miércoles, 19 de agosto de 2015

HAY QUE CELEBRAR EL CAMINO… COMPARTIÉNDOLO

Ayer 18 de agosto celebramos los 19 años de la ordenación sacerdotal. Cuando pasan los años parece que los saludos tienen un valor más profundo. Gracias. 
Quizás por conocer bien el recorrido, y recordar  tiempos de sol y de los otros…

Hoy 19, me tome un buen tiempo para recordar el camino hasta el 96, donde llegamos con 31 años. Recordar ese mismo día de la celebración en el Teatro de Verano de Melo, el templo del carnaval, rodeado de la pista de ciclismo donde ganamos el campeonato de barrio con 15 años, en plena adolescencia peinado con gomina y deseoso de fama...

Muchas anécdotas con algunos de ustedes hemos compartido, quizás algunos de los signos más visibles de la presencia de Dios en ese día: el día de sol en pleno invierno, las distintas presencias de distintos lugares:
                            La Cruz de Carrasco, San Jacinto, el vino de los franciscanos de Chile, las medias de los Mapuches Argentinos, la camiseta de Brasil, encontrándose con los ciclistas, el candombe y cada una de las presencias de las cuales cuando miro alguna foto me sigue alimentando su cariño, sin olvidar el niñito de pies descalzo, el amigo de mi amigo vendedor de alfajores…

Pero hoy en especial recordaba el “día después”, el lunes 19 del 96. Vine a este lugar donde desde hace un buen tiempo nos han sembrado: Río Branco. Acá vivía mi padre con su última compañera. Si bien intente siempre que mis padres fueran mis padres, mas allá de la relación que ellos tuvieron “rota hacía mucho tiempo”, es verdad que los hijos no podemos ser indiferentes a lo de nuestros padres…

Esa rotura existió y existirá en mí… Pero lo bello de ese día después de la ordenación, fue el encuentro con la compañera de mi padre, con la cual teníamos una relación normal. La alegría fue escuchar que ella había ido a la celebración. Si bien yo la había invitado, me alegro que realmente sintiera que había lugar también para ella. Estaba feliz. Recuerdo que mi foto del día fue escuchar mis sentimientos y sentir profundamente la alegría en comunión con ella. Fue un día de gracia, fue como sentir que unos a otros nos perdonábamos…

Hoy 19, un día después de aquel inicio, fruto de un largo camino, hoy 19 después de aquella profunda experiencia de Misericordia, hoy fue un día que necesite de ella. He recurrido a la infinita misericordia de Dios muchas veces, y con los años en mi caso he necesitado de ser recibido en un corazón cada vez mayor, y encontrar companias , que con su escucha, palabras y abrazos me trasmitieran esa misericordia.

Hoy miércoles, el tiempo estaba nublado, y fue realmente duro, escuchar el dolor hacia la Iglesia a la cual pertenecemos sobre el tema de  pedofilia. Escucharlo de parte de una persona dañada. Un Amigo

No es fácil hablar de esto buscando la justicia y la misericordia. A mi amigo le hizo mucho bien compartirlo, así me lo dijo, creyendo que este mal ha dañado a tantos justamente por querer silenciarlo. Y que era bueno que lo habláramos, para compartir con otros dañados "que es posible cicatrizar esta herida"...

Primero hablamos de los responsables y nos pareció, que solo la cárcel el juicio, o solo la misericordia de una confesión, no alcanzan por separados ni juntas. Junto a la justicia y la misericordia, hoy en día tenemos que hacer parte a ese Dios que trabaja a través de las distintas ciencias y centros para enfermos de esto…

Sobre las víctimas, algunas quizás andan muy heridas hiriendo… otras con la herida oculta sangrando… otros cicatrizados por una experiencia de amor en familia, por una vivencia religiosa…

Que distinto es salir a la calle después que alguien te hace llegar a lo más hondo de sí mismo, y toca lo más hondo  de nosotros mismo, porque soy y me siento parte de esa iglesia. Como también es lindo, escuchar a esta persona que hoy se dice no creyente, muy agradecida a Francisco el nuevo papa…

Aclaro por las dudas, que no fue un dialogo en confesión, mi amigo no cree en ese sacramento, tiene muy mala experiencia, fue solamente un dialogo entre amigos, de esos que se dan a veces con unas copas de más, que baja las defensas, yo no tome porque andaba manejando,  éramos cinco. Estoy seguro que no fue un cuento de borracho, solo había una cerveza de litro, por las dudas aclaro.

