VER LA REALIDAD: En el mundo se ha justificado que los reyes, los poderosos tengan riquezas acumuladas y utilicen "mano dura" contra otras culturas, contra los empobrecidos y contra los que se han salido de la ley establecida.
Hoy en la fiesta litúrgica de "Cristo Rey", celebramos en dos comunidades (Inmaculada y Sarandi de Barcelo) comuniones de niños y adultos: fruto de la catequesis familiar.
Misteriosamente nuestro "Rey" nació en la pobreza extrema (Belén - pesebre). Vivió como un vecino común (Nazaret - obrero) Formo una comunidad itinerante (con pobres y pecadores) Fue proclamado Rey de los judíos en Jerusalén (montado en un burrito y crucificado junto a los malhechores) Traicionado a cambio de dinero por un amigo y abandonado por otros compañeros que sintieron miedo( después que dijeron si señor por mucho tiempo) Reconocido como hijo de Dios por un malhechor (en su ultimo momento de vida) Algunas mujeres y algunos hombres dicen que resucito (es cuestión de fe)
Hoy en el mundo hay personas esclavizadas por reyes, patrones, señores…nosotros tenemos la libertad de elegir entre: vivir en comunión con Jesús Cristo trabajando por el Reino de Dios (donde los últimos son los primeros) o elegir el depender de otros reyes como lo son: la riqueza, la fama, el poder, el ego. También el miedo nos puede alejar de los crucificados, por eso hay que poner la mirada en la resurrección para entregadnos sin miedo a la muerte.
En la ultima cena nos dejo el camino de salvación ,que es: formar comunidad orante y solidaria ( el seguimiento de Jesús no se vive individualmente, se vive en comunión con una comunidad) Nos dejo el lavatorio de los pies como modo de convivencia (sirbiéndonos unos a otros)
¿Quién es el Rey que ordena mi vida?
ILUMINACION BIBLICA:
La carta de San Pablo los Colosenses nos recuerda que todo ha sido creado por Dios y a el pertenecemos. Que por medio de la sangre derramada por Jesús hemos recibido el perdón de nuestros pecados.
La vida de los cercanos a Jesús, la traición de Judas (su discípulo) por dinero y el reconocimiento del malhechor hacia Jesús (en la cruz), nos muestran que hasta el último minuto de nuestra vida tenemos la libertad de elegir al Dios del dinero o al Dios de Jesús Cristo.
Nuestro Rey vivió en comunión con los pobres y pecadores. Hoy esta presente en ellos (Mateo 25). Comulgar con Jesús significa recibir el perdón de Dios y perdonar a los demás que reconocen sus faltas y quieren cambiar.
La mano del cristiano no se debe cerrar, sino abrir para servir a quien lo pida.
El resultado será compartir el trono de nuestro Rey (cruz) en este mundo y la vida eterna después de la muerte.
La corona, los anillos, los zapatos para los discípulos y discípulas de Jesús no será de oro ni de reconocimientos; no será de aplausos ni de primeros puestos… para quien lo siga en verdad y justicia las espinas y los clavos serán el signo de comunión con este rey y su reino.
¿Creemos que Dios nos perdona siempre?
¿Estamos dispuestos a asumir la cruz que nos corresponde, creyendo que este es el camino a la vida eterna?
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