domingo, 16 de octubre de 2011

«Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». (Mateo 22,15-21)

 Estas son palabras de Jesús que las dice en un momento determinado, sobre algo concreto (impuesto al imperio) y a personas que tenían la intención de hacerlo caer en una trampa.
Lo aclaramos porque muchas veces se utiliza la palabra bíblica fuera de contexto cambiando totalmente el contenido que se quiere transmitir.
Cayendo en el dualismo: sagrado y pagano. Como que Dios estuviera ausente en algunas situaciones humanas y solamente estuviera en las «religiosas».
Esta era la espiritualidad de los fariseos que tenían por sagrado el templo, el sacerdocio y ciertos ritos, siendo lo demás impuro...

Nosotros entendemos la palabra de Jesús, con otra frase: «Al zapatero con los zapatos y al doctor cuando hay dolor de barriga».
Quizás ustedes se reirán pero no falta alguno que toma agua bendita cuando está mal de salud, o quiere una bendición para que la moto le arranque.
Es cierto que Jesús nos invita a creer en la oración, pero a «Dios rogando y con el maso dando». También en la zapatería en el taller de motos o en la policlínica Dios está haciendo su trabajo. Y por eso es muy cristiano buscar la justicia social para que todos tengamos acceso a una buena educación, salud, condiciones laborales y descanso.

«Al amor, el Amor»
Sabido es que el Amor tiene mil formas de expresiones, como puede ser una flor o una corrección fraterna, un alimento hecho con cariño o una visita gratuita...
Pero también es sabido que en nombre del amor se hace caer a personas en dependencias...
Ahí creo que nos puede ayudar mucho el darle a Dios lo que es de Dios.

¿De dónde viene nuestra vida?
¿Quién sembró la semilla del Amor en nosotros?
¿Para qué?

En cada respuesta que demos estamos expresando nuestra creencia y por lo tanto la relación con nosotros mismos y los demás.
Si me considero dueño de mi vida, si respondo que mi vida es de mis padres, de mi amado o amada, de mi grupo o mascota. Si considero que mi amor es de... y por lo tanto existo para...

Reitero la respuesta (pero no solo con mis labios sino con mi corazón y actuar) son el reflejo de lo que creo y en quien creo.
«A Dios lo que es de Dios (la vida , el Amor) y desde El, relacionarnos con los seres humanos, los seres vivientes, las cosas materiales y los desafíos acontecimientos en su companía».
Si Dios es todo, quien se descubre de Dios y en El, lo tiene todo, aunque no logre o le quiten algo o alguien...

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