar tuvimos buenos logros y era a los 18 años una promesa deportiva. Hasta ahí, creía que era un joven bueno como persona, como trabajador y deportista. Algo que hace bien para la autoestima, pero puede llevar a creer que lo logrado es mérito personal. Hasta que se me presentó la amistad con Jesús, en el grupo de joven. Y ahí cambió la mirada de mí mismo, la mirada de los demás, al verme mirado por Dios. Primero me di cuenta que he recibido la vida como regalo, y que he sido bendecido por muchas cosas buenas (también se separaron mis padres, no tuve hermanos de sangre, pasamos por momentos de problemas económicos, perdí carreras, me caí varias veces, falle en el amor… pero me enseñaron a buscar la enseñanza que nos dejan las pérdidas). He aquí lo que me cambio la fe en Jesús: me descentro de mi YO, me hizo ver que lo bueno dado es porque lo he recibido y cultivado. Me hizo más humilde, y comprensivo con el que no da algo bueno, quizás es porque no lo recibió o no lo asumió. Ha eso me trajo Jesús a solas a su encuentro… a renovar nuestra relación de Amor. Él, no nos hace más bueno, ni perfectos, Dios es el único realmente bueno. Una profunda relación de Amor con él, nos hace ver nuestros tornillos flojos a ser apretados, nuestras carencias que muchas veces nos llevar al error, nos hacen ver como hijo pequeño necesitado de comprensión de perdón, de paciencia, y su amor nos da todo eso y mucho más.
Quien vive ese amor, no se siente superior a nadie, y ve incluso al juzgado socialmente como una persona “mala” lo ve como un hermano que ha recibido mucho menos y necesita se le dé más. Una persona conectada con el amor de Dios, tiene sus mismos preferidos, como cualquier madre, padre, los preferidos son los mas frágiles, los que mas se alejan del bien. Es una bendición tener buenos familiares, buenos amigos, buenos compañeros de comunidad, tener buenos compañeros de pesca… pero la máxima bendición es una amistad con la fuente de la vida y del bien, él nos hace humildes y nos evita ser envuelto por el mal que nos hace creernos mejores que otros y por lo tanto merecedores de reconocimientos afectivos y materiales. Nos hace ver que la vida mejor gastada, y lo material más justo utilizado es en bien de los que están catalogados por debajo nuestro… El ego se ama a si mismo y hacia arriba donde quiere llegar. El amor de Dios Ama hacia abajo, a lo menos amados, para amar a todos.
El amor no se recibe por merecimiento, el Amor se recibe porque hay alguien que nos ama… y ese amor se vive en su plenitud cuando nos hemos caído, o cuando vemos nuestra historia sin pesca buena, y experimentamos que el sol sigue saliendo para nosotros, las estrellas siguen tintineando en nuestra noche, y se viene un nuevo amanecer, aunque no sea con la pesca que esperamos… En esta pesca al amanecer no salió ni un pez del agua, pero Jesús, pescó este relato dentro de mí, para mi alegría, para hacerme crecer en humildad, para compartir con ustedes. Y resuena en mi el pedido de Ramón cuando regresamos de otro retiro: ¿cuando tendremos la posibilidad nosotros de que nos acompañes ha hacer un retiro de encuentro personal y comunitario con el Amor de Jesús? Parece que será en noviembre… Es hermoso pescar, pero la pesca tiene un sentido mayor cuando hay con quien compartir los peces... Gracias por recibir lo pescado... Nacho
Si alguien quiere sumarse
personalmente o como grupo,

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