miércoles, 25 de diciembre de 2013

"El pueblo que caminaba en las tineiblas a visto una gran luz".


 Tu sabes bien la historia del pueblo guaraní, cómo lo masacraron en Kuruyuky, cómo quedó "vencido" y descabezado de su mejor gente, muertos uno por uno, cualquiera que pudiera organizar algo en contra de los blancos, y así se concretó nuevamente el pecado b´blico de la viña de Nabot. Se adueñaron de la tierra de sus ancestros, los guraníes se quedaron sin sus huesos y sus Espíritus que habitaban en el monte.

Andando el tiempo Dios sucitó profetas que recuperaron mucho de lo que quedaba del pueblo y se organizó en tiempos maduros la oranización popular de Asamblea del Pueblo Guarani (APG). El Espiritu de Dios suscitó un centro de recupración de la dignidad y el ser del pueblo que que se llama Tekove Katu, y esta fuente de vida en plenitud sigue dando de beber a los jóvenes guaraníes de todas las culturas.
Digo que es de Dios porque trabajan juntos el gobierno, la Iglesia católica y el pueblo guarní, a la vez.¿Dónde podemos ver este signo tan claro de humanidad, ecumenismo e interculturalidad? Aprendiendo a ser servidores de su misma gente en el arte de la enfermería, combiando lo cient´fico y la ancestral son enfermeros nuevos, respetuosos de la tradición. Asesores en ecología, para ayudar a cuidadar y cultivar el monte la tierra y los animales en una cosmovisión humilde de servidores de la vida de la naturaleza para defenderla con valentía y competencia.
El servicio social para ayudar a la gente a enenderse en sus conflictos internos y cómo complementar los sueños de os jóvenes con las tradiciones a veces estancadas y vencidas de los adultos. El profeta dice: "El pueblo que caminaba en las tineiblas a visto una gran luz". En la entrega de títiulos en cada una de las carreras, los graduados hacían su danza en su propia cultura y luego recibían "el titulo" en su idioma reconcido por el Estado, la Iglesia y APG.
 Cuando volvía para casa recé; hoy se cumple esta profecía que acabamos de escuchar. Como en Nazaret, Jesús leyó la vida con las palabras del profeta, me aterví a decir el pueblo guaraní, después de tanta tiniebla puede ver esta "gran luz" que es esta humilde realidad que se cobija en un quincho de palmas en que se ve el cielo y las lluvias mojan su piso de tierra... La alegría de la gente, los papás y mamás de los chicos, los profesores, los representante del ministerio y más que nada la alegría del profeta Tarcicio. Al fin puedo ver con estos ojos. Mi deseo del alma es que todos podamos verla y poder gritar Feliz Navidad, para combatir las frivolidades de nuestros tiempos y purificar el pesebre de hoy.
 Abrazo a todos Edgardo

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