Dicen que nadie puede encontrar lo que no conoce y lo que no quiere.
Muchas personas han pasado de largo por verdaderos «tesoros»,
porque andaban en búsqueda de otra cosa.
Alguien dijo una vez: «donde esté tu corazón está tu tesoro»
Entonces es bueno preguntarnos:
¿Qué andamos búscando?
¿En qué invierto mi tiempo?
En tiempos de Jesús también había mucha gente en búsqueda.
Su enseñanza es bien entendible y profunda:
El reino de los cielos es semejante
a un tesoro escondido en un campo,
el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo;
y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene,
y compra aquel campo.
El reino de los cielos es semejante a un mercader
que busca buenas perlas,
que habiendo hallado una perla preciosa,
fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
(Mateo13,44-52)
Las dos parábolas del campesino y del comerciante
nos dicen que ambos cuando se encuentran con el tesoro
«reconocen su valor ».
Después viene el desprendimiento de otros campos,
otras cosas (para adquirir totalmente el tesoro encontrado).
La espiritualidad Cristiana comienza por:
- conocer a Cristo,
- su buena noticia,
- su propuesta de vida.
Y quien lo descubre como un tesoro,
tiene que desprenderse de todo.
Quizás hay muchas personas que no conocen al verdadero Dios y pasan de largo por Él.
Eso pasa en el Amor, en la verdad, la justicia, la felicidad muchos desperdician oportunidades que la vida les presenta.
Y muchas veces la causa es la falta de conocimiento o apego a alguien o algo.
El camino es un camino de dedicación a la búsqueda
con paciencia contínua,
con un tiempo de desprendimiento por Fe.
Nacho
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