LA AMISTAD CON LA SOLEDAD,
PERMITE SABOREAR LOS ENCUENTROS
Y PREPARARSE PARA LOS PRÓXIMOS
De regreso a esta Galilea –Río Branco, en el interior del país. Intuí que era voluntad de Dios comenzar con un buen mate, masticando las vivencias de estos días dialogando con su palabra bíblica.
Después de
un buen baño y quedarnos descalzo regalándonos una mañana sin reloj. Con la
torta de chocolate preparada por Sylvina. Con una porción de pastaflora, un
poco de pan y dulce de leche, comprado con el dinero regalado por Gonzalo, anoche
en la despedida junto a Leo en la terminal de tres Cruces, nos preparamos para
el regreso a las actividades de aquí.
Hay mucho para hacer. Pero teniendo en cuenta que somos “empleados y no patrones”, cualquier obrero cuando se reintegra lo primero que hace es presentarse ante su Señor.
Este Jesús “amigo del tiempo”, lo primero que hizo fue “invitarme a ponerme cómodo”, preguntándome “sobre las fotos del viaje”. Y luego aporto algo bien concreto a través de la palabra bíblica del día (Lucas 19, 11-28)
La parábola de
hoy, es semejante ala del domingo
“la parábola de los talentos”.
Que nos
reafirma que “somos administradores
de los dones y bienes que tenemos”.
Si perder lo
central del contenido, la encarnamos en nuestra realidad de hoy como “el
empleado que regresa y se presenta ante su patrón para dar cuentas”.
Lo primero
que me sale decir es “Gracias por ser parte de este bello y fecundo misterio de
encuentros, de vida”.
Surgen muchos nombres, miradas, sonrisas, abrazos, lagrimas, dudas, proyectos, sueños… Veo que si bien todo se dio utilizando medios materiales: casa, autos, comida, dinero… todo queda como medio y no ocupa el centro del dialogo con el Señor. El está contento de que se haya puesto todo en común según las posibilidades y necesidades de cada uno.
También el entorno de ciudad, playa, patios, sol, noche fueron parte de los hechos vividos.
Surgen muchos nombres, miradas, sonrisas, abrazos, lagrimas, dudas, proyectos, sueños… Veo que si bien todo se dio utilizando medios materiales: casa, autos, comida, dinero… todo queda como medio y no ocupa el centro del dialogo con el Señor. El está contento de que se haya puesto todo en común según las posibilidades y necesidades de cada uno.
También el entorno de ciudad, playa, patios, sol, noche fueron parte de los hechos vividos.
Presentándome
ante el Señor le digo: “hemos producido mucho a partir de lo que nos has dado a
cada uno”. Resuena el “hemos” en plural que resalta que lo vivido fue “desde
una vivencia comunitaria”.
Lo tuvimos TODO…
en una vivencia en sintonía con “las primeras comunidades cristianas”. Donde
todo lo ponían en común, con tiempos profundos de oración.
Después del
encuentro primaveral en Solymar, nos quedamos dos días más. Desde hace un
tiempo somos recibidos en “El Pastito - Casabó”, por Erik. Lo considero una
gracia tener amigos AHÍ, que nos permiten ser parte de ese barrio periférico.
Ahí, descansamos, rumiamos, ahí participamos de la Comunidad Eclesial de Base. Desde ahí fuimos a visitar a Rossina, Diego y Juan Pablo. Pasándonos a buscar Víctor, trayéndonos las cosas olvidadas en su casa de Solymar, llevándonos a la Marcha por los estudiantes desaparecidos en México.
Ahí, descansamos, rumiamos, ahí participamos de la Comunidad Eclesial de Base. Desde ahí fuimos a visitar a Rossina, Diego y Juan Pablo. Pasándonos a buscar Víctor, trayéndonos las cosas olvidadas en su casa de Solymar, llevándonos a la Marcha por los estudiantes desaparecidos en México.
En La Plaza
Independencia de Montevideo, junto al monumento de Gervasio Artigas, nos
tejimos con, en su mayoría jóvenes, de las subculturas más diversas. Ahí se
palpaba vida. Encontrándonos con Flor y Juan.
Que lindo poder haber sido parte de esa marcha. Con sentimientos bellos de palpar tanta gente con deseos de verdad, justicia y vida.
A la noche, en el porche “del pastito” la mesa se fue llenando con alegría de alimentos, los cuales gustosamente se transformaron en cena. Del barrio, del norte, sur, mujeres, varones, mayores, jóvenes, adolecentes, en los más diversos estados de vida compartimos la vida acompañada de la Palabra Bíblica.
Que lindo poder haber sido parte de esa marcha. Con sentimientos bellos de palpar tanta gente con deseos de verdad, justicia y vida.
A la noche, en el porche “del pastito” la mesa se fue llenando con alegría de alimentos, los cuales gustosamente se transformaron en cena. Del barrio, del norte, sur, mujeres, varones, mayores, jóvenes, adolecentes, en los más diversos estados de vida compartimos la vida acompañada de la Palabra Bíblica.
Al día siguiente, el mate y ese tiempo precioso para estar asolas con el Señor. Compartimos con Erik, las memorias a través de este blog. Invitados a almorzar en lo de Gonzalo. Donde los ñoquis pasaron por las manos de Rossina, las nuestras, Viky y su abuela. Gonzalo llego para invocar la bendición.
Por la tarde Sylvina fue la chofera. Llevándonos a la Universidad de Trabajo Social. Es increíble cuanto a mejorado la educación. Y en relación a América Latina, la educación pública está Muy Bien. No se si somos consientes de que hemos recibido mucho y que otros muchos necesitan de nuestra solidaridad. Sabiendo que hay la peste de “hace la tuya y la mirada hacia Europa”.
Encuentros en grupo y personales, hasta llegar a la cena con el partido de Uruguay – Chile de fondo. Con esa sensación de “ser parte de un bello, fecundo, misterio comunitario”. Palpando que esta manera de encontrarnos, compartir y celebrar esta siendo muy liberador y movilizadora. Sin duda que en tiempos venideros habrá muchos cambios visibles, sorprendentes, frutos de decisiones, quizás un poco locas a los ojos del mundanismo, enraizadas en esos cambios interiores que a tiempos diferentes se está dando en cada uno… en comunión con los que están a la distancia física, pero unidos en lo que nos une, viniendo de realidades distintas,
Por la tarde Sylvina fue la chofera. Llevándonos a la Universidad de Trabajo Social. Es increíble cuanto a mejorado la educación. Y en relación a América Latina, la educación pública está Muy Bien. No se si somos consientes de que hemos recibido mucho y que otros muchos necesitan de nuestra solidaridad. Sabiendo que hay la peste de “hace la tuya y la mirada hacia Europa”.
Encuentros en grupo y personales, hasta llegar a la cena con el partido de Uruguay – Chile de fondo. Con esa sensación de “ser parte de un bello, fecundo, misterio comunitario”. Palpando que esta manera de encontrarnos, compartir y celebrar esta siendo muy liberador y movilizadora. Sin duda que en tiempos venideros habrá muchos cambios visibles, sorprendentes, frutos de decisiones, quizás un poco locas a los ojos del mundanismo, enraizadas en esos cambios interiores que a tiempos diferentes se está dando en cada uno… en comunión con los que están a la distancia física, pero unidos en lo que nos une, viniendo de realidades distintas,
UNIDOS POR SER PERSONAS QUE ESTÁN EN BÚSQUEDA.
Yasurupay – Gracias Nacho
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