viernes, 7 de diciembre de 2012

¿Cómo están nuestros caminos? II Domingo de Adviento

Hay algo bastante común en la evaluación de una autoridad pública que es: el arreglo de caminos, calles y carreteras. Como pueblo tenemos derecho de reclamar porque es uno de los compromisos primeros de quien es elegido para administrar los bienes públicos. Pero también hay que ver el caminar como sociedad y de interioridad que estamos realizando en el cual somos responsables de aportar desde el lugar social que nos corresponde.

En todo tiempo Dios elige «profetas» en la vida social y religiosa para ser voz del bien común de los pueblos que es deseo profundo de Dios. Todo profeta es un hombre también del «pueblo» por lo tanto conoce y habla con el lenguaje y símbolos conocidos por su pueblo.
En el segundo domingo de adviento, en este tiempo de preparación a la Navidad, el elegido es Juan Bautista. El cual nos proclama un mensaje hacía la vida pública y a la interioridad de cada persona utilizando las parábolas de los caminos: «Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. Los valles serán rellenados, las montañas y colinas serán aplastadas. Serán enderezados los senderos sinuosos (con recodos, ocultos) y nivelado los caminos desparejos. Entonces todos los hombres verán la salvación de Dios». ( Lucas 3,1-6 )

Queda claro que la salvación de Dios pasa por una transformación SOCIAL y de INTERIORIDAD. Por lo tanto continuando con nuestra evaluación del año nos podemos preguntar:

¿Qué aporte en nuestra sociedad hemos hecho para que haya una justa y verdadera igualdad entre todos los seres humanos hijos del mismo Dios?

¿Cuáles fueron las personas y organizaciones que aportaron este año para que los que vivan más abajo lleguen a un lugar de dignidad, lo que significa llamar la atención a los que tienen amontonados bienes y saberes?

¿Y cuáles fueron los que estuvieron al servicio de enderezar, a las personas más torcidas...?
La salvación de Dios pasa por lo social y también por nuestra interioridad. Por lo tanto el profeta nos invita a preguntarnos por la armonía de nuestro ser. Sobre nuestro tiempo a cultivar la espiritualidad, a conocer y a encaminar por el buen camino a la mente, a la voluntad, a la sexualidad, a los afectos... A buscar el equilibrio sano en nuestra alimentación, descanso, trabajo, formación, diversión, servicio...
Juan el Bautista y todo los profetas de Dios han sido buena noticia para los empobrecidos, pecadores, oprimidos y han cuestionado a los con riquezas acumuladas, a los que se creen puros y a los opresores. Hoy entre nosotros hay profetas comprometidos con los más de abajo para que tengan acceso a la educación, salud, trabajo, vivienda, alimentación, descanso, espiritualidad... para recibir el salario justo. Esos son los verdaderos Cristianos aunque los que se creen dueños de este mundo y los fariseos de los templos los persigan y triunfen sobre ellos...

La búsqueda de la justicia, la verdad, la armonía social e interior son el camino de salvación...

Prepararse para la navidad es ponernos a arreglar los caminos que nos corresponden...
Nacho

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