jueves, 24 de noviembre de 2016

«Gracias a la vida que me hizo reconocerme humano... nadie está libre de pecado, para tirar la primera piedra»

«Para que ningún obstáculo se interponga entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios, de ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto», Papa Francisco en su Carta Apostólica.
 «Quiero enfatizar con todas mis fuerzas que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente. Con la misma fuerza, sin embargo, puedo y debo afirmar que no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido que pide reconciliarse con el Padre. Por tanto, que cada sacerdote sea guía, apoyo y alivio a la hora de acompañar a los penitentes en este camino de reconciliación especial», enfatizó Francisco.
Esta era una de las noticias de la presa mundial el día lunes, nos anunciaba una buena noticia para los que nos hemos equivocado en circunstancias diversas: madres, padres, mediadores, familiares y sociedad en general. Me incluyo, porque desde los tiempos de Jesús «el machismo cultural» que pone «la culpa en los tenidos por mas débiles», asesinado a pedradas. Jesús nos sigue diciendo «que nadie está libre de pecado para tirar la primera piedra». También nuestras palabras, actitudes llevan a que algunas personas cometan ciertos pecados.
Por otra parte nosotros mismos los que hemos pecado, que hemos matado la vida, siempre tendremos la posibilidad del perdón y de ser fecundos nuevamente. Nadie es tan viejo para cuidar la vida de otros, para engendrar encuentros de verdadera vida.
 Una palabra, un abrazo, una fiesta entre amigos, puede ser un signo de misericordia. Así lo vivimos el fin de semana en el Lago Merín, dando gracias por la vida los cumpleañeros, familiares y amigos.
Las palabras de Francisco han sido claras: «el problema principal de la muerte y la fragmentación social es la injusta distribución de los bienes materiales, que deja sin posibilidades de tener lo básico como una alimentación y educación adecuada a un tercio de la humanidad…» Los grandes medios de comunicación, al servicio del capitalismo asesino, silencian las palabras de Francisco que los invita a la conversión y resaltan alguna noticia que muchas veces es «caballito de batalla» de posturas conservadoras religiosas y políticas de derecha, que no quieren abrir su mente al verdadero problema actual: cada vez menos ricos tiene más de muchos que cada vez tienen menos. Desgraciadamente «muchos pobres» son pobres de pensamiento y también desean de corazón estar en el lugar de sus opresores, incluso repitiendo el mismo sistema en su propia cada: violentan-do y oprimiendo a los mas débiles, o robado para tener lo que no tienen.
 Gracias a la vida que me dio dos luceros que cuando los abro, perfecto distingo lo negro del blanco , y en el alto cielo su fondo estrellado , y en las multitudes el hombre que yo amo. Gracias a la vida que me hizo reconocerme humano, libre de poner en primer lugar lo material y juzgar al hermano colonizado. Gracias que me a liberado del miedo a la muerte, y siendo libre de los que oprime podemos desenmascarar a los verdaderos abortistas de la fraternidad humana... El Colibrí

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