¿Por qué existe el Mal?
Muchas veces nos ha tocado equivocarnos cuando buscábamos el bien.
¿Por qué hacemos mal?
Jesús nos cuenta otra parábola:
«El reino de los cielos es como un hombre
que sembró buena semilla en su campo.
Pero mientras todos dormían,
llegó su enemigo y sembró mala hierba entre el trigo, y se fue.
Cuando brotó el trigo y se formó la espiga,
apareció también la mala hierba.
Los siervos fueron al dueño y le dijeron:
"Señor , ¿no sembró usted semilla buena en su campo?
Entonces, ¿de dónde salió la mala hierba?"
"Esto es obra de un enemigo" , les respondió.
Le preguntaron los siervos:
"¿Quiere usted que vayamos a arrancarla?"
"¡No! —les contestó—, no sea que, al arrancar la mala hierba,
arranquen con ella el trigo.
Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha.
Entonces les diré a los segadores:
Recojan primero la mala hierba,
y atenla en manojos para quemarla;
después recojan el trigo y guárdenlo en mi granero." »
( Mateo 13, 24-30)
El buen agricultor trabaja su tierra,
cuida el trigo y comparte la cosecha.
Quizás gastamos demasiadas energías y tiempo en querer cambiar dejando lo malo y encontramos poco apoyo para potenciar lo bueno que hay en nosotros.
Quizás seria bueno meditar y contemplar el trigo sembrado en nuestro corazón. La vida puede trasformarse en algo distinto si comenzamos descubriendo, valorando, disfrutando y compartiendo lo que YA TENEMOS Y SOMOS.
Quizás un cambio de mirada nos haga más libre y auténticos. El consumismo material también se vuelve consumismo afectivo, espiritual, sexual, intelectual… El consumismo nos hace insatisfechos y competitivos entre nosotros. El buen agricultor trabaja su tierra, cuida el trigo y comparte la cosecha.
Las parábolas siguientes del pequeño grano de mostaza y la levadura en la masa, nos muestran el camino: “el valor de lo pequeño, de lo oculto”. (Mateo 13,31-35)
¿Qué bien pequeño realicé en este día?
¿Qué bien pequeño recibí?
¿Qué bien pequeño vi ó escuche se realizó
en el mundo en que habito?
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