lunes, 29 de agosto de 2011

¿Cuantas amarras nos falta soltar?


 La vida es una eterna y continua búsqueda,
una búsqueda desesperada, una búsqueda de no sabemos qué.
Sentimos una intensa necesidad de buscar, pero no sabemos qué buscamos.
¿Porque seguimos buscando magias externas, si la solución siempre está en nosotros?
¿Cuantas amarras nos falta soltar?
¿Cuantas naves permanecen atadas a los puertos de nuestras limitaciones, de nuestros miedos y debilidades?

“Este admirable planeta en rotación y nuestra individualidad humana no nos fueron concedidos con el mero propósito de que pudiésemos existir por un tiempo y desaparecer luego en la nada, sino con el fin de que nos preguntásemos qué sentido tiene todo.

Escuchamos todo el tiempo hablar de las casualidades, pero… ¿existe realmente la casualidad? Realmente no, nada sucede porque sí… la casualidad no existe.
Todo es “causal”, nada es “casual”. Todo lo que llega a nuestras vidas, cada situación por la que pasamos, es por algún motivo.

Nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

El cuerpo, es el vehículo preciado del alma que lo utiliza para experimentar personajes y situaciones en este trayecto. El alma no gana ni pierde, no nace ni muere, no negocia ni manipula. El cuerpo si, el ego, la mente, están sujetas a esas características ajenas al alma.

Tenemos que enfrentarnos con las cosas que no funcionan en nuestras vidas y que es hora de dejarlas atrás de una vez por todas. No hay mejor momento para ser feliz que ahora mismo

Trabaja como si no necesitaras dinero, ama como si nunca te hubieran herido y baila como si nadie te estuviera viendo, la felicidad es un trayecto no un destino.

Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después, después de terminar la carrera, después de conseguir trabajo, después de casarnos, después de tener un hijo, luego nos sentimos frustrados porque nuestros hijos aun no han crecido, y pensamos que seremos felices cuando crezcan y dejen de ser niños , después nos desesperamos porque son adolecentes difíciles de tratar, pensamos seremos mas felices cuando salgan de esa etapa, luego pensamos que nuestra vida será completa cuando nuestro esposo o nuestra esposa le vaya mejor, cuando tengamos un mejor auto, cuando nos podamos ir de vacaciones, cuando consigamos el acenso, cuando nos jubilemos, la verdad es que no hay mejor momento para ser felices que ahora mismo.

Detente un momento cierra los ojos , escucha tu respiración ….. lo que te ocurre en estos momentos es tu vida, lo demás es irrelevante. La verdadera seguridad la tendrás cuando hayas comprendido perfectamente la situación en la que te encuentras. Sé capaz de cambiarte a ti mismo, y el mundo cambiará    contigo... Recuerda que lo único que puedes controlar en el  mundo son tus pensamientos...Y nunca te olvides de sonreír

Cuando sonreímos, aunque no sintamos nada,
nuestro cerebro lo entiende como una señal de
que todo va bien y manda un mensaje al sistema
nervioso central para que libere una sustancia
llamada beta-endorfina, que da a la mente una
respuesta positiva.
Dicen que una sonrisa cuesta menos que la electricidad,
pero que da más luz..
Además,con cada sonrisa que le das a alguien o a ti mismo siembras una semilla de esperanza.

Así que ríe, ríe alegremente...¡y el mundo reirá contigo!

No posterguemos más la felicidad, animémonos a ser felices con un día nublado o con sol, animémonos a ser felices por el simple hecho de vivir y todo se volverá más sencillo.  Cecilia

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