Las despedidas tienen tintes de tristeza, pero también son esos momentos donde se dicen las cosas más lindas que uno fue cultivando para sí en la estadía, a veces me pregunto porque insistimos en guardarlas para el final. "Fueron como una caricia de Dios a la comunidad" decía Juan y se nos erizaba la piel con esa imagen. Sentir un "te vamos a extrañar" debe ser de las cosas más lindas que uno puede escuchar del otro.
Me gustan las despedidas, esas donde se habla mirándose a los ojos y se saca lo que se puede afuera y todavía hay tiempo para que nazcan cosas nuevas... como dice la canción que cantaba Mercedes Sosa.
Hablar mirándose a los ojos,
sacar lo que se puede afuera,
para que adentro nazcan cosas nuevas
(Soy pan, soy paz, soy más)
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