Queridos Colibríes:
Aquí estamos…Rossina, Juan Pablo y Diego, intentando escuchar la voz
de Dios que sabemos que algo nos quiere decir. No es fácil entrar en la dinámica
de aquí pues aún estamos muy acelerados por el ritmo de vida que llevamos en
nuestro “Nazaret”. Pero estamos abiertos y disponibles como el ciervo que espera
la voz de su señor para obedecerle.
Luego de pasar por el “Belén” de Córdoba donde nos recibieron Nelda y
Hugo, donde recibimos el cariño y el afecto, las palabras y el consejo de quien
ya ha pasado por aquí, seguimos viaje. Era necesario prepararnos un poco más
antes de llegar. El nacimiento del Mesías nos sorprendió, no donde esperábamos,
sino en donde él quiso. “Entramos en los tiempos de Dios”…
Y después de un descanso, de celebrar la vida en familia seguimos
peregrinando. “Los guaraníes creen firmemente en los sueños que sólo tienen las
mujeres”, nos contaba Nelda. Y si llegamos a Villamontes es por el sueño que
desde hace años Dios colocó en el corazón de Rossina. Pero ella aun no cree que
estamos aquí. Incluso la noticia que será tía la sorprendió en esta
tierra.
Estamos en nuestro “Egipto”. El desierto es tan grande y tan lleno de
vida! Ayer recorrimos algunas comunidades guaraníes y encontramos una mirada que
no es la común. La mirada de niños y mujeres que nos interpelan e interrogan.
Esas miradas no se pierden entre celulares y tablets, no tienen esa necesidad.
La necesidad es otra más profunda: es necesidad de vida.
Difícil es decir algo más. Apenas llevamos tres días. Hoy, día de los
Santos inocentes, no es un día más. Desde siempre los poderosos han sometido al
pueblo inofensivo llegando a la decisión de matarlo por miedo. Miedo a ser
movido de su lugar de poder. Miedo a perder sus seguridades que son meramente
materiales. Desde aquel día del nacimiento del Liberador hasta hoy pareciera no
haber cambiado la situación…pero en el desierto hay vida y debemos
defenderla.
Desde este nuestro lugar del mundo los saludamos agradecidos a todos los
Colibríes que nos acompañan en esta peregrinación. Dios sea con
ustedes.
Juan Pablo,
Rossina y Diego.
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