A la nochecita llegamos a Fraile Muerto, pueblo que lleva el nombre de un misionero que murió misionando al cruzar el arroyo del lugar. Comunidad que hace muchos años es acompañada por las Hermanas Misioneras Franciscanas del Verbo Encarnado. Y es la parroquia que hasta hace muy poco acompaño Nacho que viene con el taller y es el lugar donde la Hermana Jola ya habia estado y quería volver. Entonces en la previa "pintaba muy bien"...
Carla de la cultura Guaraní, fisioterapeuta, misionera laica, venida desde Villa Montes Bolivia, fue la persona elegida para encender la vela que acompañaría el taller misionero. Fue una grata sorpresa: para un taller de mision, encontrarnos con alguien que esta misionando fuera de su país y cultura.
Creemos en un Jesús que siempre se nos adelanta, por eso en todos los talleres comenzamos recogiendo la experiencia misionera que ya se ha vivido. Surgieron estas acentuaciones: estar dispuesto, visitar a los enfermos, anunciar a Jesús, compartir, ayudar, escuchar, dinamizar el evangelio, dar y recibir, ser amable, comprometerse,anunciar lo vivido, empatía, ir al encuentro del otro, abrazos, alegria,transmitir la salvación, saber que "caminante no hay camino", escuchar el Espíritu Santo y dejarse guiar por él...
Uno de los relatos fue sobre un matrimonio que pasaba por una grave crisis de relación, donde ambos veían que lo mejor era separarse... y por separados hablaron con Jola y fueron juntos a una misión en África. Esa experiencia de encuentro con Jesús con tantas carencias materiales (mirada desde Europa) pero con una relación comunitaria muy profunda, basada en la solidaridad y sus espiritualidades... eso les cambio la vida y su relación. Volvieron y crearon juntos una fundación para ayudar a África. En la misión los que van y reciben, tienen la posibilidad de encontrarse con el Amor de Dios, el cual nos hacen ver que no son las cosas materiales las que nos unen como familia, como comunidad... lo que nos une es el Amor dado y recibido... la posibilidad de juntos experimentar que valemos para otros... Y el verdadero valor de nuestra persona crece, cuanto mas valor le damos a los demás.
El taller se realizó en un clima de silencio, de escucha, de participación, desde la vida, intercambiando experiencias... sin faltar el lindo gesto de la comunidad de regalarle a Jola una matera con con fotos del pueblo. Signo de cariño, gratitud y también de deseo, apoyo, a su inculturación en nuestro Uruguay.
En este día se conmemoran los 11 años de Francisco en el servicio como Papa. Lo recordamos agradecidamente por impulsar espacios de encuentro, diálogo, oración, para discernir caminos a seguir... siempre procurando volver a Jesús, a su Buena Noticia del Amor de Dios para todos... Lo recordamos viviendo en esta comunidad una experiencia de Sinodalidad de ser llevada la comunidad adelante por "el consejo parroquial", donde la mayoría son mujeres, participan las hermanas religiosas, y también varones.No podía faltar la oración, que partió desde otro relato misionero de la hermana Jola, para rezar como rezó una niña en África: recibiendo algo que puede parecer sin valor, (un pañuelito de papel) agradecer y compartirlo con su Padre. Nosotros pusimos nuestra vida, historia, las vivencias de este taller que para algunos les dejo el corazón lleno... todo en manos de Dios Padre y Madre nuestra. Jacinta nos dio una personalizada bendición, con fe y amor.
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Cuanta bendicion
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