Una vez Martín fue a visitar al pueblo donde se crió. Para esto invitó a Sebastián, quien no dudo de ir. Ambos eran "monjes" de un antiguo monasterio del desierto del Sahara.
Sebastián era anciano, encargado de acompañar la formación del compañero, el cual era joven. Martín estaba muy contento regresando a su pueblo natal después de quince años en el monasterio. Su alegría se multiplicaba debido a la compañía del anciano monje a quien se lo consideraba un "Hombre de Dios".
Llegando al pueblo se ve a lo lejos un hombre a caballo y Martín dice:
-Ahí viene el carpintero, el Negro. Mi tío José. Se encuentran en un abrazo. Es presentado Sebastián, quien se inclina y dice: - José un gusto en empezar a conocerlo.
Llegan a la casa de Martín y sin palabras se abraza de una mujer bastante mayor. Inmediatamente la presenta diciendo: - Es mi madre.
Ella extendió su mano para saludar y dijo:
- Soy la madre de Martín, viuda de don Ramón (papá de Martín). Soy jubilada de cocinera en la escuela. Gracias a Dios estamos bien, tenemos unas vaquitas, gallinas y la casita propia.
Sebastián se inclina, mirándola a los ojos y le pregunta:
- Perdón, ¿Quién es usted?
La mujer y Martín quedaron un poco sorprendidos.
- Es mi madre. Dice Martín, mientras ella agrega:- pase, pase que soy pobre pero buena para la cocina. Ya les hago algo para el almuerzo.
Compartieron unos mates, la comida y llegó la hora de regresar al monasterio. La mujer agradece la visita y dice que espera se repita. Martín le dice que rezará por ella, por los tíos y primos. Por toda la familia y el pueblo. Sebastián había permanecido en silencio casi todo el tiempo (pero muy atento a todo lo que ocurría) dijo:
-Perdón, ¿quién es usted?
Otra vez se sorprenden Martín y la mujer mirando a Martín responde a Sebastián con un tono de vos tembloroso:
- Soy su madre.
- ¿Quién es usted? Insistió Sebastián. Martín comprendió que esa mujer no era llamada por su nombre. Había sido presentada y tratada por sus relaciones y quehaceres. Entonces Martín lloro...
Sebastián mantenía la mirada hacia la mujer, con un brillo en sus ojos que transmitían ternura e invitaban a hablar. :
- Soy Marta .(entrecortada) exclamó la mujer. Ahora entiendo lo que es un monje. Continuo diciendo Marta.
:- ¿Qué es? Preguntó Martín muy nervioso.
:- Es alguien que ES y que nos hace SER lo que somos.
Jesús era Jesús. Buscó ser lo que Dios quería que fuera. Desconcertó y desilusionó a muchos que lo querían encasillar en algún molde cultural. ( Juan 4, 5-42 )
Cada uno se encontrará con su verdad al encontrarse con Jesús. La persona que ES y nos acompaña a descubrir
¿QUIÉNES SOMOS ?
...Ese es un ser espiritual.
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