jueves, 3 de noviembre de 2016

SE ESTA MURIENDO… POCA VIDA LE QUEDA… MADUREMOS, AMEMOS… Editorial Nº 1.450


Comenzamos noviembre, se nos va terminando el año. 
Estamos apenas a un poco más de 50 días de fin de año: 
¿Qué sentimos ante esta verdad?
Un año 2016 que para algunos será un año más. Para otros será recordado por la maravilla de algún nacimiento familiar o en los distintos ámbitos cotidianos. Recordado con la alegría del nacimiento de un niño, de un trabajo, un estudio, un logro, una adquisición, un amor…
Para otros este año tuvo acontecimiento dolorosos. Año de pérdidas humanas, dificultades económicas, problemas laborales, rotura de relaciones, problemas con la justicia, enfermedades…
La mayoría de nosotros tenemos recuerdos de vida en que fuimos felices y de los otros en lo que va del este año. Por eso mucho depende de la lectura que hagamos de nuestro caminar:
 ¿Dónde ponemos el asentó? 
 ¿Desde dónde?
¿Desde quien?
Cuando uno es niño, lo bueno y lo malo depende mucho del sentir y actuar de los padres o de los responsables del nuestro cuidado.
En la etapa de adolescencia, que tiene una edad más o menos generalizada, pero que a unos cuantos se le alarga y otros vuelven a ella teniendo una edad de adulto, en esa etapa la evaluación del año es desde YO. Es decir que el año será muy bueno, bueno, regular, o malo según si se cumplieron mis necesidades y antojos personales.
La madures, no viene como consecuencia de cumplir años. Hay personas que maduran más tempranamente, otros un poco más lentamente, y algunos todavía no han decidido madurar como les corresponde. No faltan los exitosos en algún aspecto de su existencia, como puede ser el trabajo, estudio, deporte, en lo político… Pero tiene actitudes frecuentes de inmadurez en otros espacios como el familiar, de amistad, en la vivencia de su sexualidad, el manejo de la economía, su creencia religiosa…
Madurar no es llegar a la perfección. Madurar irse conociendo, aceptándose, potenciando los dones, manejando las carencias, sabiendo agradecer y corregirse.
Madurar es ir abriendo los ojos, el corazón, la mente
 y los brazos a los prójimos y más allá de lo local. 
Madurar es caminar desde el YO, 
hacia el TU, el NOSOTROS.
Poca vida le queda a este año. Es bueno preguntarnos si ¿lo estamos viviendo según la vivencia de otro? Es decir que no estamos viviendo nuestra propia vida. Preguntarnos sobre el YO: ¿Cuánto determina mi estado de ánimo, mis evaluaciones, relaciones la complacencia de mi YO? Si gravara mi hablar, si filmara mi actuar, y me escucho, me veo, vería la verdad de: si vivo, pienso, existo buscando satisfacerme, midiendo todo lo que hago o dejo de hacer según el rédito que me pude dar. O si estoy procurando AMAR, que es descentrarse, hacia el TU, hacia lo COMUNITARIO.
Aún hay tiempo para tomar decisiones hacia la maduración, hacia el amor.
  ¿Qué debo acentuar o comenzar? 
¿Qué debo dejar? 
¿Necesito ayuda?

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