viernes, 2 de diciembre de 2011

II Domingo de Adviento: "Ser Felices haciendo feliz a los demás, en particular a los más déviles".

 La Laguna Merín se está poniendo bonita,
como la mayoría de los lugares turísticos del hemisferio sur.

Se están arreglando las calles, haciendo limpiezas en casas y terrenos.
Todos nos vamos preparando para lo que se pronostica un: caluroso y seco verano.
Para unos será tiempo de «hacer la temporada» trabajando. Para otros tiempo de descanso y para algunos ambas cosas. Para todos un tiempo diferente.
Nadie se asombra cuando ve a un vecino o a un funcionario público trabajando. Si nos disgustamos si vemos que alguien no cumple con su responsabilidad privada o pública de limpieza o arreglo de algo material que le corresponde.

También están las ofertas que nos anuncian que «viene una nueva Navidad y un año Nuevo». Se ofrecen regalos, alimentos, paseos, todos prometiendo felicidad para quien los adquiera y a quienes se los regalemos.
Esto me parece lo central del deseo de una madre y un padre para sus hijos queridos «que sean felices haciendo felices a los demás».
Esto es Navidad.
Hace 2011 años nuestro Dios NO veía feliz a su pueblo elegido. Lo veía oprimido por el poder extranjero y por los fariseos del templo. La política y la religión estaban al servicio de unos pocos que sangraban a la mayoría.
Por medio de los profetas anunció su presencia por medio de su hijo Jesús (Dios con nosotros). Esta noticia puso contentos a los que estaban tristes e inquietos a los que «explotaban a los mas débiles».
Esta navidad Juan el Bautista nos sigue anunciando lo mismo «Dios está cerca prepárense para el encuentro».
Unidos con sencillez a todos los que limpian su casa, a los que adquieren algún regalito o alimento para celebrar la Navidad. Cosas muy buenas si se hacen debidamente.

Navidad también es un encuentro entre personas, con seres queridos, con otros, sin excluir a nadie.
Por lo tanto este tiempo de Adviento - Espera es para prepararnos también interiormente. Carpiendo la gramilla, desechando la basura, (tiempo de perdonarse y perdonar) arreglando lo que se puede arreglar y adquiriendo lo que necesitemos y esté a nuestro alcance. Por supuesto que también con nuestra mirada y manos extendidas a los demás en particular a los más empobrecidos a los más débiles.

Navidad es encuentro con Dios mismo. Su presencia siempre es liberadora y nos impulsa a colaborar con la liberación de otros. Hoy estamos libres de opresiones políticas y religiosas
¿Qué nos esclaviza?

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