Allí estaba Jesús de la bienaventuranzas

Cuántos kilómetros faltarán

para llegar al pueblo aquél
donde no falte el tibio pan
donde te ofrezcan pura miel…

…Un día claro como un vergel
los corazones se abrirán
los pobres se repartirán
el mundo , el vino, el pan aquel…
          Numa Moraes


…. atrás quedó el Illimani con sus encantos y sus misterios y partimos hacia el Chaco .
Cambio de altura, de paisaje y también de gente..
Al entrar en esos caminos sinuosos, recién, muy recién llegados de noche, en una estación de servicio de Camiri, encontramos a José, el chofer de la ambulancia de Tekove…….
No existe la casualidad….ese hombre inmediatamente nos habló de Nacho, de sus luchas, de los motivos por los que tuvo que volver a su país….y todo lo dijo en un minuto , en ese instante de encuentro….


Porque en esos días, por los caminos de tierra roja que anduvimos y anduvimos mucho, el nombre de Nacho se repetía, las historias de cuando adolescente corría carreras de bicicleta , de sus palabras , sus andares, sus enojos, sus…..sus….. era Nacho Colibrí…….y estábamos en esas tierras por él amadas..........

Y en esas mismas tierras fue que el velo se corrió, LO pude sentir, aquel domingo 3 de julio, en aquellas casitas , en aquellas familias de Villamontes , afuera, en una tarde muy, muy fría, junto al fueguito , con ganas de compartir el mate dulce y lo que tenían, con Nahir y CONMIGO, que no era nadie, sólo una gran desconocida .

LO vi, en aquellas niñas que cuidaban al hermanito descalzo y del que me ha quedado el calorcito bien guardado en el corazón. Allí estaba Jesús de la bienaventuranzas, y yo junto a ellos, con los preferidos de Dios.

Creo que cuando Dios sorprende pareciera que el reloj de la historia de cada uno se detuviera.

Regresábamos mientras el día se apagaba y en mi interior , la lógica no tenía lugar. Pensaba que nos teníamos que quedar en ese lugar y hasta elaboraba planes en mi mente poniendo humildemente los dones que he recibido al servicio de ese barrio, de esos niños.

Era un sentimiento raro, euforia y un peso en el pecho a la vez.

Dolor, indignación , resistencia frente a tanta desigualdad, culpa, responsabilidad. porque nadie que haya estado allí, viendo esa realidad, puede decir “ YO NO FUI”
Todos somos responsables , los de allí, los de aquí, TODOS. El Caín está muy presente en todas las indiferencias, en todos los desprecios, en todos los prejuicios.

Y los días que siguieron fueron caminos recorridos con esas mismas realidades: vidas en los montes, con sus niños preciosos, sus ropas tendidas en los alambres, animales flacos , un río que hoy da y mañana no… mujeres, muchas mujeres y niños

Recorriendo Lagunillas, imaginando los pasos del Che en aquellos lugares únicos, hablábamos sobre su lucha, su vida ,su martirio , tan vivos hoy, tan vigentes …

Y Gutiérrez, el pueblo nombrado, conocido sin ver, ahí estaba, con sus dos iglesias juntitas,… la escuela de Tekove…..tierra que sugiere, tierra que promete,¿ no será esa iglesia nueva , la luz , el grano de mostaza, la levadura de la masa?

Amigo Edgardo: desde siempre apoyamos tu viaje, por muchas razones, pero ahora estamos convencidos que el Reino está allí, invitándote a caminar , ¿qué más?....

Los días pasaron y llegó el último, nos veníamos.
Horas antes, ahora de mañana, con más luz y calor, volvimos a las casitas del barrio de la parroquia.
Quería impregnarme de allí, quería correr nuevamente el velo.
Pero ya el reloj andaba . Adiós Cenicienta, llegaron las doce.
Los abrazos del encuentro no tienen el mismo sabor que los abrazos de despedida…y nos volvimos , Santa Cruz, Buenos Aires, Colonia.

Y hoy estamos aquí, celebrando la Independencia, me pregunto …¿cuál independencia?, ¿qué cuento nos han hecho?, tendremos que reescribir la historia, historia para Una Patria Grande en vías de liberación.
Pero estamos, sabiendo que Dios nos llevó de la mano a Galilea y ahora nos toca a nosotros salir a buscar las nuestras, aquí, en nuestro lugar , con nuestra identidad.
En esas andamos……pero nadie ha dicho que algún otro invierno no nos sorprenda otra vez por esas tierras, y esas casitas……. Raquel