jueves, 26 de noviembre de 2015

ADICIONES Y LIBERACIÓN

No sé muy bien, si las personas que estaban delante de mí, habían caído al pozo por descuido, o las empujaron para que cayeran. En sus cuerpos se notaban algunas señales de ese tremendo golpe…
SON TANTAS Y TANTOS los que caen a un pozo oscuro, perdiendo la luz de la vida. Lo doloroso es ver gente que se queda ahí o que busca salidas hacia otras oscuridades. Sin duda que depende mucho de las personas tengan cerca, pero por sobre todo el deseo y la confianza de quien ha caído.
Hay hermosas experiencias de ayuda, de alguien de organizaciones que tienden una mano desde la luz, para elevar a las personas caídas. Estas personas que ayudan prestan un servicio voluntario o laboral, siendo esto gran parte de su vida.
LA FAZENDA me sorprende, porque “la mano principal se da desde dentro”, muy bien apoyadas por voluntarias y voluntarios que ofrecen dones, bienes y tiempo.
Quiero referirme a esa mano que se da desde dentro, que puede ser de parte de alguien que sabe de caídas o alguien que ha decidido compartir la misma casa a tiempo completo, con los caídos.
CAER Y SALIR. Descender generalmente se va dando de manera progresiva y acelerada. Sin embargo la salida es muy lenta y nunca lineal. Para salir se necesita: deseo, constancia, ayuda. No es lo mismo caer a un pozo que salir de el…
En esta visita, contemplo la importancia que le dan “TIEMPO PARA EL ENCUENTRO”. Para hablar de sí, para apoyarse, corregirse, alentarse, rezar y recibir.
Otro elemento es “EL TRABAJO EN LA COTIDIANIDAD”. Las tareas de la casa, algo que muchos han dejado y a veces es considerado trabajo para la servidumbre, aquí es parte de la vida diaria. Lo veo como fundamental, da un sentido de familia en su casa, es más que un trabajo.
El ritmo de vida a ritmo de encuentro, asumiendo el trabajo y la oración,  concretizado en una CASA Y CORAZONES DE PUERTAS ABIERTAS. Si, la AUTENTICIDAD para presentarse, como personas caídas, a mí personalmente me invita a desenmascarar. Algo que nos hace tanto bien psicológicamente, efectivamente en las relaciones humanas. Es un lugar de Dios, porque hay lugar para el caído, vedad y trabajo para volver juntas a caminar en la luz.
GRACIAS, rezo por cada una de ustedes. Recen por mí, que también conozco la oscuridad y se de las angustias y males de haber caído empujado o por descuido a un pozo fuera del camino.
LAS QUIERO MUCHO
Y LES ESTOY MUY AGRADECIDO
POR RECIBIRME.
Nacho


1 comentario:

  1. que lindo Nacho, creo que en las fazendas uno se encuentra con la mismísima misericordia de dios.........es como volver a ser "parido"después de pasar por un embarazo problemático y un parto muy doloroso finalmente la luz

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