jueves, 13 de noviembre de 2014

La evaluación no es según los resultados, sino según las capacidades de cada uno...

ESTAMOS EN LA RECTA FINAL DE ESTE AÑO
       Los que tienen un trabajo por su cuenta, harán el esfuerzo y la evaluación del año pensando cuántos  logros, placeres y bienes han obtenido para si mismos. Los que trabajan en bien de su familia estarán sintiéndose más o menos bien según las pérdidas o ganancias que han acontecido durante el año en sus relaciones familiares. Los que se deben a una empresa, seguramente su evaluación será según los números finales de dicha corporación. Siendo mayor la ganancia o la pérdida según el lugar de mando o servicio que le toque.
      El texto bíblico de este fin de semana tiene un destinatario concreto. Si bien nuestro Dios acompaña a todas las situaciones y participa de ellas, si le dejamos lugar, ya que nunca se impone, tanto dentro como fuera de las distintas comunidades religiosas, en este caso Jesús dirige sus palabras a su grupo concreto de discípulos y discípulas. ( Mateo 25,14-30)
 PARA DISCÍPULAS Y DISCÍPULOS 
      Con la parábola de los talentos Jesús nos presenta el modo en que debemos evaluar nuestro trabajo. Viene como anillo al dedo, en esta recta final del año y para los tiempos de evaluación.
     *Lo primero que Jesús nos recuerda y que debemos tener muy presente es “que venimos de Dios y a Dios nos debemos”. Es El nuestro único patrón y al único que le debemos rendir cuentas.
     *Lo segundo es que la evaluación no es según los resultados sino según las capacidades de cada uno. Según la entrega en relación a los talentos recibidos.

    El mundo generalmente premia a los que superan a los demás o a los que tienen logros personales, Jesús presenta la evaluación de Dios como superación de si mismo, dejando claro las diferencias que el mismo nos ha puesto en cada uno. Por lo tanto a quien se le dio más se le pedirá más en bien del bien común. Pero nadie queda excluido de aportar aunque sea lo mínimo. Y quien no aporta lo que le corresponde según las capacidades recibidas queda fuera del seguimiento de Jesús.
     Reiteramos que esta parábola es concretamente para los llamados a formar la comunidad cristiana. Ya que no hay seguimiento de Jesús individualista, sino que la fe se vive en familia grande al servicio de todos. Quizás es bueno preguntarnos también al finalizar este año, ¿si lo vivimos desde una pertenencia a una comunidad concreta o solamente centrados en nuestro ego, relaciones familiares, o laborales?.
EN COMUNIDAD ESCUCHÁNDOLO A ÉL
     Jesús al encarar su misión, antes que el hacer, puso la formación de la comunidad. Dedicándole el mayor tiempo a las relaciones con sus integrantes. Sin ocultar las diferencias y los conflictos. No hizo un ejército uniforme, sino una familia venida de las diferentes realidades, con diferentes talentos, donde ser santo es darse según las capacidades recibidas.
    Si nos reconocemos como discípulas y discípulos de Jesús, es bueno y necesario a esta altura del año, dedicar un tiempo comunitario y personal para evaluar nuestro camino y planificar el último tiempo de este año. Es bien sabido que en los últimos minutos de un partido de fútbol se puede dar vuelta un resultado para perder o ganar el partido. Por lo tanto es necesario mayor cercanía y escucha de las indicaciones de nuestro director técnico. No seremos evaluados por logros ni por cantidades, sino por si realmente hicimos lo que teníamos que hacer con amor… ¿Qué debo hacer? y eso solo lo sabremos en un discernimiento comunitario y en la confrontación con Él.
Nacho

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