Me invitaron a la fiesta de despedida de los alumnos de sexto del colegio Poveda en Paysandú. Lo primero que gratamente me impresionó fue la previa de la organización. Haciendo un aporte cada familia de $200, para los gastos comunes: de torta, discoteca, vasos, servilletas... Y después cada cual traer algo para compartir. Realmente una fiesta accesible a todos, sin padrinos a los cuales hay que agradecer...
La noche calurosa fue recibiendo a los gurises y familiares, cada cual con su modo de vestir, bien variados. Después que estaban todos, un poco mas tarde de lo programado comenzó Patricia como directora abriendo la fiesta, saludando, felicitando y agradeciendo a los niños, luego mas palabras de alumnos, padres, maestras, todas muy emotivas. Un video recogiendo la historia de cada uno en fotos, desde el nacimiento hasta hoy y todo el pasaje por el colegio e historia escolar. La bendición de la mano como respuesta a las dos preguntas existenciales ¿Quien soy? y ¿Para que estoy?... Cada dedo nos muestra la creación de Dios en su diversidad de formas y tamaños invitandos a querernos así como somos y buscar la felicidad tejiéndonos con los diferentes en bien de todos... Luego mas regalos, y a bailar.
Lo que mas me llamó la atención es que si bien los ritmos y la música son muy diferentes a la indígena, tienen algo en común: el baile en circulo... Esto creo que deja bien en claro que hemos nacido para relacionarnos de manera circular... La alegría de los gurises era contagiosa, y los padres gozando serenamente. En ese tiempo se dan encuentros, de miradas, palabras, sentimientos, servicios... Fotos, torta, abrazos y lágrimas. A la una de la madrugada se acarreaban sillas y mesas, se juntaban los papeles... y luego a descansar
Convencidísimo que "las personas son realmente buenas". Unos aportando lo mejor para la preparación, otros son animadores de fiestas, otros aportan lo practico desde servir en la mesa o en la limpieza. Cada cual dio lo mejor de si. Sabido es que en la previa y al día después, las mismas personas tienen otras cosas no tan buenas en el ambiente familiar y laboral. Pero Jesús ha sido siempre muy claro a través de los Evangelios: Su reino no es de este mundo y en el presente solo podremos realizar y contemplar momentos significativos de su reino". Si no entendemos profundamente esto, nos pelearemosmos continuamente con el mundo, con los demás y con nosotros mismos. Dios esta en medio nuestro y cada tanto se dan pequeños signos, de su amor en nuestras relaciones. Y estos signos los realizamos "nosotros mismos" los que en otros momentos no somos signos de su reino. La perfección es una utopía, que por instantes se muestra. El presente es mas necesitado de aceptación de las diferencias, de continua misericordia... esto es vivir tener un horizonte de plenitud realizando y resaltando sus momentos de anticipo...
Nacho
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