Celebramos en la Fazenda femenina Betania en Melo, y estaban de la Fazenda masculina de Cerro Chato, prestando el servicio de cortar el pasto. Son días de poca lluvia, y es muy útil la manguera para regar la quinta y el jardín. Como buen misionero que llega a un lugar "escuchamos, observamos" la realidad que se estaba viviendo, para iluminarla con la Palabra y ofrecerla en la eucaristía, en bien de una vida evangélica, libre en el amor.
La Palabra, nos encuentra con un Jesús que dice que "la ley es para ser cumplida y enseñada... y que el la llevara a la plenitud por el camino de la liberación y el amor". Mateo 5, 17- 19
Representamos el agua como creación de Dios: unida, pura, libre, en movimiento, para dar y cuidar la vida. Todo ser humano creado a imagen y semejanza de Dios, también tiene el deseo profundo de encuentro, pureza, libertad, movimiento, fecundidad.
Por distintas razones nuestra agua pierde la pureza, pierde el sentido verdadero de la vida, se nos quiebran las relaciones familiares, porque perdemos la libertad a causa de alguna adicción y entonces necesitamos de un lugar donde "las normas sean claras" para ordenarnos la vida. Representamos este tiempo de estar en la fazenda, como un tiempo de estar "dentro de una manguera". No es el lugar natural para el agua, ni para los seres humanos. Pero es muy necesario este modo de estar, para encausar el agua, darle un sentido profundo en favor de la vida, poniéndolo en manos del jardinero llamado Jesús.
Aprendimos de la Palabra, de Jesús, que no podemos quedar mirando la manguera, las normas, este tiempo en la fazenda, eso nos llevaría irnos buscando la libertad de las normas.... Jesús nos invita a ver el sentido nuevo de la ley, que es hacer este esfuerzo de estar aca, para mejorar nuestra vida y mañana dar vida cuidada con Amor. Por eso representamos como la manguera sirve para acercar el agua a donde hay necesidad de ella, quinta, jardín césped.
La invitación en la misa fue: tomar conciencia a nombrar a las personas y realidades, que sentimos el llamado de aportar para que su vida sea mejor, poniéndonos mejor aquí en la fazenda. Surgieron nombres de hijos, madres, padres, amigos, esposas, realidades de trabajo, estudio, familia, convivencia... que nos esperan como agua nueva.
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