La mayoría de las grandes religiones se manifiestan como MONOTEISTAS, es decir que creen en un único Dios.
Quizás si hacemos una encuesta, la mayoría de las personas dicen creer en un solo Dios, o se manifiestan no creyentes (ateas).
Sin embargo muchas veces sentimos que nuestros sentimientos, pensamientos y actitudes se DIVIDEN en diferentes dioses.
Entre los dioses están:
- los más humanos ( seres queridos y personas importantes en nuestro caminar);
- los dioses materiales ( algo que consideramos un tesoro, también puede ser un lugar, o un amuleto o imá- gen); y por supuesto que está - el Dios de la fe de cada uno.
El ser humano es alguien en relación consigo mismo, con el medio ambiente y con los demás.
El crecimiento espiritual de una persona, según Jesucristo se evalúa según su libertad y aporte a la liberación de los demás.
Quien ata se ata.
Quien está atado, es porque algo o alguien más también lo está.
También existe la atadura a si mismo.
En tiempo de Jesús existía como en todos los tiempos la diversidad de creencias, e incluso la incoherencia entre lo que se dice creer y lo que realmente adoramos ( necesitamos).
El Nazareno creció en sabiduría y libertad como todo ser humano está llamado a crecer. Todo crecimiento es un CAMBIO, (generalmente es doloroso).
Puede no ser aprobado por otros e incluso puede despertar la persecución o exclusión.
¿ Quién soy para la gente?. Nos pregunta Jesús.
Pedro responde acertadamente: «Tú eres el Mesías» Que significa «eres todo lo que puedo esperar y desear»
Quien hace propia ésta creencia se desata de toda dependencia, incluso de su propio Yo. (Mateo 16, 13-20) Recordando, que la espiritualidad Cristiana es un camino. Sabiendo que los humanos tenemos nuestras idas y venidas.
Y sabiendo que el Espíritu de Dios No está atado a nuestro reloj. Actúa sorprendentemente cuando y como quiere.
La respuesta sincera a:
¿Sin qué, sin quien no puedo ser feliz y vivir ?
Manifiesta mi creencia actual. Nacho
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