Ahora si me confieso, porque si creo y vivo el sacramento en lo personal con algún sacerdote de confianza, con amigos y a veces como en este caso en comunidad.

Confieso que salí a la calle por una lado sintiéndome parte, porque así como dicen los maestros “cuando tocan a una nos tocan a todas y hacen paro”, también es vedad que: “cuando uno de nosotros se equivoca nos equivocamos todo el grupo, en este caso los sacerdotes, la iglesia y tendríamos que responsabilizarnos todos, de lo hecho por uno de los nuestros”.

Por otra parte me sentí fortalecido por este amigo “que está de pie” después de lo sufrido. Un hombre sin odio, con cicatrices, pero lleno de Amor a su familia, Amor a sus hijos, Amor a su trabajo, Amor a su compromiso político. Quisiera que vieran cuando los gurises llegaron de la escuela, con que cariño y con qué dialogo los recibió a sus hijos… “Donde abundo el dolor puede abundar el Amor”… o el odio.

También San Pablo dice por su experiencia personal, y también lo digo desde mi experiencia: “donde abundo el pecado puede abundar la gracia”. No como algo mágico, sino por el camino de la verdad, justicia, misericordia, ayuda de Dios por medio de las ciencias y Amigos…

Bueno, así llegamos, a los 50 años, a los 19, con las puertas abiertas… donde algunos amigos conocen las cicatrices, las rajaduras de mi casa, el lugar donde cada tanto hay que poner el balde porque se llueve…
Y esa misma puerta abierta, me hace más sensible, más abierto a que entren a mi corazón con sus heridas sangrando o cicatrizadas. Hoy por ejemplo me dolió muchísimo la renuncia de Richar Red, el gremialista, para mí era mi referente en ese campo, y me dolió cuando un periodista le pregunto si no sería “oportunismo político”, su minuto de silencio me saco lagrimas,  porque creo que es un hombre que a buscado el bien y que lo sigue buscando…
 Pero también fue un día de mucho sol, en el pasaje por la Facenda, (lugar para recuperar adictas) compartir el mate, abrazos, cocina y pintada… me hizo mucho ver tanto cariño puesto en la preparación a la inaguración del sábado próximo. Entre ellas estaban las “ex” y las voluntarias.

Con la gracia de conocer a la fundadora, una mujer sencillamente humana, dispuesta, esperanzadora, con dudas, preocupaciones… mucha confianza en Dios y en cada una de las ex y de las que van llegando con caidas realmente duras… Una mujer que refleja a Dios.

Algo que me dijo fue: “me decían que los uruguayos no eran muy religiosos... creo que no son muy de misas, pero si expresan la religiosidad a través de la solidaridad”. Ella es Brasilera, está en mi pueblo de nacimiento, realmente “una persona de Dios ve lo que otros no ven”.

Bueno, ustedes son parte de mi vida, del sacerdocio recibido, por eso se me inspiro compartir algunas “fotos del día”, acompañadas de la alegría, de pasar por Sarandí de Barceló donde sueñan y preparar una misa un encuentro criollo, con caballería gaucha para dentro de nueve meses…

Con la alegría de estar viajando con Cloe y Gilberto, dos colibríes hacia Ecuador, con los sueños y expectativas que trasmiten vida, despiertan sueños. Con la alegría de saber que hubo una familia y otras que los enviaron y que van con ellos… por allá los esperan también de Bolivia…

Con la alegría de que el 28 de este, nos recontramos por el Cerro de Montevideo, con algunos de ustedes, y en octubre quizás por Córdova y en noviembre junto a los hermanos Valdense en Nueva Helvecia, yendo en setiembre otros de los nuestros a Bolivia…

Con la alegría, de estar junto al fuego encendido, junto a mi mama, que hoy está muy contenta, una gracia de Dios esta compania, y me invita a mirar el informativo, recordándome lo que escuche y me quedo del viaje por florida “en este tiempo no se puede escuchar  a Dios, si no se escucha las múltiples voces de nuestro tiempo” Carlos Schikendantz.

Con la alegría de haber estado presente en el primer casamiento por el civil que he ido, de Victoria y Gonzalo, sin saber muy bien porque estuve… con la alegría de haber podido ser parte de los 30 años de las hermanas Doroteas…  con la alegría de este medio de comunicación que lo creo Erik, y que en lo personal me acompaño tanto en Bolivia y me sigue acompañando, complementando los encuentros y la oración…
Hoy entiendo porque Francisco termina diciendo “recen por mi”… hoy me siento igual “recen por mi”… Nacho

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