martes, 25 de noviembre de 2025

CON EL p. CACHO el ADVIENTO

 

ADVIENTO:

JESÚS NOS VENDRÁ A VISITAR – TIEMPO DE ESPERA

Para hacernos vivir una nueva relación con Dios, entre los Hombres y con la Creación.

Estando en el seminario en Montevideo, Pablo Bonavía que era nuestro formador invitó al p. Cacho Alonso, a compartir una charla con nosotros. Ya se hablaba de la semejanza de Cacho con Jesús, en cuanto a una vida desprendida de todo y compartida con los más pobres… Mi corazón latía expectante de conocer y escuchar, compartir con ese hombre.

Tempranito salí a la vereda a esperarlo. Era la hora que mucha gente pasaba por la calle a tomar el ómnibus para ir a su trabajo. Era la hora que todos los días despertaban con hambre algunas personas en situación de calle y venían a pedir alimento como desayuno. Era mi hora en que conocería al p. Cacho.

Entre esas personas que pasaban un hombre con mate, sin detalles ni de oro ni de plata, con un termo modelo antiguo, se detiene ante mí. Vestía una camisa a cuadro, mangas remangadas y pantalón vaquero desmerecido. Sus zapatos no los vi, seguramente no estarían brillantes de lustre, quizás sí, un poco embarrados. Su apariencia era de uno de esos obreros que iba a su trabajo.

El hizo silencio ante mí. Recuerdo su mirada tierna, brillante. Con una sonrisa que dejaba ver la falta de un diente. La suave briza ponía en movimiento algunos pelos, libre en su cabeza. El silencio del otro nos hace hablar, nos da esa oportunidad. Entonces le pregunté que deseaba. Sonrió en silencio y desde ahí salió su respuesta:

- Vengo al Seminario.

Lo volví a mirar en su forma de vestir, y me encontré con un cuerpo flaco, que coincidía con el cuerpo que mi pensamiento clasificaba a los pobres. Entonces mi razón lo ubico dentro de las personas en situación de calle que venían a buscar cada mañana algo para desayunar. Entonces rápidamente le di respuesta a su búsqueda. En el seminario hay una puerta en el costado de la principal, que conduce a la cocina, donde se atiende a los pobres y se les comparte algo de alimento. Le indique esa puerta. Y Cacho sonrió en silencio.

Esa mirada, esa sonrisa, ese silencio, se conectó con algo dentro de mí. Me movilizo. Y me hizo ver más adentro de esa ropa de obrero o de mendigo, ver más allá de ese cuerpo flaco y ya un poco envejecido. Entonces me surgió desde adentro otra pregunta, la más humana quizás: 

- Señor ¿usted quién es?

Ahora recuerdo bien su rostro, manteniendo esa sonrisa, esa mirada penetrante pero que no se impone, sino que acoge. Recuerdo que todo era un ritual sus movimientos y sus silencios, ante de las palabras, en un clima de escucha. - Soy Cacho, esa fue su sencilla respuesta, con un tono de voz que apenas pude escuchar. Hablaba, sin imponerse, dejando la libertad de quererlo o no escuchar.

En aquel tiempo yo no había aprendido a abrazar, y quizás tampoco era su costumbre de saludar. Por eso, al mismo tiempo nos extendimos la mano, encontrándose mi mano joven y limpia, con una mano gastada, al igual que todo su cuerpo… Ya era en los años noventa… Todo fue un instante, quedé paralizado ante su mirada. Y fueron sus palabras que me volvieron a poner en movimiento: 

- ¿Me esperan? preguntó. 

- Sí, si a usted lo estábamos esperando, pase, pase… le respondí sintiéndome como en el aire.

Recuerdo algunos contenidos de la charla que tuvimos, pero sobre todo lo que decía su cuerpo, su mirada, sonrisa y silencios… Después nos volvimos a reencontrar con él dos años después, “resucitado”. Fue el día en que llevaban su cuerpo en un cajón, sobre un carrito movido por un caballos blancos, ensillado con los mejores aperos. Lo vi en quienes guiaban el carro, en cada uno que caminábamos por los distintos barrios que él estuvo. Pero en especial vi su mirada, su sonrisa, ahora con los ojos llorosos, pero de haberlo conocido, mirada de una mujer con un niño en brazos, a quien le dio una flor, para que pusiera sobre el cajón. Ahí lo volví a ver a él… en esa mujer… Y cada tanto nos reencontramos… Ellos vienen a mi encuentro...

PREGUNTAS:

- Pablo lo conocía a Cacho, eran amigos, fue quien lo invitó a venir, para que nosotros lo conociéramos.

1 – ¿Quiénes son los amigos, amigas, de Jesús, que me acompañaron a encontrarme con él? Recordarlos sus nombres agradecidamente: ……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………................................................................

 2 - Hoy ¿quiénes son las personas que me acompañan a que juntos nos encontremos con Jesús?

…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….................................................................

- Me habían dicho que Cacho vivía en el barrio, por lo tanto, salí a la vereda a esperar su llegada.

3 – ¿Dónde me han dicho que vive hoy Jesús? ¿Cuáles son los lugares, donde debo ir, para encontrarme con él? ……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………................................................................

- Por la vereda pasaba mucha gente diferente, cuando vi a Cacho, pensé que era un obrero, y después un mendigo.

4 - ¿Cuáles son las personas que, por su manera de vestir, de ser, me hacen hoy encontrarme con Jesús? …………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………....................................................................

- Si bien Jesús hace dos mil años que está presente en medio nuestro resucitado, así como muchos no lo reconocieron, hoy también muchos no se encuentran con él.

5 – Recordando el pesebre de la primera Navidad, la verdadera… recordando la vida de Jesús en Nazaret como obrero y vecino… recordando la vida de Jesús como misionero itinerante acompañado de una comunidad de diversos… recordando a Jesús preso, torturado, crucificado… recordando lo relatos evangélicos de su aparición resucitado, no siendo reconocido en el primer momento

 - ¿Qué debo tener muy presente para reconocerlo hoy?

ACTITUDES: ………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………...........................................................................................................................................

PERSONAS:………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..........................................................................................

LUGARES:…………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..........................................................

Nacho

No hay comentarios:

Publicar un comentario