miércoles, 25 de noviembre de 2015

Testimonio de Hospitalidad.

 El 21 de noviembre, día de la Virgen de los Remedios, partíamos con Cloe hacia el Encuentro Colibrí en Nueva Helvecia.
Como María que sintió una inspiración divina y fue a visitar a su prima Isabel, también nosotros sentimos su llamado a “ir de prisa” a compartir con otros la presencia de ese Dios que está en nuestras entrañas.
Sabíamos que nos esperaba “Raquel y su grupo”…
 pero no sabíamos 
que nos iba a esperar tanta HOSPITALIDAD.
Me había avisado mi amiga Mirella, que nos hospedaríamos en su casa.
Pensé que sería un privilegio, fruto de esa amistad gestada desde los años que pasé por esa comunidad en la década del 90. Pero al llegar a la Capilla Cristo Rey grande fue mi sorpresa al ver “tanta gente”, tantos “rostros conocidos”, que nos recibían con tanto cariño y alegría… los Colibríes y la Comunidad de Nueva Helvecia, Colonia Valdense y La Paz.
Por eso se me representa el texto evangélico de la visita. Ese encuentro gozoso, lleno de Dios, de Isabel y María, también nosotros lo vivimos. Como María, nos dispusimos a “desplegar las alas”, dejándonos llevar por el Espíritu, con la esperanza de revivir en nuestro corazón sueños y desafíos compartidos.
A medida que pasaba el Encuentro, con la luz de la Palabra, la reflexión en grupos, la guía del padre Edgardo, las fotos y celebraciones, los abrazos y los cantos...nos fuimos llenando de un espíritu en común, donde reinaba la fraternidad y la alegría.
Pienso que, para ello colaboró mucho la disponibilidad y el servicio, a ejemplo de María, de la gente del lugar. Había que ver con que alegría “estaba llena” la cocina, que se hacía pequeña por tantos que daban una mano; organizando la comida, ofreciéndonos agua para el mate, refrescos o “hielitos” para calmar nuestra sed… Si precisábamos algo personal o para las celebraciones allá corrían a sus casas… por la noche nos abrieron las puertas de sus hogares para nuestro descanso.
Con un corazón agradecido en nombre de los Colibríes, quisiera recordar a algunos hermanas y hermanos a los cuales queremos decirles GRACIAS !!! A Graciela, la vecina de Cristo Rey; la Sra.de Machado, Encargada de la Capilla; a Blanca, Andrea, Teresa, Mirta, Negrita, Miriam, Nancy, Marta, Beatriz, Rita, Giancarlo, el asador … y a TODOS los hermanos de esa comunidad que pusieron mucho para que viviéramos esta Fiesta de FE, de AMOR, de ESPERANZA en una Iglesia Latinoamericana que crece y se renueva desde los sencillos.
                                      Gilberto y Cloe

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